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El síndrome del intestino irritable (SII) es un “trastorno de la interacción intestino-cerebro” caracterizado por un grupo de síntomas que suelen incluir dolor abdominal y/o distensión abdominal y cambios en la consistencia de las deposiciones[1] Estos síntomas pueden aparecer durante mucho tiempo, a veces durante años[2]. [2] El SII puede afectar negativamente a la calidad de vida y puede provocar ausencias escolares o laborales (absentismo) o reducir la productividad en el trabajo (presentismo). 9] Trastornos como la ansiedad, la depresión mayor y el síndrome de fatiga crónica son comunes entre las personas con SII. 1][10][nota 1].

Las causas del SII pueden ser multifactoriales[2]. Las teorías incluyen combinaciones de problemas del “eje intestino-cerebro”, alteraciones de la motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral, infecciones, incluido el crecimiento excesivo de bacterias del intestino delgado, neurotransmisores, factores genéticos y sensibilidad a los alimentos[2]. El inicio puede desencadenarse por una infección intestinal[11] (“síndrome del intestino irritable postinfeccioso”) o un acontecimiento vital estresante[12].

El diagnóstico se basa en los síntomas en ausencia de características preocupantes y una vez que se han descartado otras posibles afecciones[3] Las características preocupantes o “de alarma” incluyen la aparición a una edad superior a los 50 años, la pérdida de peso, la presencia de sangre en las heces o antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria intestinal[3] Otras afecciones que pueden presentarse de forma similar son la enfermedad celíaca, la colitis microscópica, la enfermedad inflamatoria intestinal, la malabsorción de ácidos biliares y el cáncer de colon[3].

¿Cuál es la causa emocional del SII?

Las alteraciones inducidas por el estrés en las vías neuroendocrino-inmunitarias actúan sobre el eje intestino-cerebro y el eje microbiota-intestino-cerebro, y provocan la exacerbación o agudización de los síntomas en el SII. El SII es un trastorno sensible al estrés, por lo que el tratamiento del SII debe centrarse en el control del estrés y de las respuestas inducidas por el estrés.

¿Puede el SII estar causado por un trauma emocional?

Ahora, nuevas investigaciones descubren que los traumas emocionales y psicológicos también pueden contribuir al síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno que provoca dolor abdominal, estreñimiento y diarrea. Según el nuevo estudio, las personas que han sufrido más traumas a lo largo de su vida tienen más probabilidades de padecer SII.

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¿Es psicológico el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno psicofisiológico crónico. Se considera el trastorno gastrointestinal funcional más frecuente, y alrededor del 50-90% de los pacientes con SII presentan comorbilidad psiquiátrica asociada.

Qué emociones se almacenan en el colon

OverviewEl síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno común que afecta al estómago y los intestinos, también llamado tracto gastrointestinal. Los síntomas incluyen calambres, dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea o estreñimiento, o ambos. El SII es una enfermedad crónica que hay que tratar a largo plazo.

Sólo un pequeño número de personas con SII presentan síntomas graves. Algunas personas pueden controlar sus síntomas controlando la dieta, el estilo de vida y el estrés. Los síntomas más graves pueden tratarse con medicación y asesoramiento.

El SII es un trastorno funcional. Aunque el tubo digestivo tiene un aspecto normal, no funciona como debería. Los músculos del intestino desplazan los alimentos del estómago al recto. Normalmente, se contraen y relajan siguiendo un ritmo suave que desplaza los alimentos siguiendo un programa bastante predecible. Pero en algunas personas, los músculos intestinales sufren espasmos. Eso significa que las contracciones son más largas y fuertes de lo normal. Esos espasmos son dolorosos. También alteran el movimiento de los alimentos a través de los intestinos. Si lo ralentizan, se produce estreñimiento. Si lo hacen demasiado rápido, se produce diarrea. No es raro que las personas alternen entre ambas. Otra causa de malestar en las personas con SII es la hipersensibilidad de las terminaciones nerviosas del tubo digestivo. Pequeñas burbujas de gas que no molestarían a la mayoría de la gente podrían ser bastante dolorosas para usted. Su mayor sensibilidad también puede provocar hinchazón y distensión abdominal.

