Fractura de pelvis deutsch
Afortunadamente, la mayoría de las personas mejoran rápidamente con el tratamiento adecuado y un reentrenamiento muscular. Por lo tanto, es importante encontrar médicos que conozcan a fondo la evaluación de la columna lumbar y la pelvis, así como los músculos y nervios circundantes, y que sepan cómo tratar los distintos tipos de dolor de espalda. Un examen inicial exhaustivo nos permite determinar cuáles son las principales causas de su dolor e incapacidad, y esto nos permite dirigir el tratamiento adecuadamente. El 85% de las personas sufrirá lumbalgia en algún momento de su vida.
El tratamiento debe ser específico en función de sus síntomas. Las lesiones discales con o sin irritación de la raíz nerviosa pueden producirse a cualquier nivel de la columna vertebral. En su forma más leve, una pequeña protuberancia discal de base ancha es una parte normal del envejecimiento y muchos de nosotros tendremos este cambio degenerativo sin que nos cause dolor. Sin embargo, una protuberancia discal focal aguda puede causar inflamación que ejerce presión sobre la raíz nerviosa, lo que a menudo se asocia con dolor referido, alteración de la sensibilidad y dificultad para soportar peso.
¿Cuál es el tratamiento de las lesiones pélvicas?
El tratamiento se centra en estabilizar la pelvis y detener la hemorragia. Debido a otras lesiones que requieren estabilización quirúrgica urgente, el traumatismo pélvico se trata principalmente de forma quirúrgica con taponamiento preperitoneal y fijación externa, seguidos de angioembolización en caso de hemorragia continua.
¿Cuáles son las 3 lesiones más frecuentes de la cintura pélvica?
Entre ellos figuran el pinzamiento femoroacetabular (FAI), la displasia del desarrollo de la cadera, los desgarros del labrum y los desprendimientos alrededor del acetábulo. Las diferencias anatómicas son variaciones en la anatomía de la cadera y la pelvis.
¿Cuáles son las dos razones por las que las lesiones pélvicas son graves?
Esta lesión provoca la rotura de los fuertes ligamentos pélvicos que mantienen unidos los huesos de la pelvis. Cerca de estos ligamentos pasan grandes arterias que pueden desgarrarse y provocar una pérdida masiva de sangre. Además, las venas de la pelvis pueden sangrar en esta zona. Esto requiere una intervención de urgencia para detener la pérdida de sangre.
Pelvis rota
Las lesiones por explosión en la columna vertebral y la pelvis forman parte de un traumatismo multisistémico, resultado de la exposición directa o indirecta a una explosión, que se produce en zonas de guerra y en atentados terroristas urbanos [1,2]. Son lesiones de alta energía asociadas a discapacidades graves y a una mayor mortalidad. Presentamos el caso de un paciente varón joven con fracturas vertebrales y pélvicas debidas a una lesión por explosión, que fue tratado sin estabilización quirúrgica porque sus heridas contaminadas eran una contraindicación absoluta para dicho abordaje terapéutico.
Α Varón de 24 años trasladado a nuestro hospital desde otro hospital en el extranjero tras haber sufrido una lesión por explosión en la columna vertebral y la pelvis. En el momento del ingreso estaba totalmente alerta y la exploración neurológica reveló hipoestesia de las extremidades inferiores de la distribución de las raíces S1 y S2 (pero sin debilidad muscular), anestesia de la silla de montar y disfunción de la orina/vejiga. Había un traumatismo incompletamente curado de la región sacra que presentaba fuga de líquido cefalorraquídeo, salida de pus y laceración cutánea. Se había insertado un drenaje lumbar a nivel L1 (por encima del nivel de la lesión) en el hospital anterior. El examen radiológico con tomografía computarizada de la columna torácica, lumbar y sacra, así como de la pelvis, reveló fracturas de las vértebras L5 y S1, fracturas luxadas del sacro (segmentos S3,S4 y S5) y fracturas bilaterales de la articulación sacroilíaca (Figuras 1 y 2).
Fisiopedia fractura pélvica
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La columna lumbar, el sacro, los huesos ilíacos, el pubis y las caderas trabajan como una unidad funcional. Cualquier trastorno de una parte afecta inmediatamente al funcionamiento de las demás. Durante la práctica del atletismo se observa una gran variedad de lesiones musculares, tendinosas, ligamentosas, óseas, nerviosas y vasculares en esta zona.
La incapacidad lumbar, que representa hasta el 25% de todas las lesiones atléticas, desmotiva rápidamente la participación deportiva. Por razones biomecánicas, la incidencia de lesiones es dos veces mayor en los atletas más altos que en los más bajos. El mecanismo de la lesión suele ser intrínseco más que extrínseco. La causa puede ser a menudo una flexión excesiva, una elevación constante o una liberación brusca, todo lo cual implica principalmente a la musculatura. Las afecciones de los discos intervertebrales se atribuyen más a menudo, aunque no exclusivamente, a golpes y llaves extrínsecas. Un historial preciso y completo es vital para ofrecer el mejor tratamiento y asesoramiento.
Lesión pélvica
Estudio de registro de traumatismos sobre fracturas pélvicas por traumatismo contuso. Se utilizó regresión logística escalonada para identificar factores de riesgo de fracturas pélvicas graves, lesiones abdominales asociadas, necesidad de transfusión sanguínea mayor, embolización terapéutica y muerte por fractura pélvica. Se obtuvieron riesgos relativos ajustados e intervalos de confianza del 95%.
Se registraron 16.630 pacientes con traumatismo cerrado, de los cuales 1.545 (9,3%) presentaban fractura pélvica. La incidencia de lesiones abdominales fue del 16,5%, y los órganos lesionados con mayor frecuencia fueron el hígado (6,1%) y la vejiga y la uretra (5,8%). En las fracturas pélvicas graves (Abbreviated Injury Scale [AIS] > o =4), la incidencia de lesiones intraabdominales asociadas fue del 30,7%, y los órganos más frecuentemente lesionados fueron la vejiga y la uretra (14,6%). Entre los factores de riesgo estudiados, la colisión automovilística es el único factor de riesgo notable asociado negativamente con la fractura pélvica grave. Los principales factores de riesgo de lesión hepática asociada fueron la colisión automovilística y la pelvis AIS > o = 4. Los factores de riesgo de pérdida hemática importante fueron la edad > 16 años, el AIS pélvico > o = 4, la embolización angiográfica y la puntuación de gravedad de la lesión (ISS) > 25. La edad > 55 años fue el único factor predictivo de lesión aórtica asociada. Los factores asociados a la embolización angiográfica terapéutica fueron AIS pélvico > o =4 e ISS > 25. La mortalidad global fue del 13,5%, pero sólo el 0,8% falleció como consecuencia directa de la fractura pélvica. El único factor de riesgo pronunciado asociado a la mortalidad fue ISS>25.