Dedos en garra frente a dedos en martillo
Los dedos en garra se caracterizan porque se doblan en forma de garra. Suele desarrollarse con el tiempo. El dedo en garra puede ser muy incómodo y causar mucho dolor e hinchazón en algunas partes del dedo. Es importante diagnosticarlo y tratarlo para evitar que empeore.
En algunos casos, se desconoce la causa directa del dedo en garra, pero puede deberse a múltiples afecciones. El dedo en garra puede desarrollarse tras una lesión en el tobillo, o una operación de tobillo, que ha causado daños nerviosos o inflamación, provocando la flexión de los dedos.
El Hallux de Ley es una deformidad del dedo gordo atribuida a un desequilibrio muscular de varias estructuras. Los pacientes suelen experimentar dolor a lo largo de la articulación IP o en la punta del dedo gordo debido a la presión o al roce con la plantilla. Los pacientes pueden quejarse de que el dedo gordo se engancha o pueden presentar sinovitis sintomática secundaria a la inestabilidad vertical. Es mucho menos frecuente que se produzca clavado en el dedo gordo.
Se pueden recomendar ejercicios físicos, que se pueden realizar en casa, para evitar que la afección empeore y tratar los síntomas. Esta rutina puede incluir el uso de las manos para ayudar a flexionar los dedos a su posición natural. Los ejercicios que consisten en coger objetos con los dedos de los pies también han demostrado su eficacia. Los objetos utilizados para este fin pueden ser toallas arrugadas o canicas.
¿Se puede corregir el dedo en garra?
Quirúrgico: Si los tratamientos conservadores del dedo en garra no ayudan, el podólogo puede recomendar una intervención quirúrgica para tratar el dolor. Dedo en garra flexible: se utiliza un procedimiento de transferencia de tendones para corregir el problema reparando los tendones desde la parte inferior del dedo hasta la parte superior del dedo donde sobresale.
¿Es grave el dedo en garra?
La mayoría de las veces, los dedos en garra no son perjudiciales en sí mismos. Pueden ser el primer signo de una enfermedad más grave del sistema nervioso. Los dedos en garra pueden causar dolor y provocar callosidades en la parte superior del dedo, sobre la primera articulación, pero también pueden ser indoloros. Esta afección puede crear problemas para calzarse.
¿Por qué me arañan los dedos de los pies al andar?
El dedo en garra puede desarrollarse tras una lesión en el tobillo o una operación de tobillo que haya provocado lesiones nerviosas o inflamación, lo que hace que los dedos se doblen. También hay una serie de trastornos que pueden causar el pie en garra, como la parálisis cerebral, la artritis reumatoide, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, la diabetes y un derrame cerebral.
Férula para dedos en garra
A menudo se achaca la deformidad del dedo en garra al uso de calzado que aprieta los dedos, como zapatos demasiado cortos o tacones altos. Sin embargo, el dedo en garra también suele ser consecuencia de lesiones nerviosas causadas por enfermedades como la diabetes o el alcoholismo, que pueden debilitar los músculos del pie. Tener dedo en garra significa que los dedos “arañan”, clavándose en las suelas de los zapatos y creando dolorosas callosidades. El dedo en garra empeora sin tratamiento y puede convertirse en una deformidad permanente con el tiempo.
Si tiene síntomas de dedo en garra, acuda a su médico para que lo evalúe. Es posible que necesite ciertas pruebas para descartar trastornos neurológicos que pueden debilitar los músculos del pie, creando desequilibrios que doblan los dedos. Los traumatismos y la inflamación también pueden causar deformidad de los dedos en garra.
Las deformidades del dedo en garra suelen ser flexibles al principio, pero se endurecen en su sitio con el tiempo. Si tiene el dedo en garra en las primeras fases, su médico puede recomendarle una férula o cinta para mantener los dedos en la posición correcta. Consejos adicionales:
Cirugía del dedo en garra antes y después
Como su nombre indica, los dedos en garra se fijan en una posición que recuerda a una garra o un gancho. Esto significa que en el metatarso del pie, el dedo empieza a apuntar hacia arriba, alejándose del suelo, y luego empieza a doblarse hacia abajo hasta que la punta del dedo toca el suelo, o casi. Los dedos en garra suelen afectar a varios dedos y a ambos pies, aunque no siempre.
Los dedos en garra pueden ser flexibles o rígidos, y a menudo pasan de ser relativamente flexibles y móviles a ser rígidos y rígidos a medida que progresan las contracciones en las articulaciones de los dedos. Si puedes enderezar los dedos de los pies empujándolos con las manos, son flexibles. Si los dedos están rígidos y no pueden cambiar de posición, son rígidos.
Desde el punto de vista médico, las dos articulaciones de los dedos (interfalángica proximal e interfalángica distal) se flexionan hasta parecerse a una garra. La articulación de la bola del pie (articulación metatarsofalángica) está extendida. Consulte la sección Anatomía para comprender mejor la disposición de los dedos y las articulaciones.
Aparte del dedo gordo (conocido médicamente como hallux), cada uno de los cuatro dedos menores está formado por 3 huesos. Cada uno de estos huesos se denomina falange, o falanges en plural. Se diferencian por su ubicación:
Fotos de dedos en garra
El dedo en garra (también conocido como pie en garra) es un tipo de anomalía del pie que afecta a la posición de las articulaciones del dedo. El dedo en garra consiste en que el dedo se dobla hacia arriba desde la articulación del pulpejo del pie, y el extremo del dedo se dobla hacia abajo.
Al principio, el médico le examinará los dedos, el alcance de la deformidad y comprobará la flexibilidad de los dedos. Puede que le pidan que camine por la clínica para ver si la posición del dedo compensa una debilidad en otra parte.
Si la deformidad es permanente o causa mucho dolor, a veces se recomienda la cirugía. El objetivo de la cirugía es corregir la deformidad del dedo. La cirugía puede consistir en fijar una articulación o desplazar tejido de una parte del dedo a otra.
Un podólogo puede diagnosticar problemas en los pies y ofrecer tratamientos conservadores como los descritos anteriormente. Puede incluir asesoramiento especializado sobre plantillas y almohadillas para proteger los puntos de presión de los pies.