Hipertrofia del ligamentum flavum
La desecación discal es un factor común que contribuye a la aparición de la enfermedad degenerativa discal. La desecación se refiere a la deshidratación de los discos vertebrales, lo que los hace propensos a una degeneración más rápida. A continuación, examinaremos más detenidamente por qué se produce esta afección, cómo prevenirla y cómo tratar los discos vertebrales deshidratados.
Entre las vértebras de la columna vertebral hay pequeños discos intervertebrales que le ayudan a moverse en distintas direcciones y actúan como amortiguadores naturales. Mantener estos discos sanos es imprescindible para la salud general de la columna vertebral, pero incluso las columnas vertebrales mejor cuidadas están sujetas a cierta degeneración natural. Esta degeneración se produce lentamente a medida que los años de estrés se ejercen sobre la zona, pero esta degeneración se acelera si están presentes ciertos factores. Los fumadores y las personas con sobrepeso tienden a experimentar una degeneración más rápida, al igual que las personas que sufren desecación discal.
La deshidratación de los discos intervertebrales puede producirse lentamente con el tiempo o como resultado de un traumatismo en la zona. Cuando los discos intervertebrales pierden su líquido, éste es sustituido por un fibrocartílago duro que limita intrínsecamente parte de la amplitud de movimiento natural del disco. Esto puede provocar rigidez, debilidad, entumecimiento e incluso dolor en el origen de la desecación.
¿Qué significa desecación discal?
La desecación discal es un factor común que contribuye a la aparición de la enfermedad degenerativa discal. La desecación se refiere a la deshidratación de los discos vertebrales, lo que los hace propensos a una degeneración más rápida.
¿Qué es la deshidratación desecación?
Deshidratación (desecación): Proceso como una reacción química que elimina agua. La reacción del 1-metil-1-ciclohexanol con ácido sulfúrico acuoso da lugar a la deshidratación y formación de un producto alqueno. Los átomos que constituyen la molécula de agua que se elimina aparecen en rojo.
¿Puede la deshidratación provocar desecación discal?
La desecación de esos discos es un trastorno frecuente causado por la deshidratación de los tejidos. Los discos situados entre las vértebras de la columna vertebral absorben los golpes e impactos y evitan que los huesos rocen entre sí.
Saco tesal
Los discos vertebrales de casi todo el mundo muestran signos de desgaste a medida que envejecen. Sin embargo, no todas las personas padecen la enfermedad degenerativa discal. En realidad no se trata de una enfermedad, sino de una afección en la que un disco dañado causa dolor. Se asocia a una amplia gama de síntomas y gravedad.
Los discos son como amortiguadores entre los huesos de la columna vertebral y están diseñados para ayudar a la espalda a mantenerse flexible a la vez que resisten fuerzas terribles en muchos planos diferentes de movimiento. Cada disco consta de dos partes:
A diferencia de otros tejidos del cuerpo, el disco tiene muy poca irrigación sanguínea. Una vez que un disco se lesiona, no puede repararse a sí mismo, y puede establecerse una espiral de degeneración con tres etapas que parecen producirse a lo largo de 20 a 30 años:
La enfermedad degenerativa del disco se refiere a una afección en la que el dolor está causado por un disco dañado. La radiografía muestra discos degenerados a la izquierda antes de la cirugía. A la derecha, una radiografía de los discos después de la cirugía tradicional de fusión espinal.
El diagnóstico se basa en la historia clínica y la exploración física, así como en los síntomas y las circunstancias en que comenzó el dolor. La resonancia magnética puede mostrar daños en los discos, pero por sí sola no puede confirmar la enfermedad degenerativa discal.
Complejo osteofítico discal
Se observó que 20 individuos menores de 50 años presentaban desecación discal, es decir, aproximadamente el 12%. También se indicó que la desecación discal parece producirse con una frecuencia ligeramente mayor en las mujeres.
La desecación discal es más frecuente en víctimas de traumatismos jóvenes de lo que se creía. Se debatió la preocupación por el tamaño de la muestra, así como sugerencias para futuras investigaciones, como un mayor tamaño de la muestra, la consideración de la dirección del impacto, los efectos de la salud o la obesidad sobre la aparición y/o el grado de lesión.
La degeneración de la columna vertebral debida a un traumatismo o a una enfermedad se considera una de las principales causas de discapacidad crónica en la población laboral adulta y es uno de los principales motivos de derivación a un centro de IRM. Aunque a menudo se describe como una parte inevitable y normal del envejecimiento, la degeneración que provoca dolor de cuello y espalda también se observa en individuos más jóvenes, generalmente como respuesta a un traumatismo. Las molestias pueden tener numerosos orígenes, y encontrar la causa suele ser problemático tanto para el paciente como para el médico. La mayoría de las lesiones de cuello y espalda responden al tratamiento conservador, pero si el dolor es incesante, intenso o está asociado a una radiculopatía o mielopatía, puede ser necesario recurrir al diagnóstico por imagen para buscar la causa.
Deshidratación discal
La desecación discal es un factor común que contribuye a la aparición de la enfermedad degenerativa discal. La desecación se refiere a la deshidratación de los discos vertebrales, lo que los hace propensos a una degeneración más rápida. A continuación, analizaremos con más detalle por qué se produce esta afección, cómo prevenirla y cómo tratar los discos vertebrales deshidratados.
Entre las vértebras de la columna vertebral hay pequeños discos intervertebrales que le ayudan a moverse en distintas direcciones y actúan como amortiguadores naturales. Mantener estos discos sanos es imprescindible para la salud general de la columna vertebral, pero incluso las columnas vertebrales mejor cuidadas están sujetas a cierta degeneración natural. Esta degeneración se produce lentamente a medida que los años de estrés se ejercen sobre la zona, pero esta degeneración se acelera si están presentes ciertos factores. Los fumadores y las personas con sobrepeso tienden a experimentar una degeneración más rápida, al igual que las personas que sufren desecación discal.
La deshidratación de los discos intervertebrales puede producirse lentamente con el tiempo o como resultado de un traumatismo en la zona. Cuando los discos intervertebrales pierden su líquido, éste es sustituido por un fibrocartílago duro que limita intrínsecamente parte de la amplitud de movimiento natural del disco. Esto puede provocar rigidez, debilidad, entumecimiento e incluso dolor en el origen de la desecación.