Síndrome de dolor patelofemoral
La condromalacia rotuliana, también conocida como “rodilla de corredor”, es una afección en la que el cartílago que amortigua la zona bajo la rótula comienza a deteriorarse y desgastarse. Debido a ello, la rótula puede empezar a rozar con el fémur (hueso del muslo) y causar molestias o dolor. Esta afección suele ser común entre los atletas debido al aumento de la actividad y la acción que implican las rodillas. También puede darse en adultos que padecen artritis.
La condromalacia rotuliana puede producirse a menudo debido a una alineación incorrecta de la rodilla o como resultado de un uso excesivo, que puede tratarse con unos días de reposo. En el caso de una alineación incorrecta de la rodilla, el reposo no será suficiente, y puede ser necesaria la fisioterapia o la cirugía para corregirla.
La condromalacia rotuliana es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes, y suele afectar más a las mujeres que a los hombres. No se conoce del todo la razón por la que se produce, pero los estudios indican que cuando la rótula roza con el fémur puede dañar el cartílago que hay debajo de la rótula, necesario para amortiguar y reducir la fricción entre los huesos y las articulaciones. Las principales causas de esta afección suelen ser:
¿Qué músculos están implicados en la condromalacia rotuliana?
Se encuentra dentro del tendón del cuádriceps. Este gran tendón de los poderosos músculos del muslo (cuádriceps) envuelve la rótula y se inserta en la parte superior del hueso inferior de la pierna (tibia). Los músculos cuádriceps enderezan la pierna. La parte posterior de la rótula está cubierta de cartílago liso.
¿Se puede tener condromalacia y artrosis?
La condromalacia rotuliana describe cambios tempranos en el cartílago de la parte inferior de la rótula. Si no se tratan eficazmente, estos cambios tempranos pueden acabar provocando artrosis en la articulación de la rodilla, donde se unen la rótula y el fémur.
¿Qué músculos estira la condromalacia?
ESTIRAMIENTO DE ISQUIOTIBIALES
Inclínese lentamente hacia delante por las caderas, manteniendo la rodilla totalmente extendida hasta que sienta un suave estiramiento en la parte posterior del muslo y la rodilla. Mantenga el estiramiento de 15 a 20 segundos y repítalo de 3 a 5 veces.
Artritis patelofemoral
A menudo llamada “rodilla de corredor”, la condromalacia rotuliana es una afección frecuente que causa dolor en la rótula. La rótula está cubierta por una capa de cartílago liso, que normalmente se desliza por la rodilla cuando se dobla la articulación.
Los síntomas de la condromalacia incluyen sensibilidad en la rodilla y dolor que aumenta después de estar sentado durante un periodo prolongado de tiempo, subir escaleras o levantarse de una silla. También puede producirse una sensación de chirrido o rechinamiento al enderezar la rodilla. También puede causar dolor durante o después de actividades vigorosas.
La condromalacia suele afectar a personas jóvenes y atléticas, por lo demás sanas, como consecuencia de un uso excesivo, una lesión o una sobrecarga de la rodilla. Afecta más a menudo a las mujeres que a los hombres porque las mujeres experimentan mayores presiones laterales sobre la rótula. Las personas que han sufrido una luxación, fractura u otra lesión de la rótula son más propensas a la condromalacia que otras personas.
El médico examinará la rodilla en busca de signos de sensibilidad o hinchazón leve. También es posible que la rótula no esté perfectamente alineada con el hueso del muslo (fémur). Aplicar presión sobre la rótula cuando está extendida puede causar dolor, lo que ayuda al diagnóstico. Las radiografías no suelen mostrar los daños causados por la condromalacia, aunque la resonancia magnética (RM) sí puede hacerlo.
Recuperación de la condromalacia rotuliana
La condromalacia rotuliana es una de las artropatías más frecuentes. Afecta a la articulación de la rodilla (condromalacia rotuliana) y se refiere principalmente a personas mayores. Sin embargo, no son pocos los casos en los que puede aparecer incluso en personas jóvenes.
Su incidencia es mayor en mujeres y ancianos. Sin embargo, también se da con bastante frecuencia en quienes fuerzan sus articulaciones con movimientos repetitivos, como deportistas, personas activas, adolescentes y otros. [1]
No hay que olvidar que en la actualidad existen complementos nutricionales especializados con hierbas y vitaminas para la condromalacia reconocidos por la comunidad científica. Se diría que contribuyen tanto a la lucha contra el dolor y la inflamación como a la reconstrucción del cartílago de la rodilla.
El condroitín sulfato es uno de los principales componentes del cartílago, donde se une a una proteína central, formando los proteoglicanos, que confieren al cartílago sus propiedades mecánicas y elásticas. [5] [6] Es importante porque:
El ácido hialurónico es el principal componente del líquido sinovial. Es un polisacárido biológico (glicosaminoglicano) que se encuentra en la matriz extracelular de la mayoría de los tejidos[8] Es importante en la condromalacia porque:
Directrices sobre la condromalacia rotuliana
Las articulaciones del cuerpo están amortiguadas por un tipo de tejido denominado cartílago articular. Este tejido duro y gomoso recubre los extremos de los huesos en el interior de una articulación. Cuando la articulación se mueve, el cartílago ayuda a amortiguar los huesos y permite que se deslicen suavemente unos contra otros.
A veces, el cartílago del interior de una articulación se ablanda y se rompe. Esta afección se denomina condromalacia. El cartílago pierde su capacidad de proteger los extremos de los huesos cuando la articulación se mueve. Los extremos de los huesos pueden rozarse, causando dolor.
La condromalacia puede afectar a cualquier articulación, pero la localización más común es la parte inferior de la rótula; cuando afecta a la rodilla, esta afección se denomina condromalacia rotuliana. Suele comenzar como una pequeña zona de cartílago reblandecido detrás de la rótula que puede resultar dolorosa. Con el tiempo, el cartílago se reblandece en mayor medida, y el cartílago reblandecido puede agrietarse o fragmentarse en una masa de fibras. En casos graves, el cartílago dañado puede desgastarse por completo, hasta la superficie inferior de la rótula. Si esto ocurre, la superficie ósea expuesta de la rótula puede rozar dolorosamente contra otros huesos de la rodilla. Además, los trozos de cartílago pueden flotar dentro de la articulación, irritando aún más las células que la recubren. En respuesta, estas células pueden producir líquido adicional dentro de la articulación (lo que se denomina derrame articular).