Prueba de molienda rotuliana
El síndrome de dolor patelofemoral (SDPF; no confundir con la rodilla de saltador) es un dolor de rodilla provocado por problemas entre la rótula y el fémur[4]. El dolor suele producirse en la parte delantera de la rodilla y aparece gradualmente[2][4]. El dolor puede empeorar al sentarse, con el uso excesivo o al subir y bajar escaleras[1].
Aunque la causa exacta no está clara, se cree que se debe al uso excesivo[1][2]. Entre los factores de riesgo se incluyen los traumatismos, el aumento del entrenamiento y la debilidad del músculo cuádriceps[1]. Es especialmente frecuente entre los corredores[3]. El diagnóstico suele basarse en los síntomas y la exploración[3]. Si al empujar la rótula hacia el fémur aumenta el dolor, el diagnóstico es más probable[1][3].
El tratamiento suele consistir en reposo y rehabilitación con un fisioterapeuta.[5] Es posible que los corredores tengan que cambiar a actividades como el ciclismo o la natación.[3] Las plantillas pueden ayudar a algunas personas.[3] Los síntomas pueden durar años a pesar del tratamiento.[3] El síndrome de dolor patelofemoral es la causa más común de dolor de rodilla, ya que afecta a más del 20% de los adultos jóvenes.[1][2] Se da unas 2,5 veces más en mujeres que en hombres.[2]
¿Cuáles son los síntomas y el tratamiento del síndrome femororrotuliano?
El síndrome de dolor patelofemoral suele causar un dolor sordo en la parte delantera de la rodilla. Este dolor puede agravarse cuando: Subir o bajar escaleras. Se arrodilla o se pone en cuclillas. Sentarse con la rodilla doblada durante largos periodos de tiempo.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el síndrome femororrotuliano?
La mejor forma de tratar el síndrome de dolor patelofemoral es descansar y evitar las actividades que causan dolor. Se puede utilizar hielo y antiinflamatorios como el ibuprofeno para tratar la hinchazón o el dolor que pueda aparecer. La fisioterapia específica y los ejercicios de fortalecimiento también facilitarán la recuperación.
¿Cuáles son los dos tratamientos del síndrome femororrotuliano?
Las rodilleras o los soportes para el arco plantar pueden ayudar a mejorar el dolor. Vendaje. Su fisioterapeuta puede mostrarle cómo vendar la rodilla para reducir el dolor y mejorar su capacidad para hacer ejercicio. Aplicar hielo. Aplicar hielo en la rodilla después del ejercicio puede ser útil.
Tendinitis rotuliana
El síndrome de dolor patelofemoral o síndrome de dolor anterior de rodilla es un término que hace referencia al dolor en la parte delantera de la rodilla y alrededor de la rótula. A veces se denomina “rodilla de saltador” o “rodilla de corredor” porque es frecuente en los atletas.
Todas estas actividades pueden agravar el cartílago rotuliano. Además, correr sobre superficies irregulares, como colinas o senderos, o jugar en múltiples superficies (como las pistas duras y de tierra batida en el tenis) también puede aumentar la probabilidad de padecer dolor patelofemoral.
El síntoma más frecuente del síndrome de dolor patelofemoral es un dolor sordo debajo de la rótula al bajar escaleras, ponerse en cuclillas o levantarse después de estar sentado mucho tiempo. Además, la rodilla puede trabarse al doblarla y puede experimentar una sensación dolorosa de chirrido o crujido.
El médico diagnosticará la lesión examinando la zona de la rodilla. Dado que la rótula es fácilmente accesible, puede comprobar rápidamente la existencia de dolor y sensibilidad patelofemoral moviendo la rótula y comprobando cómo se mueve al flexionar y extender la pierna.
Ejercicios para el síndrome de dolor patelofemoral
Algunas personas con síndrome de dolor patelofemoral tienen la rótula desalineada con respecto al fémur. La rótula puede desalinearse o moverse a lo largo del fémur debido a debilidad muscular, traumatismo u otro problema. Si esto ocurre, la rótula no se desliza suavemente sobre el fémur cuando la rodilla se dobla y se endereza. La rótula se lesiona y esto causa el dolor del síndrome de la PFP.
El síndrome de dolor patelofemoral suele darse en personas que practican deportes que implican flexionar y estirar mucho la rodilla, como correr, montar en bicicleta y esquiar. También puede ocurrir en personas, sobre todo mujeres jóvenes, que no practican mucho deporte.
El síndrome de dolor patelofemoral causa dolor debajo y alrededor de la rodilla. El dolor suele empeorar al caminar, arrodillarse, ponerse en cuclillas, subir o bajar escaleras o correr. También puede doler después de estar sentado con la rodilla doblada durante mucho tiempo, como en un viaje largo en coche o en el cine.
Un niño o adolescente con síndrome de dolor patelofemoral debe limitar o evitar por completo las actividades que le provocan dolor. A veces, lo único que se necesita es un cambio en el entrenamiento. Por ejemplo, alguien que suele correr por cuestas para entrenarse puede probar a correr por una superficie plana y blanda en su lugar.
Ligamento patelofemoral
El dolor, la hinchazón, la rigidez o la sensación de doblamiento en la rodilla pueden indicar la presencia de una amplia variedad de afecciones o lesiones que pueden afectar a la población en general. Pero los pacientes que se lesionan o agravan la articulación femororrotuliana, donde el extremo del fémur (el hueso largo del muslo) se une a la rótula, o los que desarrollan artritis sólo en esta porción de la rodilla, suelen presentar dolencias específicas como dolor al subir escaleras, sobre todo al bajarlas, dolor al permanecer mucho tiempo sentados y dolor al pasar de una posición sentada a otra de pie. También pueden tener características anatómicas que los pongan en riesgo de padecer la enfermedad.
En una rodilla sana, los huesos que componen la articulación femororrotuliana se mueven suavemente unos contra otros cuando la articulación se dobla o se extiende, y la rótula se desliza en una ranura o tróclea del fémur (la ranura también puede denominarse surco). La articulación femororrotuliana es uno de los tres compartimentos de la rodilla, junto con el compartimento lateral en el exterior de la rodilla y el compartimento medial en el interior, y está sostenida y estabilizada por una compleja red de ligamentos, tendones y otros tejidos blandos.