Fractura del metacarpiano v

DescripciónLas fracturas metatarsianas son lesiones frecuentes del pie que suelen producirse por golpes directos o fuerzas de torsión. Muchas de estas fracturas son fáciles de tratar y tienen un pronóstico favorable. Sin embargo, las fracturas metatarsianas que evolucionan hacia la malunión o la no unión pueden provocar metatarsalgia incapacitante o artritis del mediopié. Los metatarsianos también están sujetos a fracturas por estrés y pueden verse en conjunción con otras lesiones del mediopié.

Estructura y funciónLos metatarsianos son huesos tubulares dorsalmente convexos del antepié que constan de cabeza, cuello, vástago y base. Están numerados del 1 al 5, de medial a lateral o de mayor a menor (Figura 1). La base de cada metatarsiano se articula con uno o más de los huesos del tarso y la cabeza se articula con las falanges proximales. Las bases de cada metatarsiano también se articulan entre sí en las articulaciones intermetatarsianas. Como unidad, los cinco metatarsianos constituyen el principal complejo de soporte de peso del antepié. Los tres radios mediales actúan como una palanca rígida para ayudar a la propulsión, mientras que los dos radios laterales proporcionan cierta movilidad en el plano sagital para permitir la acomodación a terrenos irregulares.

¿Por qué no se cura mi fractura del 5º metatarsiano?

Es posible que estos factores ralenticen gravemente el proceso de curación ósea o incluso provoquen la no curación de la fractura: Tabaquismo. Carga prematura de peso (cuando se ha recomendado no cargar peso) Exceso de carga de peso (cuando se permite cargar peso).

¿Por qué no se cura mi fractura de estrés?

Si la actividad que causó la fractura por sobrecarga se inicia demasiado deprisa, es posible que se produzca una fractura mayor y más difícil de curar. Si vuelves a lesionarte el hueso, puedes tener problemas a largo plazo, y la fractura por sobrecarga podría no curarse nunca correctamente.

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¿Cuánto tarda en curarse una fractura del cuboides por estrés?

Con un tratamiento fisioterapéutico adecuado, la mayoría de los pacientes con una fractura cuboidea por estrés pueden tener una recuperación completa (vuelta al deporte o a las actividades plenas) en un periodo de 3 a 6 meses. En los casos más graves, la recuperación puede tardar un año o más, dependiendo de la intervención necesaria y de otros factores.

Curación ósea

Dado que el astrágalo es importante para el movimiento del tobillo, una fractura suele provocar una pérdida sustancial de movimiento y función. Una fractura del astrágalo que no cicatriza correctamente puede provocar complicaciones, como cojera, artritis y dolor crónico. Por este motivo, la mayoría de las fracturas del astrágalo requieren cirugía.

El astrágalo es el hueso que forma la parte inferior de la articulación del tobillo (la tibia y el peroné forman la parte superior). La articulación del tobillo permite que el pie se mueva hacia arriba y hacia abajo. El astrágalo también se sitúa por encima del hueso del talón (calcáneo). Juntos, el astrágalo y el calcáneo forman la articulación subastragalina. Esta articulación permite que el pie se mueva hacia dentro y hacia fuera, lo que es importante para caminar por terrenos irregulares.

El astrágalo es el principal conector entre el pie y la pierna, ayudando a transferir el peso y las fuerzas de presión a través de la articulación del tobillo. Está cubierto en gran parte por cartílago articular, el material blanco y resbaladizo que recubre todas las superficies articulares. Este cartílago permite que el astrágalo se mueva suavemente contra sus huesos vecinos.

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Carótida interna

Las fracturas pueden producirse en todas las partes del hueso astrágalo. Lo más frecuente es que el astrágalo se fracture en su parte media, llamada “cuello”. El cuello se encuentra entre el “cuerpo” del astrágalo, debajo de la tibia, y la “cabeza” del astrágalo, situada más abajo en el pie.

Fractura del 5º metatarsiano

AbstractUltrasound imaging is widely used to evaluate the neuromusculoskeletal system, and recently, a particular interest is mounting in assessing the bone tissue and fractures. La ecografía puede considerarse una valiosa herramienta diagnóstica para realizar una evaluación de primera línea del tejido óseo, especialmente en entornos particulares sin acceso directo a imágenes de rayos X y/o en condiciones de emergencia. Además, las diferentes fases de curación de las fracturas óseas pueden evaluarse con precisión combinando la modalidad de modo B y el Doppler color/potencia (de alta sensibilidad), lo que optimiza el tratamiento de los pacientes, por ejemplo, la planificación de cargas progresivas y los procedimientos de rehabilitación. En esta revisión, resumimos el papel de la ecografía en el tratamiento de las fracturas óseas y describimos los signos ecográficos más comunes encontrados en la práctica diaria mediante la evaluación de diferentes tipos de fracturas óseas y las fases progresivas del proceso de curación.Puntos clave

Andrea Delli Pizzi y Antonio Corvino son miembros del Consejo Editorial de Insights into Imaging. No han participado en el proceso de revisión o selección de este artículo. Todos los demás autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Ortesis de fractura de Jones

Las lesiones de pie constituyen una proporción nada desdeñable de las lesiones deportivas, pero el tipo de frecuencia varía en función del deporte. Según el Informe Deportivo 2018 de la Verwaltungs-Berufsgenossenschaft (VBG), el baloncesto supuso el 7,4 % de las lesiones de pie, el hockey sobre hielo el 5,6 %, el fútbol el 10,3 % y el balonmano el 4,3 % [20]. Las fracturas metatarsianas son la entidad más frecuente [3]. El primer metatarsiano es el menos fracturado, con aproximadamente el 5 % de las fracturas metatarsianas, y el quinto metatarsiano es el más fracturado, con aproximadamente el 56 %. Las fracturas se distribuyen uniformemente entre los demás metatarsianos [6]. Pueden producirse fracturas por sobrecarga, así como fracturas traumáticas. Representan el 38% de las fracturas por estrés de la extremidad inferior. Las fracturas por estrés afectan sobre todo al segundo y tercer metatarsianos [6]. Independientemente de que se trate de una fractura aguda o de estrés, es esencial identificar lo antes posible la causa y los factores de riesgo contribuyentes. El tratamiento posterior debe tenerlos en cuenta.

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