Ortesis de fractura de tobillo
La arteria poplítea desciende verticalmente entre los cóndilos del fémur y pasa entre las cabezas medial y lateral del músculo gastrocnemio. Termina en el borde distal del músculo poplíteo, donde se divide en las arterias tibiales anterior y posterior. La arteria tibial anterior pasa entre la tibia y el peroné por la cara proximal de la membrana intraósea y penetra en el compartimento anterior de la parte inferior de la pierna. La arteria tibial posterior se divide varios centímetros distal a este punto, dando lugar a la arteria peronea (Fig. 31-1).51
El nervio tibial posterior discurre adyacente y posterior a la arteria poplítea en el hueco poplíteo, y luego entra en el compartimento posterior profundo de la pierna. Este nervio proporciona inervación a los músculos del compartimento posterior profundo y sensibilidad a la cara plantar del pie. El nervio peroneo común pasa lateralmente alrededor del cuello proximal del peroné. Se divide en las ramas profunda y superficial, y luego pasa a los compartimentos anterior y lateral de la parte inferior de la pierna, respectivamente. Cada rama inerva los músculos de su compartimento. El nervio peroneo profundo proporciona sensibilidad al primer espacio de la cintilla. La rama superficial es responsable de la sensibilidad en las caras dorsal y lateral del pie.
¿Se puede tener una amplitud de movimiento completa con un tobillo roto?
Un tobillo roto puede limitar gravemente su capacidad para realizar tareas funcionales básicas como correr y caminar. Esta dolorosa lesión puede causar pérdida de fuerza, amplitud de movimiento y dolor en las extremidades inferiores. Estos impedimentos pueden dificultar o imposibilitar la realización de las actividades cotidianas.
¿Volverá a ser mi tobillo el mismo después de una rotura?
Un tobillo roto tarda tiempo en curarse. Si te han operado para reparar más de un hueso del tobillo, pueden pasar dos años hasta que tu tobillo vuelva a la normalidad. Si no te han operado, el tobillo puede curarse en un plazo de 12 a 16 semanas.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de una fractura de peroné?
Dolor a largo plazo. Daños permanentes en los nervios y vasos sanguíneos que rodean la articulación del tobillo. Acumulación anormal de presión en los músculos que rodean el tobillo. Hinchazón crónica de la extremidad.
Clasificación de las fracturas de tobillo
El tratamiento de las fracturas agudas de tobillo es claro en el enfoque; sin embargo, aún quedan preguntas sobre la reparación tardía de las fracturas crónicas de tobillo malunidas. Aquí se ilustra un caso clínico de una mujer de 49 años que presentó una malunión bimaleolar, con desplazamiento lateral grave del astrágalo y posición en valgo. Acudió a nuestra clínica 8 meses después de la lesión inicial. En presencia de cambios degenerativos de leves a moderados en la articulación tibio-talar, se realizó una fijación interna de reducción abierta (ORIF) sin complicaciones. Se estableció una alineación anatómica adecuada y se consiguió una fijación estable.
Está bien documentado que la fijación interna por reducción abierta (ORIF) anatómica de las fracturas de tobillo inestables agudas disminuye la tasa y la gravedad de la artropatía postraumática en comparación con la intervención tardía [1,3,5-15]. [1,3,5-15] Las fracturas de tobillo se producen con frecuencia con una desafortunada propensión a la malunión si no se tratan o se corrigen insuficientemente. A pesar de la indulgencia de los condrocitos de la articulación del tobillo ante las mayores exigencias, la articulación del tobillo no tolera bien la mala alineación. [2,4,8]
Fractura del maléolo medial
Fig. 1Osteoma osteoide extendido del radio proximal izquierdo en un paciente varón de 9 años a Radiografías convencionales postoperatorias 3 meses después de la resección segmentaria b El puntal único estaba totalmente integrado 5 meses después de la cirugía y presenta hipertrofia en sus uniones c La extracción de la placa se realizó 7 meses después de la cirugía inicial d
Fig. 2Imagen preoperatoria de un paciente varón de 28 años con condrosarcoma perióstico (G2) del fémur proximal izquierdo: radiografías convencionales a Secuencia de RM STIR b Secuencia de RM e-Thrive con agente de contraste c. Radiografías postoperatorias convencionales anteroposterior d y latero-lateral e tras una resección amplia y reconstrucción hemicortical con dos struts de peroné no vascularizados. Se observó la integración completa de ambos struts y la remodelación del segmento resecado en las radiografías convencionales 10 meses después de la cirugía f, g
Fig. 3Sarcoma de Ewing del peroné distal en una triatleta del equipo nacional de 15 años a Tras una amplia resección del tumor con preservación de la punta maleolar, el peroné distal se reconstruyó con un puntal de peroné no vascularizado mediante una sinostosis tibiofibular b Tras la integración completa y la consolidación ósea del injerto de peroné c se planificó la retirada de la placa y de los tornillos, ya que la paciente sentía molestias durante las actividades deportivas d En las radiografías convencionales de esta paciente se observó una remodelación parcial del peroné con osificaciones a lo largo del periostio d
Fractura proximal de peroné
El tratamiento de las fracturas agudas de tobillo es claro en cuanto al enfoque; sin embargo, aún quedan preguntas sobre la reparación tardía de las fracturas crónicas de tobillo malunidas. Aquí se ilustra un caso clínico de una mujer de 49 años que presentó una malunión bimaleolar, con desplazamiento lateral grave del astrágalo y posición en valgo. Acudió a nuestra clínica 8 meses después de la lesión inicial. En presencia de cambios degenerativos de leves a moderados en la articulación tibio-talar, se realizó una fijación interna de reducción abierta (ORIF) sin complicaciones. Se estableció una alineación anatómica adecuada y se consiguió una fijación estable.
Está bien documentado que la fijación interna por reducción abierta (ORIF) anatómica de las fracturas de tobillo inestables agudas disminuye la tasa y la gravedad de la artropatía postraumática en comparación con la intervención tardía [1,3,5-15]. [1,3,5-15] Las fracturas de tobillo se producen con frecuencia con una desafortunada propensión a la malunión si no se tratan o se corrigen insuficientemente. A pesar de la indulgencia de los condrocitos de la articulación del tobillo ante las mayores exigencias, la articulación del tobillo no tolera bien la mala alineación. [2,4,8]