Síntomas de fibromas y dolor de espalda

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El prolapso uterino se produce cuando los músculos y tejidos de la pelvis se debilitan. La debilidad hace que el útero caiga hacia la vagina. A veces, sale por el orificio vaginal. Casi la mitad de las mujeres de entre 50 y 79 años padecen esta enfermedad.

Si su médico cree que tiene un prolapso uterino, probablemente le hará un examen físico para comprobar la pelvis. Si además padece incontinencia urinaria o tiene la sensación de no poder vaciar la vejiga, es posible que su médico le realice un procedimiento denominado cistoscopia para examinarle la vejiga y la uretra.

También es posible que su médico le indique una resonancia magnética (RM). Este procedimiento utiliza un imán y ondas de radio para crear imágenes. De este modo, el médico podrá ver bien los riñones y otros órganos pélvicos.

¿Los problemas de útero pueden causar dolor de espalda?

Un fibroma grande en la superficie posterior del útero tiene más probabilidades de causar dolor de espalda que un fibroma pequeño dentro de la pared uterina. Dado que el dolor de espalda es tan frecuente, es importante buscar otras causas del dolor antes de atribuirlo a los miomas.

¿Cuáles son las causas del dolor lumbar y uterino?

El dolor se produce cuando los músculos del útero (matriz) se contraen o se tensan. A menudo se siente como calambres o pesadez en la zona pélvica, la parte baja de la espalda o el estómago. A pesar de ser una característica común de la menstruación, si el dolor es intenso, podría ser un indicador de algo más grave, como la endometriosis.

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¿Qué problemas ginecológicos provocan lumbalgia?

El dolor lumbar es un síntoma común del síndrome premenstrual, una afección que la mayoría de las mujeres experimentan durante la menstruación. Sin embargo, el dolor lumbar intenso puede ser síntoma de trastornos como el TDPM y la dismenorrea. También puede ser síntoma de una enfermedad más grave llamada endometriosis.

Lumbalgia tras biopsia endometrial

Muchas mujeres que viven con fibromas uterinos aprenden rápidamente que éstos pueden causar una serie de síntomas que afectan drásticamente a su calidad de vida. Y si les pregunta, apostamos a que la mayoría señala problemas comunes como periodos dolorosos, menstruaciones abundantes, hinchazón abdominal, dolor durante las relaciones sexuales y calambres debilitantes. Pero no hay dos mujeres con los mismos síntomas ni tan predecibles. Para algunas, un síntoma del que se habla menos pero que puede ser igual de frustrante y debilitante es el dolor de espalda causado por los fibromas, especialmente en la zona lumbar. Y afecta a más mujeres de lo que podría pensarse.

Es importante tener en cuenta que no todos los miomas son dolorosos por sí mismos. Son su tamaño, su velocidad de crecimiento y su ubicación los que pueden causar problemas. Si un mioma presiona los órganos internos y los nervios, incluidos los músculos y nervios de la zona lumbar, la mujer puede sufrir dolor de espalda por mioma.

Casi todo el mundo experimenta algún tipo de dolor de espalda a lo largo de su vida. Puede deberse a una lesión en los músculos o tendones de la espalda, o a problemas posturales, artritis, problemas estructurales, inflamación, obesidad, etc. El dolor de espalda puede ir de leve a intenso, y también puede aparecer y desaparecer según la persona. En muchos casos, los médicos recomiendan medicamentos sin receta, fisioterapia e incluso reposo para facilitar el alivio. El problema para las mujeres con fibromas es que el dolor lumbar no puede atribuirse a ninguna de estas posibles causas. Además, el dolor no hace más que empeorar y puede ir acompañado de otros síntomas de fibromas que afectan drásticamente a su calidad de vida.

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Dolor de espalda y piernas por adenomiosis

Si tiene dolor lumbar, puede pensar que es sólo un signo de envejecimiento. Y hay algo de verdad en ello: la columna vertebral se desgasta de forma natural con la edad y aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda. Pero a veces, el dolor lumbar es síntoma de otro problema.

En Advocate Health Care, nuestros especialistas en columna vertebral ofrecen un tratamiento completo para el dolor lumbar. Determinamos la causa del dolor y le ayudamos a encontrar alivio para que pueda retomar las actividades que le gustan.

Muchas personas conocen la sensación de “pellizcarse la espalda” cuando levantan un objeto pesado o se retuercen en una posición antinatural. Esta sensación se debe a una lesión en los músculos, tejidos o articulaciones que componen la columna vertebral.

Entre cada uno de los huesos de la columna vertebral hay una almohadilla esponjosa que absorbe los golpes y amortigua la columna. Estas almohadillas esponjosas se llaman discos intervertebrales o simplemente “discos”. Los problemas de disco son una causa frecuente de lumbalgia.

Cada disco intervertebral tiene una cubierta exterior dura y un centro blando y gelatinoso. Una protuberancia discal se produce cuando el disco empieza a degenerarse y el centro empuja contra la capa exterior. Esto hace que el disco sobresalga hacia fuera, provocando dolor en las nalgas, las piernas o la espalda.

La adenomiosis puede causar dolor de espalda y cadera

Existen algunas explicaciones posibles de lo que provoca que el tejido similar al endometrio crezca fuera de su sitio. Pero la causa exacta sigue siendo incierta. Sin embargo, existen algunos factores que hacen que una persona sea más propensa a padecer endometriosis, como no haber dado a luz nunca, tener ciclos menstruales con una frecuencia superior a 28 días, menstruaciones abundantes y prolongadas que duran más de siete días, tener niveles más altos de estrógenos en el cuerpo, tener un índice de masa corporal bajo, tener un problema estructural en la vagina, el cuello uterino o el útero que impida el paso de la sangre menstrual del cuerpo, tener antecedentes familiares de endometriosis, empezar la menstruación a una edad temprana o empezar la menopausia a una edad más avanzada.

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El síntoma más frecuente de la endometriosis es el dolor pélvico, ya sea durante el periodo menstrual normal o fuera de él, que va más allá de los calambres normales. Los calambres menstruales normales deben ser tolerables y no deben obligar a faltar al colegio, al trabajo o a las actividades normales. Otros síntomas son calambres que comienzan antes y se prolongan después del periodo menstrual, dolor lumbar o abdominal, dolor durante las relaciones sexuales, dolor al defecar u orinar e infertilidad. Las personas con endometriosis pueden experimentar fatiga, estreñimiento, hinchazón o náuseas, especialmente durante la menstruación. Si siente estos síntomas, es conveniente que hable con su médico.