Prueba de molienda rotuliana

Los pacientes que padecen artritis patelofemoral de rodilla presentan dolor y rigidez en la rótula y, a menudo, hinchazón en la parte anterior de la rodilla, que suele empeorar al caminar por terrenos inclinados, subir y bajar escaleras, ponerse en cuclillas o levantarse desde una posición sentada.

La artritis patelofemoral se diagnostica cuando hay una pérdida significativa de cartílago de la superficie articular de la rótula y la tróclea (surco). El diagnóstico se limita a la artritis observada únicamente en este compartimento de la rodilla; si los compartimentos medial y lateral están afectados, el diagnóstico probable es una artrosis generalizada de rodilla. (Como ocurre con otros trastornos de la articulación femororrotuliana, es más frecuente en las mujeres).

El tratamiento de la artritis femororrotuliana comienza siempre con medidas no quirúrgicas. Éstas incluyen adaptaciones en la actividad, como evitar las escaleras, limitar las sentadillas y las estocadas y disminuir los deportes de impacto; fisioterapia para estirar y fortalecer los músculos circundantes; y uso de medicamentos como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar el dolor.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el síndrome femororrotuliano?

La mejor forma de tratar el síndrome de dolor patelofemoral es descansar y evitar las actividades que causan dolor. Se puede utilizar hielo y antiinflamatorios como el ibuprofeno para tratar la hinchazón o el dolor que pueda aparecer. La fisioterapia específica y los ejercicios de fortalecimiento también facilitarán la recuperación.

¿Se puede curar el síndrome patelofemoral?

La mayoría de las personas se recuperan totalmente del síndrome de dolor patelofemoral después del tratamiento. Es importante dejar que la lesión se cure por completo antes de volver al nivel normal de actividad.

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¿Cuáles son los dos tratamientos del síndrome femororrotuliano?

Los tratamientos sencillos, como el reposo y el hielo, suelen ayudar, pero a veces es necesaria la fisioterapia para aliviar el dolor patelofemoral.

Síntomas del síndrome patelofemoral

El síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) es el diagnóstico más frecuente en pacientes ambulatorios que presentan dolor de rodilla. Los estudios han demostrado que el SDPF es el diagnóstico individual más común entre los corredores y en los centros de medicina deportiva.1,2 El 11% de las dolencias musculoesqueléticas en consulta están causadas por dolor anterior de rodilla (que suele ser consecuencia del SDPF), y el SDPF constituye entre el 16% y el 25% de todas las lesiones en corredores.1,3,4

El diagnóstico del SDPF se realiza clínicamente y, aunque el tratamiento puede ser difícil, un programa de tratamiento no quirúrgico bien diseñado suele permitir a los pacientes volver a sus actividades recreativas y competitivas. A continuación se ofrece una actualización sobre la evaluación clínica y el tratamiento de los pacientes con SDPF.

Recomendación clínicaCalificación de la evidenciaReferenciasSe recomienda la fisioterapia como tratamiento inicial para los pacientes con SDPF.A21-24 Es poco probable que el uso de ortesis o vendaje rotuliano para el SDPF produzca mejores resultados que la fisioterapia.B26-31

El término “SDPF” suele utilizarse indistintamente con “dolor anterior de rodilla” o “rodilla de corredor”. El SDPF puede definirse como un dolor anterior de rodilla que afecta a la rótula y el retináculo y excluye otras patologías intraarticulares y peripatelares.5 La condromalacia rotuliana, una afección en la que se produce un reblandecimiento del cartílago articular rotuliano, sólo se da en un subgrupo de pacientes que presentan dolor anterior de rodilla.5-7

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Ejercicios para el síndrome patelofemoral pdf

Las bursas son pequeños sacos gelatinosos que se encuentran por todo el cuerpo, incluso alrededor del hombro, el codo, la cadera, la rodilla y el talón. Contienen una pequeña cantidad de líquido y se sitúan entre los huesos y los tejidos blandos, actuando como amortiguadores para ayudar a reducir la fricción.

La bursitis prepatelar es una inflamación de la bursa situada en la parte delantera de la rótula. Se produce cuando la bursa se irrita y produce demasiado líquido, lo que hace que se hinche y ejerza presión sobre las partes adyacentes de la rodilla.

(Izquierda) Reproducido de J Bernstein, ed: Musculoskeletal Medicine. Rosemont, IL, Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, 2003. (Derecha) Reproducido y adaptado de The Body Almanac. (c) Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, 2003, p. 191.

Un golpe directo en la parte delantera de la rodilla también puede causar bursitis prepatelar. Los deportistas que practican deportes en los que son frecuentes los golpes directos o las caídas sobre la rodilla, como el fútbol americano, la lucha libre o el baloncesto, corren un mayor riesgo de padecer esta afección.

La bursitis prepatelar también puede estar causada por una infección bacteriana. Si una lesión de rodilla -como una picadura de insecto, un rasguño o una herida punzante- rompe la piel, las bacterias pueden introducirse en el saco de la bursa y provocar una infección. Esto se denomina bursitis infecciosa. La bursitis infecciosa es menos frecuente, pero más grave y debe tratarse con mayor urgencia, aunque no siempre con cirugía.

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Causas del síndrome femororrotuliano

DiagnósticoSu médico le preguntará sobre sus antecedentes de problemas de rodilla y presionará zonas de la rodilla y moverá la pierna en diversas posiciones para ayudar a descartar otras afecciones que presenten signos y síntomas similares.

TratamientoEl tratamiento del dolor femororrotuliano suele comenzar con medidas sencillas. Descanse la rodilla todo lo posible. Evite o modifique las actividades que aumentan el dolor, como subir escaleras, arrodillarse o ponerse en cuclillas.

Preparación para la consultaPuede empezar por acudir a su médico de cabecera. O puede que le remitan a un especialista en medicina física y rehabilitación (fisiatra), un fisioterapeuta, un cirujano ortopédico o un especialista en medicina deportiva.

Si es posible, llévate a un familiar o amigo para que te ayude a recordar la información que te den. Además, si le han hecho radiografías u otras pruebas de imagen de las rodillas, procure llevar copias de ellas a la cita.