Asiento de váter tras una operación de isquiotibiales
La avulsión del tendón isquiotibial proximal es una lesión poco frecuente y a menudo difícil de tratar. Dependiendo del tipo de avulsión, puede experimentar dolor y debilidad incapacitantes inmediatos, hematomas extensos, hinchazón, incapacidad para correr o andar y/o molestias o dolor al permanecer sentado durante mucho tiempo.
La cirugía consiste en insertar dos o tres “anclajes” en la tuberosidad isquiática con suturas fijadas a ellos. Las suturas se pasan por los extremos del tendón y éste se vuelve a aproximar cómodamente a la tuberosidad isquiática.
El nervio ciático se encuentra muy cerca del tendón isquiotibial y puede cicatrizar si la lesión se deja indefinidamente. Por este motivo, el Dr. Wood realizará una “neurolisis” como parte de la intervención quirúrgica. Esto implica identificar el nervio ciático y liberar cuidadosamente cualquier adherencia o tejido cicatricial.
Será hospitalizado y dado de alta con muletas (suelen ser necesarias durante al menos dos semanas). En las roturas crónicas puede ser necesario el uso de un corsé ortopédico (unas 6 semanas). Es necesario llevar muletas al hospital.
¿En qué consiste la intervención quirúrgica para la rotura proximal de isquiotibiales?
La reparación quirúrgica consiste en realizar una incisión a lo largo de la parte posterior del muslo, liberar los tendones del tejido circundante y volver a unirlos a la tuberosidad isquiática. Esta cirugía tiene una alta tasa de éxito en términos de devolver a las personas a su nivel de actividad anterior a la lesión, tratar el dolor y restaurar la fuerza.
¿Qué esperar tras una operación de isquiotibiales proximales?
Al principio, la pierna estará hinchada y amoratada, y también puede sentir un poco de hormigueo y entumecimiento alrededor de la herida. Aunque los hematomas desaparecerán con bastante rapidez, es normal que la hinchazón aparezca y desaparezca (en función de su nivel de actividad) y que la sensación de hormigueo o entumecimiento persista durante varios meses.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de una operación de desgarro de isquiotibiales?
Rehabilitación del desgarro de isquiotibiales
La mayoría de las personas tardan hasta tres meses después de la operación en funcionar con normalidad. Para los deportistas de alto nivel y de recreo, el cirujano ortopédico y el fisioterapeuta crearán un protocolo de “vuelta al deporte” que dure de tres a seis meses y te prepare para volver a entrenar y competir.
¿Es ambulatoria la cirugía de isquiotibiales?
Este manuscrito ha sido elaborado por miembros clave del grupo de estudio PHACT. Los miembros están llevando a cabo un ECA multicéntrico internacional que compara los tratamientos quirúrgicos con los no quirúrgicos de las avulsiones proximales de los isquiotibiales. El presente estudio fue concebido colectivamente durante una reunión del grupo de estudio.
Información adicionalNota del editorSpringer Nature se mantiene neutral con respecto a las reclamaciones jurisdiccionales en los mapas publicados y las afiliaciones institucionales.Información complementariaArchivo adicional 1: Preguntas de la encuesta.Derechos y permisos
Reimpresiones y autorizacionesSobre este artículoCite este artículoLaszlo, S., Nilsson, M., Pihl, E. et al. Proximal Hamstring Tendon Avulsions: A Survey of Orthopaedic Surgeons’ Current Practices in the Nordic Countries.
Sports Med – Open 8, 49 (2022). https://doi.org/10.1186/s40798-022-00439-6Download citationComparte este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Dolor tras la cirugía de los isquiotibiales proximales
Los tres músculos isquiotibiales, situados detrás del muslo, se unen a los huesos de la pierna y permiten la flexión de la rodilla. Las distensiones de los músculos isquiotibiales son frecuentes, sobre todo cuando se practican deportes vigorosos que implican correr y saltar. Estas lesiones, ya se trate de un estiramiento excesivo o de un verdadero desgarro, pueden ser dolorosas y debilitantes. A veces, los desgarros parciales responden bien a los métodos conservadores de tratamiento, como el reposo y el entablillado, ya que, al formarse tejido cicatricial durante la curación, forma una especie de puente que vuelve a conectar el músculo con el hueso.
Los desgarros más graves o completos (avulsión) son menos frecuentes. Sin embargo, cuando se producen, la distancia entre el músculo y el hueso es demasiado grande para ser salvada por la cicatrización, y es necesaria una reparación quirúrgica. Tradicionalmente, la cirugía de reparación de los isquiotibiales se ha realizado mediante técnicas abiertas que requieren grandes incisiones y exponen la región circundante a posibles complicaciones. En los últimos tiempos, la reparación de los isquiotibiales puede realizarse con éxito mediante artroscopia.
La artroscopia es un procedimiento mínimamente invasivo que ofrece muchas ventajas al paciente con respecto a la cirugía tradicional. Durante una reparación artroscópica de los isquiotibiales, el equipo necesario, todo ello miniaturizado, se introduce a través de una pequeña incisión en la zona problemática. Una fina luz de fibra óptica, una lente de aumento, una cámara diminuta y pequeñas herramientas quirúrgicas permiten al cirujano examinar la lesión en detalle y realizar las reparaciones con precisión.
Complicaciones de la cirugía de avulsión de isquiotibiales
Los músculos isquiotibiales se extienden desde la nalga por la parte posterior del muslo hasta la parte posterior de la rodilla. La mayoría de las lesiones de isquiotibiales se producen en la parte media del músculo y se curan completamente sin necesidad de cirugía. Sin embargo, cuando los isquiotibiales se lesionan en el extremo superior, el tendón puede desprenderse del hueso. En este caso se recomienda la cirugía para volver a unir los tendones dañados. A veces, las lesiones menores repetitivas pueden hacer que los tendones se engrosen, se deshilachen y duelan. La cirugía también puede ser útil en este caso si otros métodos no han funcionado.
Necesitará anestesia general y permanecerá tumbado boca abajo durante la operación. La intervención se realiza a través de una incisión transversal (lateral) o longitudinal (a lo largo) de 10-15 cm en el pliegue de la nalga. El nervio principal (ciático) se encuentra junto a los isquiotibiales, por lo que hay que localizarlo y protegerlo. Los tendones desgarrados se vuelven a unir al hueso mediante anclajes de sutura, que se colocan dentro del hueso. La piel se cierra con un punto disolvente. La operación dura 90 minutos y usted estará fuera de la sala durante 2-3 horas.