Estenosis espinal y estreñimiento
El segmento de movimiento vertebral L5-S1, también denominado articulación lumbosacra, es la región de transición entre la columna lumbar y la columna sacra en la parte inferior de la espalda. En esta región, la curvatura de la columna cambia de lordosis lumbar (curva hacia delante) a cifosis sacra (curva hacia atrás). L5-S1 ayuda a transferir cargas de la columna vertebral a la pelvis y las piernas.
El dolor vertebral y discal de L5-S1 puede aparecer repentinamente tras una lesión o desarrollarse gradualmente a lo largo de un periodo de tiempo. Normalmente, se puede sentir un dolor sordo o agudo en la zona lumbar. El dolor discogénico suele empeorar al permanecer mucho tiempo sentado, de pie en un mismo sitio y al realizar actividades repetitivas de levantamiento y flexión.
También es posible que un dolor punzante se aísle en cualquiera de estas zonas (dermatómicas). Aunque estos síntomas suelen afectar a una pierna a la vez, a veces pueden verse afectadas ambas piernas a la vez.
El síndrome de cauda equina puede producirse en L5-S1 debido a una lesión de los nervios de la cauda equina que descienden de la médula espinal. Este síndrome es una urgencia médica y suele causar dolor intenso, debilidad, entumecimiento y/u hormigueo en la ingle, la región genital y/o ambas piernas. También puede haber pérdida de control de esfínteres. Esta afección debe tratarse con urgencia para preservar la función de las piernas y restablecer la función intestinal y/o vesical.
¿Los problemas de columna lumbar pueden causar problemas intestinales?
Los problemas en la parte inferior de la columna vertebral y el sacro pueden provocar síntomas como estreñimiento, diarrea, hinchazón, gases o mal funcionamiento de la vejiga. Esto ocurre porque la columna lumbar incluye nervios simpáticos y parasimpáticos que conectan directamente con el sistema digestivo, por lo que las interferencias afectan directamente a estos procesos.
¿Qué parte de la columna vertebral afecta a los intestinos?
(A) El colon y el recto están inervados por dos vías espinales distintas, los nervios esplácnico lumbar y pélvico sacro.
¿Puede la escoliosis lumbar causar problemas intestinales?
La compresión del estómago y los intestinos debida a la escoliosis puede provocar los siguientes problemas digestivos: No absorción adecuada de nutrientes esenciales. Acumulación dolorosa de ácido estomacal, que provoca reflujo ácido y náuseas.
Escoliosis y obstrucción intestinal
En concreto, su enfermera buscaba pruebas de asimetría en su alineación corporal. ¿Se alineaban sus caderas? ¿Tenía un omóplato más alto que el otro? ¿Salía un lado de las costillas de forma poco natural?
En realidad, su columna vertebral contiene una serie de curvas suaves. Vista de perfil, la columna vertebral debería tener una ligera curvatura hacia delante en la parte superior de la espalda y una sutil hendidura en la parte inferior. Sin embargo, vista desde atrás, la columna debe parecer perfectamente recta.
¿Ha experimentado alguna vez una sensación de frío u hormigueo en los brazos o las piernas? Podemos comparar esta sensación de hormigueo con la estática de la radio provocada por las interferencias de las malas condiciones meteorológicas. Al igual que la luz interrumpe la recepción de la radio, la escoliosis también puede alterar las señales del cuerpo al cerebro.
Aparte de la sensación de hormigueo, la radiculopatía puede afectar al control motor fino y grueso. (El control motor fino implica el uso de músculos pequeños para completar tareas complejas como encajar Legos. En cambio, el control motor grueso implica reclutar los grupos musculares grandes para completar tareas de gran movimiento como correr).
¿Puede l5-s1 causar estreñimiento
Nuestra columna vertebral tiene una curvatura natural que favorece el movimiento, mejora la flexibilidad y disminuye la presión sobre la espalda. La escoliosis es una afección que aumenta la curvatura de la columna vertebral, desplazándola más hacia la izquierda y la derecha.
La escoliosis suele aparecer a una edad temprana, normalmente entre los 10 y los 15 años. Sin embargo, también puede aparecer antes o después. Aunque los niños y las niñas desarrollan la escoliosis más o menos al mismo nivel, las mujeres suelen tener síntomas más graves que requieren tratamiento.
Un ángulo de Cobb más alto significa que la escoliosis es más grave. Por ejemplo, si una persona tiene un ángulo de Cobb de más de 40 grados, lo más probable es que necesite cirugía para poner la columna vertebral en la alineación normal y evitar un mayor deterioro.
Cuando la columna se curva de forma anormal, comprime o estira los nervios que la rodean. Eso puede alterar las señales nerviosas, provocando malestar, dolor, sensación de hormigueo en las extremidades, ardor u otras sensaciones desagradables.
Los nervios pinzados pueden provocar intensos dolores de cabeza que merman su calidad de vida. Además, cuando la columna se curva, el líquido cefalorraquídeo tiene más dificultades para llegar al cerebro, lo que amplifica la intensidad de los dolores de cabeza.
Cómo afecta la escoliosis al cuerpo
a. Cuando la fuente médica informe de que el signo o signos de una prueba clínica son positivos, a menos que tengamos pruebas de lo contrario, supondremos que realizó la prueba correctamente y aceptaremos la interpretación de la prueba que haga la fuente médica. Por ejemplo, supondremos que una prueba de elevación de la pierna recta se realizó correctamente (es decir, en posición sentada y supina), aunque la fuente médica no especifique las posiciones en las que se realizó la prueba.
c. Si su trastorno musculoesquelético provoca una reducción de la fuerza muscular, el informe debe documentar la medición de la fuerza del músculo o músculos en cuestión. La medición debe basarse en un sistema de clasificación de la fuerza muscular que se considere médicamente aceptable en función de su edad y sus deficiencias. Por ejemplo, un sistema de graduación de 0 a 5, en el que 0 indique la pérdida completa de fuerza y 5 la fuerza máxima, o una escala equivalente médicamente aceptable (véase la Tabla 1). La reducción de la fuerza muscular se demuestra mediante la evidencia de que su fuerza muscular es inferior a la amplitud de movimiento activo (ROM) contra la gravedad con la máxima resistencia. Si la reducción de la fuerza muscular afecta a una o ambas manos, el informe también debe documentar las mediciones de la fuerza de agarre y de pellizco.















