Nervio pudendo
La estimulación del nervio tibial posterior (PTNS), un procedimiento mínimamente invasivo, consiste en la inserción de una aguja de acupuntura por encima del maléolo medial en una rama superficial del nervio tibial posterior. Un impulso eléctrico ajustable de bajo voltaje (10 mA, frecuencia de 1-10 Hz) viaja a través del nervio tibial posterior hasta el plexo nervioso sacro para alterar la función del suelo pélvico mediante neuromodulación. Los regímenes de tratamiento consisten en sesiones semanales de 30 minutos durante 12 semanas. Los estudios demuestran que la PTNS es segura y presenta mejoras estadísticamente significativas en la evaluación de los síntomas de vejiga hiperactiva (VH) (polaquiuria, nicturia, tenesmo e incontinencia de urgencia) y puede considerarse una alternativa clínicamente significativa a la farmacoterapia.
A los pacientes que presenten una mejoría de los síntomas de VH: polaquiuria, nicturia, tenesmo vesical, volumen miccional y episodios de incontinencia de urgencia, después de las 12 sesiones iniciales, se les permitirá una frecuencia de 1 tratamiento cada 1-2 meses cuando la necesidad médica esté justificada mediante documentación en la historia clínica durante un máximo de 3 años. El número máximo de sesiones de por vida será de 45 en total. No se cubrirán los tratamientos posteriores.
¿Qué inerva el nervio tibial posterior?
El nervio tibial posterior, como entidad distinta, proporciona inervación motora a los músculos intrínsecos del pie plantar.
¿Cuáles son los síntomas de una lesión del nervio tibial?
La disfunción del nervio tibial se produce cuando el nervio tibial está dañado. Los síntomas pueden incluir entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad de la rodilla o el pie. El nervio tibial suele lesionarse por fracturas u otras lesiones en la parte posterior de la rodilla o en la parte inferior de la pierna.
¿De dónde procede el nervio tibial posterior?
El nervio tibial es una de las dos ramas terminales del nervio ciático, el mayor nervio del cuerpo humano. El nervio tibial se origina en las raíces nerviosas espinales L4-S3 y proporciona inervación motora y sensitiva a la mayor parte de la parte posterior de la pierna y el pie.
Síndrome del túnel tarsiano
La OIA de esta semana procede del Dr. Ezaldeen Numur, que utilizó la ecografía para localizar un trozo de vidrio en la planta del pie y realizar un bloqueo del nervio tibial posterior guiado por ecografía para administrar anestesia regional. Inyectar anestésico local directamente en la planta del pie es exquisitamente doloroso dada la falta de distensibilidad de los tejidos y la alta concentración de terminaciones nerviosas presentes. El nervio tibial posterior proporciona inervación sensorial a la mayor parte de la planta del pie y puede ser una herramienta valiosa para la reparación de laceraciones y la extracción de cuerpos extraños. Se ha demostrado que la guía ecográfica mejora las tasas de éxito de este bloqueo. Para obtener imágenes del nervio tibial posterior, comience palpando el pulso PT justo posterior al maléolo medial. Coloque la sonda lineal de alta frecuencia justo detrás del maléolo medial, como se ve en la imagen 1. El nervio discurre por un haz vascular que se encuentra en la parte posterior del maléolo medial.
El nervio discurre en un haz vascular con la arteria y la vena tibial posterior y puede identificarse por su aspecto hiperecoico en panal en eje corto. A veces, deslizar la sonda unos centímetros hacia arriba y hacia abajo por la pierna puede mejorar la capacidad de visualizar el nervio. Procure no ejercer demasiada presión sobre la sonda, ya que los vasos son superficiales y pueden estar ocluidos. La imagen 2 muestra el aspecto normal del nervio en el corte transversal.
Nervio sural
El síndrome del túnel tarsiano es una afección en la que se comprime el nervio tibial. Se trata del nervio situado en el tobillo que permite la sensibilidad y el movimiento de algunas partes del pie. El síndrome del túnel tarsiano puede provocar entumecimiento, hormigueo, debilidad o lesiones musculares principalmente en la planta del pie.
La disfunción del nervio tibial se produce cuando se daña el nervio tibial. Los síntomas pueden incluir entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad de la rodilla o el pie. El nervio tibial suele lesionarse por fracturas u otras lesiones en la parte posterior de la rodilla o en la parte inferior de la pierna. Puede verse afectado por enfermedades sistémicas como la diabetes mellitus. El nervio también puede resultar dañado por la presión de un tumor, un absceso o una hemorragia en la rodilla. El tratamiento suele depender de la localización del origen de la lesión del nervio tibial.
El síndrome del túnel tarsiano es una forma inusual de neuropatía periférica. Se produce cuando se daña el nervio tibial. La zona del pie por la que el nervio penetra en la parte posterior del tobillo se denomina túnel tarsiano. Este túnel es normalmente estrecho. Cuando el nervio tibial se comprime, se producen los síntomas del síndrome del túnel tarsiano.La presión sobre el nervio tibial puede deberse a cualquiera de las siguientes causas:En algunos casos, no se puede encontrar ninguna causa.
Nervio peroneo común
El nervio tibial posterior describe el extremo distal del nervio tibial a su paso alrededor del maléolo medial en el túnel tarsiano. Anatómicamente, la estructura es una continuación de su nervio tibial matriz en una región específica de la extremidad distal y no representa una rama del nervio tibial o una estructura distinta. En consecuencia, algunos textos se referirán a ella como el nervio tibial. Además, no existe un nervio tibial anterior a nivel del pie o del tobillo. Sin embargo, muchos autores y textos se refieren a la estructura como nervio tibial posterior debido a su importancia clínica. El nervio tibial es un nervio tanto motor como sensitivo, es la mayor prolongación distal del nervio ciático y es una rama del plexo lumbosacro que transporta las raíces espinales L4, L5, S1, S2 y S3. En la parte distal del muslo, el nervio tibial se separa del nervio ciático, atraviesa el hueco poplíteo, pasa por debajo del arco del sóleo y continúa distalmente por su cara inferior para descender finalmente por detrás del maléolo medial, donde recibe el nombre de nervio tibial posterior, y entrar en el pie en forma de ramas plantares medial y lateral. El nervio tibial posterior es susceptible de atrapamiento en el síndrome del túnel tarsiano y puede manipularse con anestesia para proporcionar bloqueo nervioso[1].