Depresión tras un ictus

Después de un ictus, además de los efectos físicos evidentes, es posible que experimente cambios importantes en su personalidad. Estos cambios de comportamiento pueden cogerle a usted y a sus seres queridos por sorpresa si de repente ya no actúa como “usted mismo”.

Reconocer los cambios de personalidad puede ser un gran paso para cambiar comportamientos no deseados. Con ese conocimiento, puedes trabajar para recuperar algunos de los rasgos de personalidad que te hacen sentir más “tú mismo”.

La depresión es un cambio de personalidad muy común después de un ictus, ya que hasta el 33% de los supervivientes la padecen. El número exacto de personas es difícil de precisar, pero los datos indican que las personas que han sufrido un ictus son más propensas a la depresión que las que no lo han sufrido.

Si usted o un ser querido tiene sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza, puede obtener ayuda eficaz para este problema. Si reconoce que la depresión no es culpa suya ni un signo de debilidad, podrá recibir el tratamiento médico adecuado.

Consecuencias del ictus

¿Por qué me siento diferente? AnsiedadFrustraciónEnfadoSentirse decaído o deprimidoSentirse desesperado o con tendencias suicidasDificultad para controlar las emociones (emocionalismo)¿Existen tratamientos que puedan ayudar? ¿Qué puedo hacer con respecto a cómo me siento?

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No sólo tú estás pasando por todas estas emociones, sino que las personas que te rodean también pueden estarlo. A menudo la gente no quiere admitir lo que siente y pone mala cara. Así que es posible que la gente que te rodea no se dé cuenta de lo que estás pasando.

Todo esto puede ser difícil de sobrellevar. Pero si no reconoces cómo te sientes y buscas cosas que te ayuden a afrontarlo, estas emociones pueden llegar a ser abrumadoras y provocar problemas. Los problemas emocionales también pueden afectar a tu recuperación si, por ejemplo, no te sientes motivado para participar en las terapias.

Estos temores deberían mejorar con el tiempo. Si se siente ansioso por una gran variedad de cosas o sin motivo aparente, debería hablar con alguien al respecto. Recibir apoyo y tratamiento para la ansiedad puede ayudarle a centrarse en cosas como la rehabilitación, comer bien y mantenerse activo. Sentirte más relajado te ayudará en tu recuperación, así que no tengas miedo de buscar ayuda si la necesitas.

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Cambios en el estilo de vida para prevenir el ictus

Un ictus se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a cualquier parte del cerebro. Los problemas para moverse, pensar y hablar suelen mejorar en las primeras semanas o meses tras un ictus. Algunas personas seguirán mejorando meses o años después del ictus.

Revisado por: David C. Dugdale, III, MD, Profesor de Medicina, División de Medicina General, Departamento de Medicina, Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. También revisado por David Zieve, MD, MHA, Director Médico, Brenda Conaway, Directora Editorial, y el equipo editorial de A.D.A.M.

La vida después del ictus

Un ictus es una situación de emergencia, y cuanto antes reciba tratamiento, mejor. Pero, ¿qué ocurre en los días, semanas y meses posteriores al ictus? La Dra. Preeti Raghavan, especialista en rehabilitación de ictus del Johns Hopkins, explica que “a veces, el proceso puede ser lento e incierto, y cada persona se recupera de una forma distinta”.

Si sufre un ictus, lo más probable es que inicialmente ingrese en un servicio de urgencias para estabilizar su estado y determinar el tipo de ictus. Si está causado por un coágulo sanguíneo (ictus isquémico), la medicación anticoagulante puede ayudar a reducir los efectos a largo plazo si se trata a tiempo.

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“Empezar la rehabilitación lo antes posible, una vez tratada la causa del ictus, es vital para la recuperación”, dice Raghavan. “En el Johns Hopkins, la rehabilitación comienza en torno a las 24 horas del ictus”.

El equipo de rehabilitación está formado por fisiatras, neurólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, logopedas y enfermeras. Se reúnen a diario para hablar del estado del paciente, y durante los dos primeros días se administra algún tipo de terapia cada hora.