Articulación de bisagra

Un esguince de tobillo se produce cuando los fuertes ligamentos que sostienen el tobillo se estiran más allá de sus límites y se desgarran. Los esguinces de tobillo son lesiones frecuentes en personas de todas las edades. Varían de leves a graves, dependiendo del grado de daño de los ligamentos.

Un esguince de tobillo se produce cuando los fuertes ligamentos que sostienen el tobillo se estiran más allá de sus límites y se rompen. Los esguinces de tobillo son lesiones frecuentes en personas de todas las edades. Pueden ser leves o graves, dependiendo de la gravedad del daño en los ligamentos.

La mayoría de los esguinces son lesiones leves que se curan con tratamientos caseros como reposo y aplicación de hielo. Sin embargo, si el tobillo está muy hinchado y le duele al caminar, o si tiene problemas para apoyar el tobillo, acuda al médico.

Sin el tratamiento y la rehabilitación adecuados, un esguince más grave puede debilitar el tobillo y aumentar las probabilidades de que vuelva a lesionarse. Los esguinces de tobillo repetidos pueden provocar problemas a largo plazo, como dolor crónico de tobillo, artritis e inestabilidad continua.

¿Cuál es la anatomía y el movimiento del tobillo?

Estructura y función

La articulación del tobillo es importante durante la deambulación porque se adapta a la superficie sobre la que se camina. Los movimientos que se producen en la articulación del tobillo son la plantarflexión, la dorsiflexión, la inversión y la eversión. Los músculos de la pierna se dividen en compartimentos anterior, posterior y lateral.

¿Cuáles son los movimientos de la articulación del tobillo?

Los movimientos clave del complejo articular del tobillo son la flexión plantar y la dorsiflexión, que se producen en el plano sagital; la abducción/aducción, que se producen en el plano transversal, y la inversión-eversión, que se producen en el plano frontal8 (Figura 3).

Más Información
Los reflejos primitivos del recién nacido: ¿Cuáles y cuántos son?

¿Qué es la anatomía de la articulación del tobillo?

La articulación del tobillo es una articulación sinovial articulada formada por la unión de los huesos astrágalo, tibia y peroné.

Anatomía de los ligamentos del tobillo un ensayo pictórico

El pie y el tobillo son una compleja serie de huesos y articulaciones que intervienen en el movimiento y la estabilidad del cuerpo. El pie y el tobillo constan de 28 huesos, 33 articulaciones y numerosos músculos, tendones y ligamentos.

La articulación del tobillo (o “articulación talocrural”) conecta la pierna con el pie y consta de tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo. La tibia (hueso de la espinilla) y el peroné son los huesos de la parte inferior de la pierna que se articulan con el astrágalo, permitiendo el movimiento ascendente y descendente del pie (dorsiflexión y plantarflexión).

El mediopié conecta el retropié con el antepié y está formado por el navicular, el cuboides y tres huesos cuneiformes. El navicular se encuentra delante del astrágalo, el cuboides delante del calcáneo y los cuneiformes completan el resto del mediopié.

Estos huesos están conectados a los cinco huesos metatarsianos del antepié, que forman el arco del pie para amortiguar los impactos al caminar o correr. El antepié también está formado por los dedos. Cada dedo está formado por tres falanges, excepto el dedo gordo, que sólo tiene dos falanges. El dedo gordo tiene dos pequeños huesos adicionales bajo la bola del pie llamados sesamoideos, que ayudan en la flexión y extensión del dedo.

Articulación del tobillo

Guía del paciente sobre la anatomía del piePosted in: Pie y tobillo | Posted on: 06 julio, 2020Las estructuras importantes del pie se pueden dividir en varias categorías. Estas incluyen Huesos y articulaciones, Ligamentos y tendones, Músculos, Nervios y Vasos sanguíneos.

Más Información
Corpúsculo de krause o receptores del frío

El esqueleto del pie comienza con el astrágalo, o hueso del tobillo, que forma parte de la articulación del tobillo. Los dos huesos de la parte inferior de la pierna, la tibia grande y el peroné más pequeño, se unen en la articulación del tobillo.

Los dos huesos que forman la parte posterior del pie (a veces denominada retropié) son el astrágalo y el calcáneo o hueso del talón. El astrágalo está unido al calcáneo por la articulación subastragalina. La articulación del tobillo permite que el pie se doble hacia arriba y hacia abajo. La articulación subastragalina permite que el pie se balancee de un lado a otro.

En la parte inferior del pie, desde el tobillo, hay un conjunto de cinco huesos llamados huesos tarsianos que trabajan juntos como un grupo. Existen múltiples articulaciones entre los huesos tarsianos. Cuando los músculos del pie y de la pierna tuercen el pie en una dirección, estos huesos se bloquean y forman una estructura muy rígida. Cuando se retuercen en sentido contrario, se desbloquean y permiten que el pie se adapte a cualquier superficie con la que esté en contacto.

Articulación tibiofibular

Utilizamos los pies todos los días para realizar tareas y, sin embargo, es una de las partes del cuerpo humano más olvidadas. Es curioso, porque sin los pies no podríamos caminar ni realizar tareas importantes en casa o en el trabajo.

Ya es hora de que les demos a nuestros pies un poco de cariño, porque los estudios demuestran que la friolera del 75% de los estadounidenses experimentarán problemas en los pies en algún momento de sus vidas. Es un porcentaje enorme teniendo en cuenta lo importantes que son los pies.

Más Información
¿Cómo evitar algunas de las complicaciones que acompañan a las fracturas de clavícula?

Una forma de mostrarles un poco de cariño es familiarizándose con la anatomía del pie y del tobillo. Al escribir este artículo, esperamos ayudarte a comprender mejor la anatomía del pie y cómo puedes cuidarlo.

Es importante conocer la anatomía del pie y del tobillo porque te ayudará a controlar cualquier dolor que puedas estar experimentando. También te ayudará a prevenir lesiones y a tratarlas en caso de que se produzcan.

El retropié tiene dos huesos, el astrágalo y el calcáneo, que forman la parte posterior del pie. Estos huesos, junto con la parte inferior de la pierna, forman el tobillo y son responsables del movimiento del pie. También son importantes para absorber tu peso cuando te pones de pie.