¿Cuándo comienza la pérdida de masa muscular?

Una lesión común de los tejidos blandos en los deportes que implican carreras de velocidad y saltos es la distensión de isquiotibiales. Uno de los principales problemas de las distensiones de isquiotibiales es la alta incidencia de nuevas lesiones. Las lesiones musculares pueden clasificarse como directas o indirectas y suelen agruparse en tres categorías según su gravedad. Se han propuesto varios factores de riesgo potenciales para las distensiones de isquiotibiales. Sólo unos pocos están basados en pruebas y algunos se basan principalmente en suposiciones teóricas. Faltan estudios clínicos sobre la eficacia de los programas de rehabilitación para las distensiones de isquiotibiales. Aunque el tratamiento inicial de reposo, hielo, compresión y elevación está aceptado para las distensiones musculares, no existe consenso para su rehabilitación. No se han realizado muchas investigaciones basadas en pruebas sobre la prevención de las distensiones de isquiotibiales. Hasta donde sabemos, sólo se han publicado dos estudios prospectivos. Dado que las lesiones son frecuentes en el fútbol y otros deportes que implican carreras de velocidad y saltos, es necesario seguir investigando, preferiblemente en forma de ensayos controlados aleatorizados.

¿Cómo se arregla una atrofia de isquiotibiales?

Puedes recuperarte de la atrofia muscular haciendo ejercicio regularmente y siguiendo una dieta sana. Es posible que empieces a notar mejoría al cabo de unos meses, pero puede que tardes mucho más en recuperar totalmente la fuerza.

¿Cuánto tiempo se tarda en fortalecer los músculos atrofiados?

El tiempo que tarde dependerá de la cantidad de atrofia que se haya producido y de su estado físico previo. Serán necesarias al menos dos semanas de fisioterapia antes de que empiece a notar una diferencia en los músculos. Pueden ser necesarios varios meses de fisioterapia para recuperar totalmente el tamaño y la fuerza de los músculos.

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¿Cómo se fortalecen los músculos atrofiados de los muslos?

El ejercicio constante es la mejor manera de fortalecer los músculos. Hacer sentadillas, montar en bicicleta y correr son buenas formas de mejorar la fuerza y la resistencia de los músculos de los muslos. Fijarse objetivos y llevar un estilo de vida saludable ayudará a la persona a fortalecerse, tonificar los muslos y, si lo desea, perder peso.

Músculos isquiotibiales dominantes

Después de una operación de LCA, puede sorprender el tiempo que tarda la pierna en recuperar su tamaño y el mismo aspecto que la pierna no operada. En comparación con la pierna no operada, se ha observado que la masa muscular del cuádriceps (los músculos grandes de la parte delantera del muslo) es un 20-30% menor a los 3 meses de la operación y un 10% menor al cabo de 1 año[1].

Ante todo, el tamaño de un músculo está relacionado con su fuerza[2]. Esto no significa que haya que ser culturista para tener la fuerza adecuada, pero sí que si se ha perdido masa muscular puede ser más difícil hacer las cosas que antes no se tenían problemas para hacer. Por el contrario, si ganas masa muscular (y por tanto fuerza) reducirás las posibilidades de volver a lesionarte, podrás realizar tus actividades habituales y también mejorarás tu rendimiento deportivo[3].

Para aumentar la masa muscular, lo que también se conoce como hipertrofia, el músculo necesita una carga progresiva y constante[1], lo que significa que el ejercicio debe ser cada vez más duro a medida que se avanza en el programa. En individuos sanos, la hipertrofia normalmente no empieza a producirse hasta pasadas 3-4 semanas de un programa de entrenamiento de resistencia de alta intensidad[4].

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Ejercicios de activación de glúteos

Las lesiones musculares agudas de los isquiotibiales son frecuentes en varios deportes, como el fútbol australiano (AFL), el sprint y el fútbol, y a menudo se asocian a un tiempo prolongado de baja deportiva.

En respuesta a esto, ha aumentado la investigación sobre la prevención y el tratamiento de las lesiones de isquiotibiales, pero los datos epidemiológicos no muestran un descenso en las tasas de lesiones y reincidencia, lo que sugiere que hay que mejorar los programas de rehabilitación y los criterios de vuelta al juego (RTP). Sigue habiendo una falta de consenso sobre cómo evaluar el rendimiento, la recuperación y la preparación para el RTP, tras una lesión por distensión de isquiotibiales.

Las lesiones musculares se encuentran entre las lesiones deportivas con pérdida de tiempo más frecuentes y la mayoría están causadas por sobreesfuerzo o contusión (1). El muslo es el músculo que se lesiona con más frecuencia en el fútbol (2) y en otros deportes (3-6). Las lesiones musculares de los isquiotibiales son las más frecuentes en el fútbol (2), el fútbol australiano (5), el fútbol americano (4) y el atletismo (6). En el fútbol, un jugador sufre una media de 0,6 lesiones musculares por temporada, el 92% localizadas en miembros inferiores y el 37% que afectan a los isquiotibiales, con una ausencia media de 14,3 ± 14,9 días y una tasa de relesión del 16% que provoca una ausencia más prolongada (2). En este estudio, las HMI se refieren a sobreesfuerzos indirectos, ya que las contusiones musculares directas de los isquiotibiales son poco frecuentes.

Síntomas de atrofia muscular

Algunas lesiones pueden afectar a más de un lugar, como un hueso o un músculo. A menudo, en el caso de lesiones importantes, la persona debe dar tiempo a su cuerpo para que se cure restringiendo el movimiento de la zona lesionada. Sin embargo, esto puede provocar atrofia muscular, que causa debilidad y pérdida de masa y fuerza muscular. Esta atrofia no sólo se produce con las lesiones. Puede producirse simplemente si se permanece inactivo durante demasiado tiempo. Utiliza estos consejos para combatir la atrofia muscular cuando veas que se está produciendo.

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Muchas personas pasan por periodos de menor actividad, lesiones o cirugías que hacen que no hagan tanto ejercicio. El invierno es una época en la que hay menos actividad física entre la gente debido a los elementos, las condiciones de viaje y más. Las lesiones y las intervenciones quirúrgicas son causas importantes de inactividad, que pueden provocar atrofia muscular. La curación puede llevar meses, lo que significa que tus músculos no están recibiendo la actividad que necesitan para mantenerse fuertes. Cuando el cuerpo pasa por estos periodos de inactividad, se produce un desgaste muscular. Los músculos se volverán más delgados y débiles.