Protocolo de rehabilitación de la luxación rotuliana recidivante

La rodilla valga (también llamada “deformidad de rodilla valga”, “síndrome de rodilla valga”, “rodilla golpeada” o “genu valgum”) es una alineación incorrecta de la rodilla que puede afectar a personas de todas las edades. Con el tiempo, el desequilibrio de fuerzas que ejerce sobre las rodillas puede causar dolor, lesiones articulares y artritis de rodilla de aparición temprana. La corrección de la deformidad mejorará la mecánica de la rodilla y la capacidad para caminar, reducirá el dolor y evitará una rápida progresión de los daños en la rodilla.

La rodilla valga es una afección en la que las rodillas se doblan hacia dentro y se tocan o “golpean” entre sí, incluso cuando la persona está de pie con los tobillos separados. Esto ejerce una fuerza excesiva en la parte externa de la rodilla, lo que puede causar dolor y daños con el tiempo.

Los golpes temporales en las rodillas forman parte de una etapa normal del desarrollo de la mayoría de los niños. Suelen corregirse por sí solas a medida que el niño crece. Las rodillas valgas que persisten después de los seis años, son graves o afectan a una pierna mucho más que a la otra pueden ser un signo de síndrome de rodilla valga.

¿Cómo se arregla una rótula desviada?

La mayoría de los problemas de tracción rotuliana pueden tratarse eficazmente sin cirugía. El tratamiento no quirúrgico puede incluir reposo, ejercicios regulares de estiramiento y fortalecimiento, vendar o sujetar la rodilla, utilizar hielo y el uso a corto plazo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

¿Cuándo hay que operar una luxación de rótula?

El tratamiento conservador suele utilizarse si es la primera vez que se disloca la rótula. Si ocurre una segunda vez o si sigue ocurriendo, suele plantearse la cirugía.

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¿Cómo se arregla una rótula inestable?

La cirugía artroscópica puede corregir esta afección. Si la rótula sólo está parcialmente dislocada, el médico puede recomendar tratamientos no quirúrgicos, como ejercicios y aparatos ortopédicos. Los ejercicios le ayudarán a fortalecer los músculos del muslo para que la rótula se mantenga alineada.

Cirugía de luxación rotuliana recidivante

El síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) es el diagnóstico más frecuente en pacientes ambulatorios que presentan dolor de rodilla. Los estudios han demostrado que el SDPF es el diagnóstico único más común entre los corredores y en los centros de medicina deportiva.1,2 El 11% de las dolencias musculoesqueléticas en la consulta están causadas por dolor anterior de rodilla (que suele ser consecuencia del SDPF), y el SDPF constituye entre el 16% y el 25% de todas las lesiones en corredores.1,3,4

El diagnóstico del SDPF se realiza clínicamente y, aunque el tratamiento puede ser difícil, un programa de tratamiento no quirúrgico bien diseñado suele permitir a los pacientes volver a sus actividades recreativas y competitivas. A continuación se ofrece una actualización sobre la evaluación clínica y el tratamiento de los pacientes con SDPF.

Recomendación clínicaCalificación de la evidenciaReferenciasSe recomienda la fisioterapia como tratamiento inicial para los pacientes con SDPF.A21-24 Es poco probable que el uso de ortesis o vendaje rotuliano para el SDPF produzca mejores resultados que la fisioterapia.B26-31

El término “SDPF” suele utilizarse indistintamente con “dolor anterior de rodilla” o “rodilla de corredor”. El SDPF puede definirse como un dolor anterior de rodilla que afecta a la rótula y el retináculo y excluye otras patologías intraarticulares y peripatelares.5 La condromalacia rotuliana, una afección en la que se produce un reblandecimiento del cartílago articular rotuliano, sólo se da en un subgrupo de pacientes que presentan dolor anterior de rodilla.5-7

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Inestabilidad patelofemoral

Cuando las cosas están “en su sitio”, van sobre ruedas. Este es el caso de la rodilla. Siempre que la rótula se mantenga en el surco de la rodilla, podrás andar, correr, sentarte, estar de pie y moverte con facilidad. Cuando la rótula se sale del surco, suelen aparecer problemas y dolores.

La rótula conecta los músculos de la parte anterior del muslo con la tibia. Al doblar o enderezar la pierna, la rótula sube o baja. El hueso del muslo (fémur) tiene una muesca en forma de V (surco femoral) en un extremo para alojar la rótula en movimiento. En una rodilla normal, la rótula encaja perfectamente en el surco.

Pero si el surco es irregular o demasiado poco profundo, la rótula podría deslizarse y provocar una luxación parcial o total. Un golpe fuerte en la rótula, como una caída, también puede hacer que la rótula se salga de su sitio.

Durante la exploración física, el médico puede pedirle que camine o que estire y flexione la rodilla. El médico puede palpar cuidadosamente la zona alrededor de la rótula y tomar medidas para determinar si los huesos están desalineados o si los músculos del muslo están débiles.

Ortobulillas luxación rotuliana recidivante

Objetivos: La reconstrucción del ligamento patelofemoral medial (MPFL) es un tratamiento quirúrgico importante para la luxación patelar recurrente. Sin embargo, pocos estudios se han centrado en el tratamiento con ejercicios después de la reconstrucción del MPFL. Por lo tanto, el primer objetivo fue comparar las terapias de ejercicios posoperatorios activos y tradicionales en la recuperación de la función de la articulación de la rodilla y la reducción de la atrofia muscular después de la reconstrucción del MPFL, y el segundo objetivo fue comparar las terapias de ejercicios posoperatorios activos y tradicionales en la estabilidad rotuliana después de la reconstrucción del MPFL.

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Métodos: Se revisaron retrospectivamente los casos de 31 pacientes con luxación rotuliana recurrente tratados con reconstrucción anatómica MPFL con doble semitúnel rotuliano entre febrero de 2016 y febrero de 2019. Los resultados clínicos, incluidos el ángulo de inclinación rotuliano (PTA), el ángulo patelofemoral lateral (LPFA), la reducción de la circunferencia del muslo, la puntuación de Kujala y la puntuación de Lysholm, se compararon entre dos grupos (es decir, los grupos de ejercicio activo y ejercicio tradicional) antes de la operación, 3 meses después de la operación, 6 meses después de la operación, 12 meses después de la operación y 24 meses después de la operación.