Caminar de talón a punta

Caminar de puntillas es cuando un niño camina de puntillas con los talones levantados del suelo. Sólo utiliza la planta del pie para caminar y no apoya el peso en ninguna otra parte del pie. Normalmente, podemos ver a los niños pasar por esta fase de desarrollo cuando están aprendiendo a andar, y puede mantenerse hasta los tres años. Las investigaciones sugieren que hasta el 90% de los niños pueden caminar con la punta del pie a los dos años. Se recomienda consultar a un médico, fisioterapeuta o podólogo si el niño sigue caminando de puntillas después de los tres años.

Idiopático/habitual – Se habla de idiopático cuando no existe una causa médica conocida para la marcha de puntillas y se considera más habitual. Las investigaciones sugieren que si un niño es capaz de caminar con el típico patrón talón-dedo del pie cuando se le pregunta, entonces se trata de un hábito y puede resolverse de forma natural antes de la edad adulta.

Tensión del tendón de Aquiles: el tendón de Aquiles une el músculo de la pantorrilla a la parte posterior del talón. Si este tendón está tenso, puede provocar que el músculo de la pantorrilla se tense y el talón se eleve. Esto impedirá que el talón entre en contacto con el suelo al caminar. Esto debe ser examinado por un fisioterapeuta.

¿Se supone que debes caminar primero con los talones o con los dedos de los pies?

“Debemos asegurarnos de que golpeamos el suelo con el talón primero; esto ayuda a absorber el impacto del choque a través de nuestras otras articulaciones, principalmente la rodilla”, explica el Dr. Gleiber.

¿Cuál es la postura correcta de los pies al caminar?

Mantener un paso firme de talón a punta. Esto implica golpear el suelo primero con el talón, luego rodar a través del talón hasta la punta del pie y empujar hacia fuera del paso con la punta del pie. Evite dar pasos planos o golpear el suelo primero con los dedos de los pies.

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¿Es normal andar de puntillas?

Aunque se trata de un patrón de marcha común en niños menores de 2 años, la mayoría de las personas adoptan con el tiempo un patrón de marcha talón-dedo del pie. Según la Clínica Mayo, si tu hijo va alcanzando los hitos de su desarrollo, caminar de puntillas no es motivo de preocupación.

Cómo caminar correctamente

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Muchas personas empiezan a caminar sin pensar en la forma adecuada de hacerlo. Pero la postura, el movimiento de los pies, la zancada y el movimiento de los brazos marcan una gran diferencia en la velocidad y la capacidad de caminar con energía.

Aprender a adoptar una buena postura al caminar le ayudará a respirar más profundamente, relajar los hombros y el cuello y evitar dolores de espalda y cadera. Utilizando el movimiento correcto de brazos y pies, te impulsarás hacia delante con potencia y sin derrochar esfuerzo. Utilizarás la misma técnica de marcha tanto si caminas por la acera, la pista o la cinta rodante.

La postura es el primer paso para caminar con comodidad y energía. Una buena postura al caminar te permite respirar hondo, trabajar los músculos centrales y utilizar los músculos de las piernas y los glúteos para dar una zancada natural. También es un antídoto contra la postura encorvada y encorvada que adoptan muchas personas en el trabajo y cuando utilizan el teléfono móvil.

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Técnica de la marcha

La marcha equina idiopática (ITW), como su nombre indica, se refiere a la manifestación de este patrón de marcha sin una causa patológica subyacente conocida. Se trata de un diagnóstico de exclusión, en el que se han descartado otras afecciones causantes de una marcha equina.

Al considerar el diagnóstico diferencial, es importante tener en cuenta cualquier posible afección neuromuscular o musculoesquelética subyacente. La marcha de puntillas puede estar causada por parálisis cerebral, contractura congénita del tendón de Aquiles o trastornos musculares paralíticos como la distrofia muscular de Duchenne. La marcha de puntillas idiopática puede estar asociada a trastornos del desarrollo como el autismo u otros trastornos miopáticos o neuropáticos.

La mayoría de los trastornos que causan la marcha de los dedos de los pies pueden descartarse mediante la historia clínica y la exploración física, lo que da lugar a un diagnóstico de Marcha Idiopática de los Dedos de los Pies. Un niño con diagnóstico de ITW presentará un examen neurológico normal con respecto al tono muscular, los reflejos, la sensibilidad y la fuerza. El niño puede o no tener una limitación pasiva en la dorsiflexión del tobillo. La marcha idiopática de los dedos del pie siempre se presenta de forma bilateral y simétrica, a diferencia de otras afecciones neurológicas que pueden causar una marcha unilateral o asimétrica de los dedos del pie.

Caminar de puntillas

Webber estaba interesado en estudiar la mecánica de la carrera, pero como dice el refrán, hay que aprender a andar antes de poder correr, y eso -por así decirlo- es lo que Webber ha estado haciendo en su investigación.

Su estudio más reciente sobre la marcha, publicado en la revista Journal of Experimental Biology, explora en concreto por qué los humanos caminan de talón a puntillas, mientras que muchos otros animales, como perros y gatos, se desplazan sobre las puntas de los pies.

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Desde el punto de vista de Webber, se trataba de una cuestión especialmente interesante, ya que quienes corren descalzos, o “carrera natural”, se apoyan en la parte media o delantera de los pies en lugar de en los talones cuando corren, una zancada que resultaría antinatural al caminar.

“Los humanos caminan con mucha eficacia, y un componente clave para ello en todo tipo de mamíferos es tener las patas largas”, explica Webber. “Los gatos y los perros se apoyan en las puntas de los pies, con el talón elevado en el aire, por lo que se han adaptado a tener una pata más larga, pero los humanos hemos hecho algo distinto. Hemos dejado caer los talones al suelo, lo que físicamente hace que nuestras piernas sean más cortas de lo que serían si estuviéramos de puntillas, y esto era un enigma para nosotros (los científicos)”.