Mecanismos de la disbiosis bacteriana intestinal provocada por la inflamación
En esta revisión resumimos los conocimientos actuales sobre la relación entre la microbiota intestinal y la inflamación, centrándonos en el papel de los macrófagos. En particular, analizamos dos enfermedades inflamatorias importantes, la obesidad y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), y proporcionamos una descripción de los macrófagos como células efectoras inmunitarias e inflamatorias.
La microbiota intestinal y sus metabolitos pueden regular las condiciones inflamatorias del huésped (Yang et al., 2017; Feng et al., 2018). Numerosos estudios han relacionado la microbiota intestinal con enfermedades inflamatorias. Forbes et al. (2018) han demostrado que las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, como la enfermedad de Crohn (EC), la colitis ulcerosa (CU), la esclerosis múltiple (EM) y la artritis reumatoide (AR), modifican la composición de la microbiota intestinal. Además, hay abundantes informes que destacan el papel de la microbiota intestinal en la patogénesis de las enfermedades inflamatorias como el asma, la diabetes mellitus (DM) tipo 1 y tipo 2, y la obesidad (Arrieta et al., 2015; Knip y Siljander, 2016; Meijnikman et al., 2018).
¿Cómo afecta la microbiota a la inflamación?
Los metabolitos derivados de la microbiota, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y los lipopolisacáridos (LPS) de bacterias Gram negativas, ejercen efectos antiinflamatorios o proinflamatorios al actuar sobre los macrófagos.
¿Cómo causa inflamación el microbioma?
Estas alteraciones de la microbiota intestinal pueden disminuir la producción de moco, SCFAs y AMPs, así como la expresión de la proteína de unión estrecha, dando lugar a la inflamación intestinal.
¿Cómo afectan los alimentos que consume a su microbioma?
Nuestra dieta moldea nuestro microbioma intestinal modulando la abundancia de especies específicas y sus funciones individuales o colectivas. Los cambios inducidos por la dieta en el microbioma intestinal podrían tener importantes implicaciones para la salud del huésped, ya que las alteraciones en las funciones microbianas afectan a la fisiología del huésped y a las enfermedades.
Inflamación y microbioma
Es posible que ya crea que muchos de sus comportamientos y elecciones -fumar cigarrillos, tomar unas copas de más o elegir habitualmente Netflix en lugar del gimnasio- pueden tener un gran impacto en su salud. Los investigadores están empezando a comprender cómo algunos de estos factores influyen en los tipos de bichos que viven y prosperan en nuestros intestinos. Algunos factores que contribuyen a la salud intestinal, corporal y cerebral se determinan en torno a la concepción, como la genética y el estilo de vida de los padres, el entorno en el que se nace y la exposición a infecciones o enfermedades. La contribución de estos factores a la salud es bastante estable, pero el microbioma intestinal sufre muchos cambios a lo largo de la vida y estos cambios pueden influir en la salud. Afortunadamente, hay comportamientos y hábitos que usted puede controlar y que ofrecen a su microbioma intestinal la mejor oportunidad de estar sano y funcionar correctamente. De los factores que puede controlar, el estilo de vida, incluida la dieta, es clave para determinar qué vive y prospera en su intestino. Esto es importante, por supuesto, ¡porque todo el mundo come!
Papel del microbioma intestinal en las enfermedades crónicas: una revisión narrativa
ResumenLa interacción entre la microbiota comensal y el desarrollo y la función del sistema inmunitario de los mamíferos incluye múltiples interacciones en la homeostasis y la enfermedad. El microbioma desempeña funciones críticas en la formación y el desarrollo de los principales componentes del sistema inmunitario innato y adaptativo del huésped, mientras que el sistema inmunitario orquesta el mantenimiento de características clave de la simbiosis huésped-microbio. En un huésped genéticamente susceptible, se cree que los desequilibrios en las interacciones microbiota-inmunidad en contextos ambientales definidos contribuyen a la patogénesis de multitud de trastornos inmunomediados. En este artículo repasamos las características de la interacción microbioma-inmunidad y su papel en la salud y la enfermedad, al tiempo que ofrecemos ejemplos de mecanismos moleculares que orquestan estas interacciones en el intestino y en órganos extraintestinales. Destacamos aspectos de los conocimientos actuales, los retos y las limitaciones para lograr una comprensión causal de las interacciones entre el microbioma y el sistema inmunitario del huésped, así como su impacto en las enfermedades inmunomediadas, y debatimos cómo estos conocimientos pueden traducirse en el futuro desarrollo de intervenciones terapéuticas dirigidas al microbioma.
¿Cómo se relaciona la alimentación la microbiota y la regulación de la inflamación? del momento
ResumenEl intestino humano alberga más de 100 billones de células microbianas, que desempeñan un papel esencial en la regulación metabólica humana a través de sus interacciones simbióticas con el huésped. La alteración de los ecosistemas microbianos intestinales se ha asociado a un aumento de los trastornos metabólicos e inmunitarios en animales y seres humanos. También se han identificado interacciones moleculares que vinculan la microbiota intestinal con el metabolismo energético, la acumulación de lípidos y la inmunidad del huésped. Sin embargo, los mecanismos exactos que vinculan variaciones específicas en la composición de la microbiota intestinal con el desarrollo de obesidad y enfermedades metabólicas en humanos siguen siendo oscuros debido a la compleja etiología de estas patologías. En esta revisión, analizamos los conocimientos actuales sobre las interacciones mecánicas entre la microbiota intestinal, el metabolismo energético del huésped y el sistema inmunitario del huésped en el contexto de la obesidad y las enfermedades metabólicas, centrándonos en la importancia del eje que vincula la microbiota intestinal y la inflamación metabólica del huésped. Por último, se analizan los enfoques terapéuticos dirigidos a remodelar el ecosistema microbiano intestinal para regular la obesidad y las patologías relacionadas, así como los retos pendientes en este ámbito.