Estenosis foraminal lumbar
La estenosis espinal es el estrechamiento de los canales óseos por los que pasan los nervios y la médula espinal. La artritis puede hacer que las articulaciones facetarias y los ligamentos se agranden y engrosen, restringiendo el espacio para que los nervios se muevan libremente. Los nervios pinzados se inflaman y causan dolor, calambres, entumecimiento o debilidad en las piernas, la espalda, el cuello o los brazos. Los medicamentos, la fisioterapia y las inyecciones en la columna vertebral pueden ayudar a controlar los síntomas. Los síntomas crónicos pueden requerir cirugía para abrir los canales.
La columna vertebral está formada por 24 huesos móviles llamados vértebras. Las vértebras están separadas por discos, que actúan como amortiguadores impidiendo que las vértebras rocen entre sí. En el centro de cada vértebra hay un espacio hueco llamado canal raquídeo que contiene la médula espinal, los nervios raquídeos, los ligamentos, la grasa y los vasos sanguíneos. Los nervios raquídeos salen del conducto raquídeo a través del agujero intervertebral (también llamado canal de la raíz nerviosa) para ramificarse por el cuerpo. Tanto el canal raquídeo como el canal de la raíz nerviosa están rodeados de hueso y ligamentos. Los cambios óseos pueden estrechar los canales y restringir la médula espinal o los nervios (véase Anatomía de la columna vertebral).
Estenosis foraminal l5-s1
La médula espinal conecta con los nervios que recorren todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Esto, por supuesto, permite al cerebro comunicarse con regiones lejanas del cuerpo. Los forámenes son aberturas de la columna vertebral que permiten que los nervios se extiendan hacia las extremidades. La estenosis foraminal, por tanto, es una afección en la que estas aberturas se estrechan o “estenosan”.
Los forámenes son creados por los pedículos de las vértebras. Los pedículos conectan el cuerpo vertebral anterior con la porción ósea que forma la parte posterior de la columna vertebral. Más concretamente, la parte posterior de la columna está formada por la lámina, las articulaciones facetarias y las apófisis espinosas.
Cuando la columna vertebral pierde forma y estabilidad, puede constreñir estas aberturas. Esto puede ocurrir debido a una lesión o a una enfermedad. Además, este estrechamiento puede ejercer presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas, afectando a la capacidad de funcionamiento del nervio. Los nervios comprimidos pueden provocar varios síntomas neurológicos, de los que hablaremos en detalle más adelante.
Las personas más jóvenes también pueden desarrollar estenosis foraminal tras una lesión. Una mala caída, un accidente de coche o una lesión deportiva pueden dañar los discos u otras estructuras de la columna vertebral. Además, cualquier persona, independientemente de su edad, puede desarrollar un tumor medular. Los cambios en la columna vertebral, de cualquier tipo, pueden provocar el estrechamiento de los agujeros foraminales.
Tratamiento de la estenosis foraminal cervical
El estrechamiento foraminal neural, también conocido como estenosis foraminal, es una afección que se produce cuando se comprimen las raíces nerviosas espinales. Estas raíces nerviosas discurren a través de pequeñas aberturas en cada nivel de la columna vertebral, denominadas forámenes. Cuando estos agujeros se estrechan (estenosis), pueden comprimir las raíces nerviosas y provocar síntomas como dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad en las zonas a las que llega el nervio.
El estrechamiento foraminal suele afectar a una sola raíz nerviosa de un lado del cuerpo, aunque algunos pacientes pueden experimentar un estrechamiento foraminal bilateral (estenosis neural bilateral), causado por la compresión nerviosa en ambos lados de la columna vertebral.
Muchos de estos síntomas son radiculares, lo que significa que el dolor suele irradiarse a lo largo del recorrido del nervio afectado. Por ejemplo, si padece estenosis espinal cervical, puede experimentar dolor en el cuello, los hombros y los brazos.
Para diagnosticar una estenosis foraminal, deberá concertar una consulta y proporcionar un historial médico completo. Una exploración física permitirá al médico detectar cualquier limitación que tenga al realizar determinados movimientos, pérdida de reflejos y dolor.Las pruebas de imagen, como una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una radiografía, también pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.
Estenosis foraminal neural
Cuando se han agotado los cuidados conservadores y el paciente sigue sintiendo dolor, la cirugía es un paso lógico para aliviar el dolor. Tradicionalmente, la cirugía de la estenosis del receso central y lateral se realiza mediante un procedimiento abierto con una gran incisión en la piel. Se realiza una laminectomía y/o facetectomía para liberar la presión sobre la médula espinal. Por desgracia, esta técnica es invasiva y conlleva un dolor postoperatorio importante y una recuperación prolongada. Con la innovación y los avances tecnológicos, se ha desarrollado una técnica endoscópica menos invasiva para tratar estas dolorosas afecciones y la estenosis foraminal.
Nuestros pacientes pueden empezar a levantarse de la cama una hora después de la intervención e irse a casa poco después. Es probable que sienta algo de dolor después de la intervención, que normalmente se localiza en la zona de la incisión. La actividad se incrementa gradualmente y los pacientes suelen ser capaces de volver al trabajo alrededor de una semana a dos semanas. Tenga en cuenta que por el mero hecho de sentir menos dolor o ninguno, consulte siempre a su médico antes de iniciar cualquier trabajo físico.