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La facilidad con que la persona y los demás perciben el síntoma.

Un estudio internacional de más de 50.000 personas con síndrome del intestino irritable (SII) ha revelado que los síntomas de este síndrome pueden estar causados por los mismos procesos biológicos que trastornos como la ansiedad. La investigación pone de relieve la estrecha relación entre el cerebro y la salud intestinal y allana el camino para el desarrollo de nuevos tratamientos.

El SII es una enfermedad frecuente en todo el mundo, que afecta a una de cada diez personas y provoca una amplia gama de síntomas, como dolor abdominal, hinchazón y disfunción intestinal, que pueden afectar considerablemente a la vida de las personas. El diagnóstico suele realizarse tras considerar otras posibles afecciones (como la enfermedad de Crohn o el cáncer de intestino), y los resultados de las pruebas clínicas son “normales”. Esta enfermedad suele ser hereditaria y más frecuente entre las personas propensas a la ansiedad. Las causas del SII no se conocen bien, pero un equipo internacional de investigadores ha identificado varios genes que proporcionan pistas sobre su origen.

El equipo de investigación, formado por más de 40 instituciones y coordinado por científicos del Reino Unido y España, analizó los datos genéticos de 40.548 personas con SII del Biobanco del Reino Unido y 12.852 de la iniciativa Bellygenes (un estudio mundial cuyo objetivo es identificar genes relacionados con el SII) y los comparó con 433.201 personas sin SII (controles), centrándose en individuos de ascendencia europea. Los resultados se repitieron con datos no identificados de la empresa de genómica 23andMe Inc. proporcionados por clientes que han dado su consentimiento a la investigación, comparando a 205.252 personas con SII con 1.384.055 controles.

Raíz espiritual del ibs

Toshinori Yoshioka1, Misaki Ohashi1, Kenjiro Matsumoto2, Tomoki Omata1, Takumi Hamano1, Mayuna Yamazaki1, Sayaka Kimiki1, Kotaro Okano1, Riho Kobayashi1, Daisuke Yamada1, Noriyasu Hada3, Shinichi Kato2 y Akiyoshi Saitoh1*.

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El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno que presenta de forma crónica síntomas gastrointestinales derivados del intestino delgado y grueso, incluso sin que exista una enfermedad orgánica, sistémica o metabólica primaria. Según ROMA IV, el SII se clasifica según la consistencia de las heces en cuatro subtipos -SII con estreñimiento (SII-C), SII con diarrea (SII-D), SII mixto (SII-M) y SII sin clasificar- y se caracteriza generalmente por los síntomas de movimiento intestinal anormal crónico y dolor abdominal sin cambios patológicos orgánicos (Lacy et al., 2016; Bai et al., 2017). Sin embargo, las condiciones fisiopatológicas detalladas y el mecanismo subyacente del SII siguen sin estar claros, y no se ha establecido un tratamiento eficaz (Adriani et al., 2018).

Obtuvimos ratones machos C57BL/6J, de entre 5 y 6 semanas de edad, y ratones reproductores jubilados CD-1 “agresores” de Sankyo Labo Service Corporation Inc. (Tokio, Japón), y los aclimatamos a la sala de cría durante unos 7 días antes de los experimentos. Alojamos a los ratones a temperatura y presión del aire controladas y en ciclos de luz/oscuridad de 12 horas (luces encendidas entre las 08:00 y las 20:00) con comida y agua ad libitum. Se alojaron ratones C57BL/6J, de 4 a 6 ratones por jaula (225 × 338 × 140 mm), y ratones CD-1, individualmente. Todos los experimentos se realizaron de acuerdo con las directrices de los comités de bienestar animal de la Universidad de Ciencias de Tokio (números de aprobación Y19032, Y20020, Y21002 e Y22014).