Ejercicios de fisioterapia para la cifosis
Hace poco hablamos de cómo mejorar esta elevación abordando los problemas de estabilidad escapular. Esta semana vamos a tratar otro factor limitante, la movilidad. Los problemas de movilidad/flexibilidad en la columna torácica, la articulación del hombro o el pecho/espalda pueden limitar gravemente la capacidad de un atleta para realizar una sentadilla por encima de la cabeza.
El dorsal ancho o “dorsal ancho” es uno de los músculos más grandes del cuerpo. Se extiende desde la parte baja de la espalda hasta los brazos. Los atletas (especialmente los culturistas) con dorsales bien definidos suelen tener la clásica forma de “V”.
Cuando un atleta tiene rigidez en este músculo, puede verse limitado el alcance de la elevación del brazo por encima de la cabeza. En su libro Movimiento, el fisioterapeuta Gray Cook muestra el “Estiramiento supino de los dorsales” como una forma sencilla de evaluar la flexibilidad de este músculo (1).
Para empezar, túmbese boca arriba con los brazos por encima de la cabeza. Las palmas de las manos deben mirar hacia el techo. Acerque las rodillas al pecho todo lo que pueda. La parte inferior de la espalda debe estar completamente apoyada en el suelo. Desde esta posición, comprueba si puedes mover los brazos (con los codos estirados) hasta el suelo por encima de la cabeza.
¿Cómo se arregla la cifosis dorsal?
Para tratar la cifosis suele utilizarse una técnica denominada fusión vertebral. Consiste en unir las vértebras responsables de la curvatura de la columna. Durante la operación se hace una incisión en la espalda.
¿Se puede enderezar la hipercifosis?
De hecho, la cifosis postural se corrige bastante fácilmente con educación sobre la postura adecuada y algún reentrenamiento sobre cómo sentarse y levantarse correctamente. El tratamiento no tiene por qué incluir yesos, corsés o ejercicios. Sin embargo, fortalecer los músculos de la espalda puede ayudar a mantener una postura correcta.
¿Qué músculos estira la hipercifosis?
Es vital estirar y fortalecer los músculos de la columna cervical y torácica (cuello y parte superior de la espalda). También es importante trabajar el tronco, los glúteos y los isquiotibiales, que son los principales grupos musculares implicados en una postura cifótica.
¿Se puede revertir la cifosis?
Durante el lanzamiento, la columna torácica influye en la posición escápulo-torácica y en el movimiento glenohumeral. Una cifosis torácica produce abducción y protracción de la escápula y cambia la orientación de la glenoides. Esto reduce el espacio libre para la cabeza humeral y aumenta la traslación anterior.
La prerrotación del tronco hacia el lado dominante añade fuerza que los oblicuos externos pueden generar con mayor fuerza debido al mayor ROM. La limitación de la rotación torácica en sentido contrario a las agujas del reloj (para lanzadores diestros en la fase de amartillamiento tardío) reducirá la aceleración hacia delante del brazo lanzador (Pappas et al., 1985).
Las costillas y las conexiones costo-vertebrales limitan el movimiento en la columna torácica pero también crean una base estable que puede traducir las fuerzas de la cadena cinética inferior a los músculos de la extremidad superior para un lanzamiento más efectivo.
La fascia lumbar torácica, que ancla numerosos músculos y desempeña un papel en la rotación del tronco y el mantenimiento de la forma cilíndrica semirrígida que es importante durante el lanzamiento. También ayuda a mantener la rigidez de la columna vertebral. Esta fascia funciona mejor con el tronco en flexión. Por lo tanto, el desarrollo de una lordosis lumbar excesiva reducirá este efecto de estabilización.
Tratamiento de la cifosis en ancianos
En el post de fisioterapia de este mes, exploramos la cifosis torácica: una curvatura hacia fuera de las vértebras torácicas en la parte superior de la espalda, casualmente conocida como joroba. Los sistemas, rutinas y tecnologías en los que estamos inmersos a diario pueden provocar una tendencia a la cifosis torácica (echa un vistazo al post de la semana pasada sobre cómo hacer que tu entorno de trabajo trabaje para ti). Para combatir “la joroba” y volver a una postura neutra, recomendamos un enfoque fisiopatológico holístico que incluya la prescripción de ejercicios para abordar el cuello, los hombros y la espalda.
Recomendamos realizar los siguientes ejercicios para principiantes al menos una vez al día, especialmente para las personas que trabajan en un escritorio o mantienen la misma postura durante largos periodos del día. Se pueden hacer en cualquier lugar, sólo llevan un par de minutos y son una simple adición a su rutina matutina, nocturna o a la hora del almuerzo. Una pequeña inversión ahora puede generar enormes beneficios para la salud a largo plazo, ¡así que pruébalos hoy mismo!
El contenido tiene únicamente fines informativos. Si tiene más preguntas o dudas, consulte a su médico o reserve una cita con nosotros, Westcoast SCI, para ver a uno de nuestros fisioterapeutas.
Fisioterapia para la cifosis cerca de mí
Hay un viejo dicho que dice que ninguna postura es mala a menos que te quedes atrapado en ella. El problema es que la gente a menudo se atasca en malas posturas. Y esto es especialmente cierto para la columna torácica. Otro problema es que la distorsión postural de la columna torácica, incluso cuando está avanzada, suele ser asintomática y, por tanto, ignorada por el cliente, pero puede ser una causa importante de otras distorsiones posturales y patrones de dolor en el cuerpo. De este modo, la columna torácica podría considerarse un saboteador silencioso de nuestra salud. Puede que el cliente ni siquiera mencione la región torácica al describir su problema, pero siempre debemos tener en cuenta y valorar la columna torácica al evaluar la salud de nuestro cliente.
Una columna torácica sana debe tener una curva cifótica natural de aproximadamente 40 grados (figura 1A). Aunque es posible que esta curva esté anormalmente disminuida, en otras palabras, hipocifótica (Figura 1B), el patrón de distorsión postural más común es que la columna torácica se vuelva hipercifótica (Figura 1C). En términos profanos, esto se describe a menudo como espalda redondeada.