Experiencia en masaje perineal

Como casi todos los aspectos de la vida, la vagina cambia después del embarazo. “Muchas mujeres no se sienten cómodas hablando con nadie sobre su salud vaginal [en general], y especialmente después de una experiencia de parto”, dice la obstetra y ginecóloga Meagan Haynes. “[Pero los cambios vaginales después del parto] son extremadamente comunes y necesitan más atención, porque nuestra salud vaginal es realmente importante para nuestra salud mental, salud física, función sexual y bienestar”. Para iniciar la conversación, hemos preguntado a los expertos qué se puede esperar y cómo ayudar al cuerpo a recuperarse.

La sequedad es incómoda -especialmente cuando se están curando desgarros o laceraciones-, pero es un resultado totalmente normal e increíblemente común de los cambios hormonales que experimenta el cuerpo después del parto. “Casi todas las mujeres sufren un cierto nivel de disminución de estrógenos después del parto, tanto si dan el pecho como si se extraen leche. Incluso si optan por el biberón, las mujeres experimentarán cierto nivel de disminución hasta que las hormonas vuelvan a regularse al cabo de unos meses”, afirma la Dra. Haynes. Durante el embarazo, el cuerpo aumenta la producción de estrógenos para mantener al bebé y preparar el útero para el parto, pero los niveles caen en picado tras el parto. Esto provoca síntomas similares a los de la menopausia, como sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales. Las madres que amamantan o se extraen leche vivirán en un estado de bajo nivel de estrógenos hasta que dejen de amamantar, y si no estás amamantando, pueden pasar semanas hasta que las hormonas vuelvan a equilibrarse.

¿Está bien no hacer masaje perineal?

Se debe advertir a las mujeres que masajear más de 1 ó 2 veces por semana no produce menos traumatismo perineal. De hecho, un uso más frecuente del masaje perineal se asocia a una disminución de los beneficios y no se recomienda.

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¿Es necesario el masaje perineal?

El masaje perineal regular es un buen método para añadir a su caja de herramientas mientras se prepara para el parto. Aunque el masaje no garantiza que no vayas a sufrir desgarros ni a necesitar otros procedimientos, como la episiotomía o los puntos de sutura, puede ayudarte a desmitificar algunas de las sensaciones que podrías sentir cuando tu bebé llegue al mundo.

¿Cómo daña el parto al suelo pélvico?

¿Cuáles son las causas de los problemas de suelo pélvico tras el parto? Los músculos y tejidos que sostienen la pelvis pueden debilitarse durante el embarazo y sufrir tensiones durante el parto. Los distintos niveles de lesión perineal, como desgarros o episiotomía, son factores que influyen. También pueden producirse lesiones nerviosas que afecten al soporte de los órganos pélvicos.

Masaje perineal para evitar desgarros

Tener un bebé es emocionante, sobre todo para las mamás primerizas. Si estás pensando en dar a luz de forma natural, te conviene prepararte bien para el viaje que te espera. Aunque el cuerpo humano es capaz de hazañas asombrosas -incluido dar a luz a un bebé-, todos esos empujones y sacudidas pueden causar traumatismos en el perineo. El masaje perineal durante el embarazo puede ayudar a reducir los dolores del parto e incluso a prevenir desgarros.

No hay nada que desees más que tu bebé tenga un parto normal, excepto quizá menos traumatismos perineales para ti. El masaje perineal durante la última etapa del embarazo se ha utilizado durante generaciones para preparar el perineo para el parto. Afloja los músculos perineales tensos, lo que ablanda y flexiona el canal del parto. Las organizaciones sanitarias recomiendan el masaje perineal: muchos estudios han demostrado que reduce con éxito el traumatismo perineal durante el parto, e incluso puede permitir una recuperación más rápida y con menos dolor. El masaje perineal puede realizarlo usted o su pareja. El mejor momento para recibirlo es a partir de la semana 34 o 35 de embarazo. Algunos estudios han demostrado que cuanto más frecuentemente se realiza, menor es el riesgo de desgarros perineales [4].

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Prevención del desgarro perineal ppt

La vagina puede dilatarse para adaptarse al bebé durante el parto y volver a su tamaño original después de dar a luz. El perineo (o suelo pélvico) es la región entre la vagina y el recto que se extiende, al igual que la vagina, después del nacimiento del bebé. Sin embargo, es ligeramente menos elástico y propenso a desgarrarse durante el parto.

El masaje perineal consiste en estirar física y suavemente el suelo pélvico para preparar los músculos y la piel entre la vagina y el recto para el parto. El masaje regular mejora la flexibilidad de la piel y los músculos, lo que reduce la posibilidad de desgarros y cicatrices tras el parto.

Durante el parto vaginal, entre el 40% y el 80% de las mujeres sufrirán algún grado de desgarro, y aproximadamente dos tercios de los desgarros requerirán puntos de sutura. Los daños en el perineo pueden causar problemas en el suelo pélvico, como prolapso uterino, incontinencia fecal o urinaria, o dolor sexual.

Especialmente para las primerizas, el masaje perineal disminuye el riesgo de sufrir un desgarro importante durante el parto. Reduce la posibilidad de lesiones perineales que requieran sutura en mujeres que nunca han dado a luz por vía vaginal.

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La incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos son las consecuencias negativas más importantes del parto. El parto vaginal está relacionado con un alto índice de problemas urinarios posparto, así como incontinencia fecal y flatulencia.

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El prolapso, que puede no aparecer hasta años después del parto, tiene consecuencias desagradables. La incontinencia urinaria asociada a un prolapso de vejiga (cistocele) puede ser molesta. Un prolapso rectal (rectocele) puede causar estreñimiento, deposiciones incompletas o incapacidad para retener los gases o las heces, y disfunción sexual.

Las disfunciones pélvico-perineales son las enfermedades más frecuentes en las mujeres después del embarazo. Según una estimación, el 35 por ciento de las madres primerizas sufren incontinencia urinaria tras el parto, y el 20 por ciento de las primerizas sufren lesiones musculares graves del suelo pélvico tras un embarazo y parto normales.

Hacer correctamente los ejercicios de Kegel te ayudará a fortalecer los músculos del suelo pélvico. Para realizar este ejercicio, aprieta los músculos que utilizas para controlar el flujo de orina, mantenlos apretados hasta 10 segundos y luego suéltalos. Intenta hacer al menos tres series de diez repeticiones al día.