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La enfermedad degenerativa del disco es una afección que se caracteriza por un deterioro y adelgazamiento gradual de los discos intervertebrales de la columna vertebral que absorben los impactos. En algunos casos, la degeneración discal se limita a un disco sobrecargado, pero lo más frecuente es que se produzca en varios niveles de la columna vertebral. Cuando esto ocurre, se llama acertadamente “Enfermedad degenerativa discal multinivel”. Hoy examinamos más detenidamente esta afección y su tratamiento.
La enfermedad degenerativa discal multinivel es una afección bastante común en personas mayores de 50 años. De hecho, la causa más común de la enfermedad degenerativa del disco multinivel es la edad, lo que significa que hay poco que se pueda hacer para evitar que la afección aparezca de forma natural. Otras acciones que pueden conducir a una descomposición más rápida de los discos vertebrales son el trabajo físico, la tensión excesiva sobre la columna vertebral, el consumo de alcohol durante años y los traumatismos agudos.
Los síntomas de la enfermedad degenerativa discal multinivel varían en función de la localización de la degeneración. Dado que los discos pueden romperse en el cuello, la parte media de la espalda o la columna lumbar, los síntomas pueden aparecer en distintos lugares. Además, muchas personas pueden estar sufriendo una hernia discal multinivel y ni siquiera saberlo, ya que esta afección no siempre provoca síntomas. En sí misma, la enfermedad degenerativa discal multinivel suele ser asintomática, pero los problemas aparecen cuando los discos se encogen o desplazan y otras estructuras, como los nervios, se comprimen. Cuando esto ocurre, los síntomas incluyen:
¿Cuál es la gravedad de la protrusión discal L5-S1?
Síntomas de la protuberancia discal L5-S1
Este proceso es absolutamente normal, forma parte del envejecimiento y le ocurre a todo el mundo. Los discos abultados L5-S1 son los más comunes ya que soportan la tensión y el peso del cuerpo. Los síntomas experimentados en la parte baja de la espalda pueden ser terriblemente dolorosos.
¿Cómo se trata la protrusión discal central?
En casi todos los casos, los cirujanos pueden extirpar sólo la parte del disco que sobresale. En raras ocasiones es necesario extirpar todo el disco. En estos casos, puede ser necesario fusionar las vértebras con un injerto óseo. Para permitir el proceso de fusión ósea, que dura meses, se colocan herrajes metálicos en la columna para proporcionar estabilidad vertebral.
¿Es grave una protrusión discal central?
Si ha consultado a su médico por un dolor de espalda, es posible que haya oído alguna vez el término “protrusión discal”. Aunque parezca una afección grave y atemorizante, en realidad es muy tratable y suele mejorar en varias semanas. Es similar a una hernia discal.
Prolapso L5 s1
Tanto el sueño como el estrés pueden contribuir al dolor. El sueño es el periodo durante el cual el cuerpo se rejuvenece. Un periodo de sueño adecuado, con una buena calidad del sueño, es muy importante para controlar el dolor con éxito. El estrés también puede exacerbar el dolor. Gestionar el estrés adecuadamente y enfrentarse a él de manera adecuada también es un componente muy importante para controlar el dolor.
A menudo recibo preguntas sobre colchones y almohadas. Y hay buenas razones para ello. Pasamos tanto tiempo durmiendo que el sueño es un componente importante de la salud de nuestra espalda y cuello. Con un colchón, la idea general es tener algo de firmeza media. Es decir, algo que ofrezca el soporte justo, pero no demasiado. Un colchón demasiado blando le hará adoptar posturas incómodas por la noche y agravará las dolencias. Un colchón demasiado firme no permitirá que la espalda y el cuello descansen y ejercerá presión en zonas de la espalda y el cuello. En cuanto a la almohada, te conviene una que permita una posición neutra del cuello. Es decir, que el cuello no esté demasiado flexionado ni demasiado extendido. Si la almohada mantiene una posición neutra, es una buena almohada para tu forma de dormir.
Prolapso central
Si le han diagnosticado una hernia discal, puede esperar que el disco tarde unas cuatro semanas en curarse. A este tiempo inicial de curación le seguirán otras doce semanas de cuidados quiroprácticos, fisioterapia o una combinación de ambos.
Un disco es la almohadilla que se encuentra entre las diferentes vértebras que componen la columna vertebral. A medida que envejecemos, nuestros discos, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, sufren desgaste. En el caso del disco, tiende a secarse y a perder parte de su elasticidad. Si se ejerce demasiada presión sobre el disco, puede sobresalir entre dos vértebras.
El disco L5-S1 se refiere al disco más bajo de la columna vertebral que, básicamente, se sitúa entre la vértebra L5 y el sacro. Es una de las ubicaciones más comunes para los discos abultados y la condición aún peor conocida como una hernia de disco.
Al igual que otras protuberancias discales, una protuberancia discal L5-S1 puede tratarse con una serie de opciones de tratamiento conservadoras no invasivas, como la atención quiropráctica y la fisioterapia. Aunque ninguna de estas terapias es infalible, los quiroprácticos y fisioterapeutas suelen recomendarlas a los pacientes antes de recurrir a la cirugía.
Síntomas de la protuberancia discal L3 l4
Las afecciones que afectan al segmento de la columna vertebral L5-S1 suelen tratarse con métodos no quirúrgicos. Si los síntomas de la zona lumbar y/o las piernas empeoran o no mejoran a pesar de estos tratamientos, o en caso de determinadas urgencias médicas, como tumores o síndrome de cauda equina, puede recomendarse la cirugía.
En los tratamientos con inyecciones se suele utilizar la guía fluoroscópica (rayos X) para colocar correctamente las agujas. La guía fluoroscópica y el medio de contraste ayudan a mejorar la precisión diagnóstica y disminuyen los riesgos del procedimiento.
Cuando los déficits neurológicos, como el entumecimiento y/o la debilidad, siguen empeorando a pesar de varias semanas de tratamientos no quirúrgicos, puede recomendarse la cirugía. Se considera la cirugía cuando existe una afección estructural que se sabe que responde al tratamiento quirúrgico.
Los cirujanos pueden realizar más de un procedimiento a la vez. Por ejemplo, una laminoforaminotomía es cuando se realiza una laminectomía junto con una foraminotomía. Aunque para estas cirugías se utilizan técnicas mínimamente invasivas, en algunos casos pueden realizarse cirugías abiertas.