COVID-19 Anosmia | Pérdida del olfato
Los únicos tratamientos establecidos para la anosmia son en casos de enfermedad nasosinusal crónica (ver más arriba). Por lo tanto, es importante que consulte con un otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta) para determinar si éste puede ser el origen de su anosmia. Si es así, las posibles opciones de tratamiento podrían incluir
El entrenamiento olfativo (exposición dos veces al día a varios olores intensos) puede mejorar el sentido del olfato en algunas personas -aunque no en todas- cuya anosmia se debe a una infección vírica, un traumatismo craneoencefálico o el envejecimiento. Sin embargo, aún no se sabe si es una solución a largo plazo. El sitio web http://www.smelltraining.co.uk contiene amplia información sobre el entrenamiento olfativo.
El gusto se detecta mediante receptores de la lengua que perciben lo dulce, lo ácido, lo salado, lo amargo y lo salado/umami. Muchas personas con anosmia creen que también han perdido el sentido del gusto. Sin embargo, a diferencia del olfato, el sentido del gusto es muy resistente a los daños, y lo que realmente se pierde es la capacidad de percibir el sabor.
Esto se debe a que los sabores distintivos de la mayoría de los alimentos y bebidas proceden más del olfato que del gusto. El azúcar tiene sabor (dulce), pero los sabores a fresa, plátano o regaliz son en realidad olores. Una vía respiratoria entre la nariz y la boca permite a las personas sanas combinar el aroma con los cinco sabores básicos para disfrutar de miles de sabores. Sin embargo, las personas con anosmia no pueden detectar el componente olfativo crucial del sabor.
¿Se puede seguir saboreando con anosmia?
Muchas personas con anosmia creen que también han perdido el sentido del gusto. Sin embargo, a diferencia del olfato, el sentido del gusto es muy resistente a los daños, y lo que realmente se pierde es la capacidad de percibir el sabor. Esto se debe a que los sabores distintivos de la mayoría de los alimentos y bebidas proceden más del olfato que del gusto.
¿Cómo recupero mi olor?
El reentrenamiento olfativo es el proceso de volver a entrenar la nariz para oler. Consiste en oler olores fuertes (cítricos, clavo, eucalipto) todos los días mientras se piensa en cómo huelen para intentar ayudar a reformar las respuestas normales de la nariz y el cerebro. Las investigaciones han demostrado que puede mejorar la parosmia en pacientes con COVID prolongada.
¿Se puede curar la anosmia?
Actualmente no se conoce cura para la anosmia congénita. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la anosmia desaparece por sí sola. Por lo general, una vez tratado el problema subyacente, se recupera el sentido del olfato.
Explicación de COVID-19 y la pérdida de olfato
En un artículo publicado en Science Advances el 24 de julio, el equipo de investigadores descubrió que las neuronas sensoriales olfativas no expresan el gen que codifica la proteína receptora ACE2, que el SARS-CoV-2 utiliza para entrar en las células humanas. En cambio, la ACE2 se expresa en células que proporcionan apoyo metabólico y estructural a las neuronas sensoriales olfativas, así como en ciertas poblaciones de células madre y células de vasos sanguíneos.
“Nuestros hallazgos indican que el nuevo coronavirus modifica el sentido del olfato en los pacientes no infectando directamente las neuronas, sino afectando a la función de las células de soporte”, afirma el autor principal del estudio Sandeep Robert Datta, profesor asociado de neurobiología en el Instituto Blavatnik del HMS.
Esto implica que, en la mayoría de los casos, es improbable que la infección por SARS-CoV-2 dañe permanentemente los circuitos neuronales olfativos y provoque anosmia persistente, añadió Datta, una afección que se asocia a diversos problemas de salud mental y social, en particular depresión y ansiedad.
“Creo que es una buena noticia, porque una vez que la infección desaparece, las neuronas olfativas no parecen necesitar ser reemplazadas o reconstruidas desde cero”, dijo. “Pero necesitamos más datos y una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes para confirmar esta conclusión”.
COVID-19: Anosmia | Pérdida del olfato | ACTUALIZACIÓN
La anosmia es la pérdida temporal o permanente de la capacidad de detectar uno o más olores. Sin el sentido del olfato, los pacientes son incapaces de distinguir las diferencias en la comida o las flores, por ejemplo. La disgeusia es la pérdida del sentido del gusto. Algunas personas pueden desarrollar parosmia, que es una distorsión del sentido del olfato.
Casi 1 de cada 4 estadounidenses (el 23%) mayores de 40 años presenta alguna alteración del sentido del olfato. Aproximadamente el 3% de los estadounidenses padecen anosmia (ausencia de sentido del olfato) o hiposmia grave (sentido del olfato mínimo).
Anosmia (pérdida del olfato y el gusto) tras un traumatismo cerebral
Perder el sentido del olfato puede suponer perderse experiencias que otras personas dan por sentadas, como el aroma de los perfumes o la cocina. Este artículo examina la anosmia, el término médico para la pérdida del olfato, y sus causas, síntomas y tratamientos.
Si una persona tiene un sentido del olfato parcial, se denomina hiposmia. La hiposmia puede deberse a muchas causas, como el tabaquismo, un resfriado o la gripe, la depresión, la esquizofrenia, el trastorno afectivo estacional y el envejecimiento.
Obviamente, si tienes anosmia, no puedes oler nada. Pero como el sentido del olfato está tan estrechamente relacionado con el del gusto, la comida puede resultarte insípida. Esto puede afectar mucho a su disfrute de la vida, sobre todo si su vida social y familiar gira en torno a las comidas. También puede hacer que le resulte difícil molestarse en comer y beber.
El especialista puede examinarle la nariz con un instrumento médico llamado endoscopio y pedirle que identifique distintos sabores y olores con un kit de pruebas. También puede pedirle que se haga una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética (RM) o un análisis de sangre.