Surco calcarino

En neuroanatomía, el surco lateral (también llamado fisura silviana, en honor a Franciscus Sylvius, o fisura lateral) es una de las características más prominentes del cerebro humano. El surco lateral es una fisura profunda en cada hemisferio que separa los lóbulos frontal y parietal del lóbulo temporal. La corteza insular se encuentra en la profundidad del surco lateral.

El surco lateral divide el lóbulo frontal y el lóbulo parietal por arriba del lóbulo temporal por abajo. Se encuentra en ambos hemisferios cerebrales. El surco lateral es uno de los surcos de desarrollo más temprano del cerebro humano. Aparece por primera vez alrededor de la decimocuarta semana de gestación[1].

El surco lateral tiene varias ramas laterales. Dos de las más prominentes y que se encuentran con mayor regularidad son la rama ascendente (también llamada vertical) y la rama horizontal de la fisura lateral, que subdividen la circunvolución frontal inferior. El surco lateral también contiene las circunvoluciones temporales transversas, que forman parte de la corteza auditiva primaria y superficial.

¿Hay alguna diferencia entre surco y fisura?

Los términos fisura y surco, tal como se definen clásicamente, son los siguientes: una fisura separa un lóbulo de otro, mientras que un surco se encuentra dentro de un lóbulo y delimita los giros. Las fisuras y los surcos de los hemisferios cerebrales pueden clasificarse en tres grupos según su localización.

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¿Qué es una fisura silviana?

La fisura silviana es el hito más consistente y distintivo de la superficie hemisférica lateral del cerebro[1]. Está formada por la relación anatómica entre el opérculo frontoparietal, el opérculo temporal y la ínsula.

¿Qué surco se conoce como surco de Ronaldo?

El surco central, también conocido como la cisura de Rolando, también separa el área cortical motora (que se encuentra anterior a la cisura) de la…

Circunvolución temporal superior

AbstractDiffusion MRI paired with tractography has facilitated a non-invasive exploration of many association, projection, and commissural fiber tracts. Sin embargo, siguen siendo escasos los estudios de investigación relacionados con las fibras de asociación intralobares. Los Dejerine (dos de los neurólogos más notables de la Francia del siglo XIX) describieron en profundidad las fibras intralobulares del lóbulo occipital. Desgraciadamente, su exquisito trabajo ha sido escasamente citado desde entonces en la literatura moderna. Este trabajo ofrece una descripción moderna de muchas de las fibras intralobares del lóbulo occipital descritas por Dejerines. Realizamos una disección virtual y reconstruimos los tractos mediante tractografía por RM de difusión. La disección está guiada por el tratado de Dejerines, Anatomie des Centres Nerveux. Como complemento de este artículo, hemos proporcionado una traducción del francés al inglés de la parte del tratado relativa a cinco tractos intraoccipitales, a saber: el stratum calcarinum, el stratum proprium cunei, el fascículo occipital vertical de Wernicke, el fascículo transverso del cuneus y el fascículo transverso del lóbulo lingual de Vialet. Fue posible reconstruir todos estos tractos menos uno. Para completar, se identificó y reconstruyó con éxito el fascículo del trineo, descrito recientemente, aunque no es uno de los tractos de Dejerines.

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Sobrepeso y artrosis

Fisura longitudinal

Tres siglos y medio después, hay menos misterio en torno a esa composición fibrosa del cerebro. Entre las neuronas que habitan la materia gris (MG), hay dos grupos: las interneuronas y las neuronas de proyección larga. El primer grupo incluye las neuronas que permanecen más o menos confinadas en la GM para conectar entre sí a las demás neuronas de la GM. Las neuronas de larga proyección tienen sus cuerpos celulares y su arborización dendrítica dentro del GM, pero sus axones proyectan su información a grandes distancias del cuerpo celular. Además, las neuronas de proyección larga están relativamente dispersas en el GM. Sin embargo, cuando emergen posteriormente del GM, se organizan en fibras, se abren en abanico y luego se reagrupan para formar haces de fibras. Estos axones están mielinizados a lo largo de todo su recorrido, lo que le confiere un color blanquecino. Por consiguiente, la materia blanca (Mbl) comprende las partes del tejido nervioso que contienen esencialmente haces de fibras de largo recorrido (axones) recubiertos de mielina.

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Rombencéfalo o cerebro posterior

A pesar de que el cerebro está formado por miles de millones de neuronas y, por tanto, por otros tantos axones con un gran número de proyecciones de largo alcance, la organización espacial de tal cantidad de axones que componen la WM cerebral dista mucho de ser anárquica, sino que se compone de axones densamente empaquetados y organizados en tractos de fibras, también denominados haces o fascículos. Estos tractos forman una arquitectura tridimensional compleja pero bien organizada dentro de los hemisferios, el tronco encefálico y la médula espinal.