Alimentos blandos para la gastroparesia

El sistema digestivo es un proceso que afecta a todo el cuerpo. Incluso nuestro cerebro está implicado con el intestino y los microbios, afectando a todo, desde el estado de ánimo y el metabolismo hasta nuestro sistema inmunitario. Aún queda mucho por aprender sobre cómo la dieta y el intestino afectan a todo nuestro organismo, pero sabemos que existen importantes conexiones entre las enfermedades crónicas, la dieta y la salud intestinal.

Nuestro tracto digestivo es un intrincado sistema con muchas partes que funcionan y que comienza en el momento en que los alimentos entran en contacto con nuestra boca. Cada parte del sistema ayuda a descomponer los alimentos y los líquidos en trozos más pequeños hasta que nuestro cuerpo puede absorber y trasladar los nutrientes a donde son necesarios.

Unas enzimas concretas de nuestra salvia ponen en marcha el proceso digestivo. A medida que los alimentos viajan desde el esófago hasta nuestro estómago, las enzimas actúan contrayendo los músculos, mezclando los alimentos con las enzimas. Aunque cada persona es un poco diferente, normalmente los alimentos tardan entre cuatro y cinco horas en pasar por la primera mitad del aparato digestivo.

El intestino delgado es donde los microbios intestinales empiezan a descomponer las grasas, los carbohidratos y las proteínas. También contribuye a nuestra salud inmunitaria y absorbe vitaminas y minerales. Las bacterias del intestino grueso (colon) completan el proceso de descomposición y ayudan a mantener el equilibrio de líquidos.

Dieta para la gastroparesia fase 1

Los problemas gastrointestinales pueden causar una amplia gama de síntomas que le hacen sentirse incómodo. Los alimentos que ingiere pueden desempeñar un papel crucial en el tratamiento de los problemas gastrointestinales y en el alivio de síntomas como la hinchazón y los gases. Obtenga más información sobre cómo debe comer y qué hábitos alimentarios debe evitar si tiene problemas gastrointestinales.

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Los problemas gastrointestinales pueden ser de muy diversa índole. Estos problemas pueden surgir cuando el sistema gastrointestinal no funciona como debería, lo que puede deberse a problemas con la dieta o a enfermedades subyacentes. De hecho, existe una estrecha relación entre los alimentos que se ingieren y la forma en que el sistema gastrointestinal los digiere. Algunos de los problemas más comunes que pueden afectar a su sistema gastrointestinal son los siguientes:

Cuando tiene problemas con su sistema gastrointestinal, los síntomas que experimenta dependen de la causa de estos problemas. Con el síndrome del intestino irritable, puede tener dolor abdominal, gases, diarrea o estreñimiento, calambres y heces con mucosidad. Si padeces acidez estomacal o reflujo ácido, es posible que tengas una sensación de ardor en el pecho después de comer ciertos alimentos. También puede tener un sabor amargo en la boca y un dolor que se acentúa cuando se inclina o se tumba. Algunos problemas gastrointestinales provocan náuseas con o sin vómitos, mientras que otros afectan sobre todo al intestino, provocando estreñimiento o diarrea.

Alimentos bajos en fibra para la gastroparesia

Cuando se come demasiado rápido, se traga más aire, lo que puede provocar hinchazón y gases. Reducir la velocidad para masticar bien los alimentos ayuda a descomponer las partículas más grandes en partículas más pequeñas, lo que facilita la digestión.

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Y aunque no existe un número mágico de veces que se debe masticar la comida antes de tragarla, masticar correctamente puede ayudar a evitar comer en exceso. El estómago tarda unos 20 minutos en enviar al cerebro la señal de que está lleno. Comer demasiado deprisa dificulta la captación de estas señales.

Los estudios demuestran que comer más despacio ayuda a tomar decisiones más saludables. Detenerse a preparar la comida, en lugar de coger algo sobre la marcha, puede ayudarle a consumir menos opciones, suficientes para perder una cantidad significativa de peso cada año.

Ponlo en práctica prestando atención a la hora de comer. Evita hablar por teléfono, apaga la televisión y desaconseja el uso de ordenadores portátiles y otros dispositivos durante las comidas. Ser consciente de lo que te rodea puede mejorar el placer de comer en porciones más pequeñas y puede reducir síntomas como el reflujo o la sensación de saciedad incómoda que puede resultar de comer demasiado rápido.

Dieta para la gastroparesia

A partir del 16 de febrero, tendremos actualizaciones planificadas del sistema que pueden causar tiempos de espera más largos si usted está programando una cita por teléfono. También puede haber retrasos al llegar a las citas programadas o al ingreso, así como al interactuar con los servicios financieros para pacientes.

Los problemas digestivos, como los gases, el estreñimiento y la diarrea, afectan a millones de personas, y el 15% de los habitantes de los países occidentales padecen una forma grave de sensibilidad intestinal denominada síndrome del intestino irritable (SII).

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En comparación con los carbohidratos refinados, como el pan blanco y la pasta, los cereales integrales aportan mucha fibra, así como nutrientes añadidos, como los ácidos grasos omega-3. Cuando las bacterias intestinales fermentan la fibra, producen ácidos grasos de cadena corta. Estas moléculas favorecen el buen funcionamiento de las células que recubren el colon, donde vive el 70% de nuestras células inmunitarias.

Las verduras de hoja verde, como las espinacas o la col rizada, son excelentes fuentes de fibra, así como de nutrientes como el folato, la vitamina C, la vitamina K y la vitamina A. Las investigaciones demuestran que las verduras de hoja verde también contienen un tipo específico de azúcar que ayuda a estimular el crecimiento de bacterias intestinales sanas.