Qué es la fascia
DiagnósticoDurante el examen físico, su médico puede aplicar una suave presión con los dedos en la zona dolorida, palpando las zonas tensas. Ciertas formas de presionar sobre el punto gatillo pueden provocar respuestas específicas. Por ejemplo, puede experimentar una contracción muscular.
TratamientoEl tratamiento del síndrome de dolor miofascial suele incluir medicamentos, inyecciones en los puntos gatillo o fisioterapia. No hay pruebas concluyentes que apoyen el uso de una terapia sobre otra, pero el ejercicio se considera un componente importante de cualquier programa de tratamiento. Comente sus opciones y preferencias de tratamiento con su médico. Es posible que tenga que probar más de un método para aliviar el dolor.
Procedimientos con agujasInyectar un agente adormecedor o un esteroide en un punto desencadenante puede ayudar a aliviar el dolor. En algunas personas, el mero hecho de insertar la aguja en el punto desencadenante ayuda a romper la tensión muscular. Esta técnica, denominada punción seca, consiste en insertar una aguja en varios puntos alrededor del punto gatillo. La acupuntura también parece ser útil para algunas personas que padecen el síndrome de dolor miofascial.Más información
¿Cómo curé mi síndrome de dolor miofascial?
El tratamiento del síndrome de dolor miofascial suele incluir medicamentos, inyecciones en los puntos gatillo o fisioterapia. No hay pruebas concluyentes que apoyen el uso de una terapia sobre otra, pero el ejercicio se considera un componente importante de cualquier programa de tratamiento.
¿Cómo se libera el dolor miofascial?
La terapia de liberación miofascial es un tipo de masaje suave y constante que libera la tensión y el dolor en todos los tejidos miofasciales. En primer lugar, el profesional sanitario localizará los puntos gatillo, o nudos, en los tejidos fasciales. A continuación, aplicará presión suavemente hasta que sienta que se libera la tensión.
¿El síndrome de dolor miofascial desaparece alguna vez?
La MPS aguda suele resolverse espontáneamente o tras tratamientos sencillos. Sin embargo, las MPS crónicas suelen tener peor pronóstico, y los síntomas pueden durar 6 meses o más.
Síndrome de dolor miofascial
Es posible que atribuya el dolor de cuello o espalda a músculos cansados o articulaciones rígidas. Pero estos síntomas también pueden deberse a una parte del cuerpo de la que probablemente no haya oído hablar: la fascia. Hasta hace poco, se prestaba muy poca atención a esta red de tejido que recorre todo el cuerpo, a pesar de que desempeña un papel fundamental en todos los movimientos que realizamos.
La fascia es una fina capa de tejido conjuntivo que rodea y mantiene en su sitio todos los órganos, vasos sanguíneos, huesos, fibras nerviosas y músculos. Este tejido no sólo proporciona estructura interna, sino que tiene nervios que lo hacen casi tan sensible como la piel. Cuando se estresa, se tensa.
Aunque la fascia parece una sola hoja de tejido, en realidad está formada por varias capas con un líquido intermedio llamado hialuronano. Está diseñada para estirarse cuando te mueves. Pero hay ciertas cosas que hacen que la fascia se vuelva más gruesa y pegajosa. Cuando se seca y se tensa alrededor de los músculos, puede limitar la movilidad y provocar la aparición de nudos dolorosos.
Determinar si el dolor se debe a los músculos, las articulaciones o la fascia puede ser difícil. En general, las lesiones musculares y los problemas articulares empeoran cuanto más te mueves. Las adherencias de la fascia tienden a mejorar con el movimiento y también responden bien a la terapia de calor, que ayuda a recuperar la elasticidad del tejido.
Liberación miofascial
Los músculos elevadores de la escápula están situados a ambos lados del cuello. Se une a la esquina/ángulo superior de la escápula – llamado ángulo superior – y a las cuatro primeras vértebras de la columna cervical.
Este músculo tiene muchas funciones. En primer lugar, como su nombre indica, ayuda a elevar el hombro y a rotar la escápula hacia abajo. Cuando se activan los elevadores de ambos hombros, ayudan a doblar el cuello hacia atrás y a estabilizarlo cuando miras hacia abajo. Además, rotan el cuello y lo doblan hacia el mismo lado que está activo y que recibe la irrigación de un nervio de la zona de la columna cervical.
Los músculos elevadores de la escápula pueden provocar dolor justo en su ubicación y enviarlo a otras zonas del cuerpo aparentemente no relacionadas. Las principales zonas de dolor del músculo elevador de la escápula son el lateral del cuello y la parte superior del hombro. Pero este músculo también es capaz de enviar dolor al omóplato y a lo largo de su borde interno, lo que se denomina margo medialis.
Algunos profesionales sanitarios describen a las personas con dolor en los músculos elevadores de la escápula como individuos que “caminan como Frankenstein”. No se están burlando de estos individuos; están intentando explicar cómo es.
Cuello fibroso
DOLOR EN EL BRAZO Y DOLOR EN EL HOMBRO Las lesiones y el dolor en el brazo y el hombro son frecuentes. Los problemas en el hombro y el brazo pueden afectar a todos los aspectos de la vida, desde vestirse hasta conducir un coche e incluso trabajar de forma productiva. Hay varias razones por las que los hombros son propensos a las lesiones y el dolor; una razón es que la articulación del hombro puede moverse de muchas maneras y es la más móvil de todas las articulaciones. Otra razón es que la articulación del hombro tiene una superficie de contacto muy pequeña, lo que significa que la articulación es inestable y está expuesta a lesiones. Esto explica por qué los músculos del hombro son tan importantes para asegurar y estabilizar la articulación del hombro. Es importante que quien evalúe el dolor se asegure de que no está causado por problemas en el cuello.La mayoría de las veces puede haber más de una causa de dolor al mismo tiempo, lo que puede complicar la evaluación y el tratamiento del dolor de hombros y brazos.