Condromalacia rotuliana ejercicios
La condromalacia, técnicamente denominada condromalacia rotuliana, es la causa más común de dolor crónico de rodilla. Esta enfermedad se desarrolla debido al reblandecimiento del cartílago que se encuentra debajo de la rótula, lo que provoca pequeñas zonas de rotura y dolor alrededor de la rodilla. En lugar de deslizarse suavemente sobre la rodilla, la rótula roza contra el hueso del muslo (el fémur) cuando la rodilla se mueve. Los cambios pueden ir desde una erosión leve hasta la erosión completa del cartílago. Este proceso puede denominarse a veces síndrome patelofemoral.
Normalmente, el músculo cuádriceps (muslo) tira de la rótula sobre el extremo del fémur en línea recta. Los pacientes con condromalacia rotuliana presentan con frecuencia un “seguimiento” anormal de la rótula hacia el lado externo del fémur. Esta trayectoria ligeramente desviada permite que la superficie inferior de la rótula roce con el fémur, lo que provoca inflamación crónica y dolor.
Ciertas personas están predispuestas a desarrollar condromalacia rotuliana: las mujeres, los corredores con rodillas arqueadas o pies planos, o aquellos con una forma inusual de la superficie inferior de la rótula. Sin embargo, puede afectar a cualquier miembro de la población y presentarse por uno de los siguientes motivos:
¿Cuál es el mejor tratamiento para la condromalacia rotuliana?
El tratamiento de la condromalacia rotuliana consiste inicialmente en procedimientos conservadores sencillos. Es posible que le pidan que descanse la rodilla y evite cualquier actividad que pueda forzar la articulación de la rodilla. El médico puede recetarle analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
¿Cómo curé mi condromalacia rotuliana?
El vendaje, los ejercicios de fortalecimiento y los estiramientos son tratamientos típicos de la condromalacia rotuliana. Estos tratamientos pueden funcionar durante un breve periodo de tiempo. Pero, por lo general, no curan la afección. En cambio, la ortopedia regenerativa puede mejorar la trayectoria de la rótula y aliviar los síntomas de la condromalacia rotuliana.
¿Cuánto tarda en curarse la condromalacia rotuliana?
Ni la condromalacia rotuliana ni el síndrome femororrotuliano más leve pueden “curarse”, pero el dolor puede controlarse con fisioterapia y ejercicios realizados en casa. Si se sigue un programa regular de ejercicios, el dolor debería disminuir en un plazo de seis a ocho semanas y es probable que se eviten futuras reagudizaciones.
Vivir con condromalacia rotuliana
En la condromalacia rotuliana, la rótula se desplaza de forma anormal, lo que dificulta las actividades cotidianas, interfiere en la práctica deportiva y provoca dolor de rodilla. Esta afección es frecuente en corredores y atletas, especialmente en actividades que implican correr mucho. Puede afectar tanto a personas jóvenes y sanas como a personas mayores. La condromalacia rotuliana es una de las causas del síndrome de dolor patelofemoral.
Normalmente, la rótula se desliza fácilmente por la superficie lisa del surco patelar al flexionar y enderezar la rodilla. Pero con la condromalacia rotuliana, el cartílago se vuelve rugoso y se desgasta.
La rótula acaba rozando los huesos de debajo de la rodilla cuando la persona mueve la rodilla. La rótula es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo y desempeña un papel crucial en la flexión y enderezamiento de la rodilla. Cuando hay un problema con la rótula, la articulación de la rodilla se vuelve inestable y el movimiento se vuelve difícil y/o doloroso.
La condromalacia rotuliana es un tipo de síndrome de dolor rotuliano. Y estos síndromes suelen implicar problemas y lesiones de otras estructuras de los tejidos blandos. Los síndromes de dolor rotuliano suelen deberse a lesiones de ligamentos, roturas de menisco, aberraciones óseas, desequilibrios musculares o una combinación de estas afecciones.
Autocuidado de la condromalacia rotuliana
En la condromalacia rotuliana, la rótula se desplaza de forma anormal, lo que dificulta las actividades cotidianas, interfiere en la práctica deportiva y provoca dolor de rodilla. Esta afección es frecuente en corredores y atletas, especialmente en actividades que implican correr mucho. Puede afectar tanto a personas jóvenes y sanas como a personas mayores. La condromalacia rotuliana es una de las causas del síndrome de dolor patelofemoral.
Normalmente, la rótula se desliza fácilmente por la superficie lisa del surco patelar al flexionar y enderezar la rodilla. Pero con la condromalacia rotuliana, el cartílago se vuelve rugoso y se desgasta.
La rótula acaba rozando los huesos de debajo de la rodilla cuando la persona mueve la rodilla. La rótula es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo y desempeña un papel crucial en la flexión y enderezamiento de la rodilla. Cuando hay un problema con la rótula, la articulación de la rodilla se vuelve inestable y el movimiento se vuelve difícil y/o doloroso.
La condromalacia rotuliana es un tipo de síndrome de dolor rotuliano. Y estos síndromes suelen implicar problemas y lesiones de otras estructuras de los tejidos blandos. Los síndromes de dolor rotuliano suelen deberse a lesiones de ligamentos, roturas de menisco, aberraciones óseas, desequilibrios musculares o una combinación de estas afecciones.
Condromalacia rotuliana dieta
La condromalacia rotuliana es un reblandecimiento y degradación del cartílago de la articulación femororrotuliana. Es una progresión del dolor de rodilla del corredor con daños en la articulación. Existen 4 grados de gravedad para la condromalacia rotuliana, cada uno con características distintas, que pueden observarse en las imágenes de resonancia magnética para un diagnóstico preciso. Puedes leer más sobre esta patología, síntomas, epidemiología y diagnóstico en nuestro artículo relacionado: Condromalacia rotuliana.
Antes de considerar los mejores tratamientos a realizar, es importante saber qué es lo que ya haces que puede agravar tus síntomas. Correr y otros ejercicios de alto impacto pueden irritar la articulación femororrotuliana, ya que tiene que soportar grandes fuerzas de compresión con cada zancada, estocada o salto.
Puede que no sea el deporte lo que empeore el dolor de rodilla. Actividades como caminar, subir o bajar escaleras o permanecer sentado mucho tiempo con las rodillas flexionadas pueden ser agravantes. Es necesario modificar sus actividades y hábitos para reducir la inflamación y el dolor. Es bueno pasar un periodo de reducción del dolor antes de iniciar la rehabilitación.