Ejercicios de fisioterapia para la artrosis
Es posible que no pueda volver a sus niveles habituales de ejercicio inmediatamente y que las mejoras sean lentas al principio. Sin embargo, una vuelta gradual a las actividades normales es la mejor forma de obtener buenos resultados a corto y largo plazo tras un problema de rodilla.
Al hacer ejercicio debe prestar atención a sus niveles de dolor, sobre todo en las primeras fases. Es posible que los ejercicios aumenten ligeramente los síntomas al principio. Sin embargo, con el tiempo deberían resultar más fáciles y, con una práctica regular, pueden ayudar a mejorar el movimiento de la rodilla.
En general, el ejercicio no debería empeorar el dolor existente en la rodilla. Sin embargo, la práctica de nuevos ejercicios a veces puede causar dolor muscular a corto plazo, ya que el cuerpo se acostumbra a moverse de nuevas maneras. Este tipo de dolor debería remitir rápidamente y el dolor no debería empeorar a la mañana siguiente de haber hecho ejercicio.
A medida que puedas hacer más repeticiones, puede ser útil dividir los ejercicios en series. Esto significa que puedes hacer más repeticiones a la vez, pero las harás con menos frecuencia a lo largo del día. Por ejemplo:
¿Cuál es el mejor ejercicio para la artrosis de rodilla?
Flexión y extensión de la rodilla
Tumbado boca arriba con la rodilla estirada. Flexione lentamente la rodilla afectada tanto como le resulte cómodo. Mantenga la posición durante 10 segundos y luego vuelva lentamente a la posición estirada. Repita 10 veces.
¿Cuál es el tratamiento inicial de la artrosis?
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Los AINE de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve), tomados en las dosis recomendadas, suelen aliviar el dolor de la artrosis. Los AINE más potentes pueden adquirirse con receta médica.
¿Qué ejercicios debo evitar con la artrosis de rodilla?
Es posible que deba evitar actividades que sobrecarguen demasiado las articulaciones, como correr y deportes que impliquen saltos, giros rápidos o paradas bruscas, como el tenis y el baloncesto. La natación y los ejercicios en la piscina tienen varias ventajas para las personas con artrosis. El agua caliente alivia los músculos y las articulaciones.
Protocolo de rehabilitación de la artrosis de rodilla pdf
En algunas personas, la artritis daña un lado de la rodilla más que el otro. Esto puede hacer que la rodilla se doble hacia dentro o hacia fuera. La extracción o adición de una cuña de hueso en la tibia o el fémur puede ayudar a enderezar este arqueamiento y desplazar el peso a la parte no dañada de la articulación de la rodilla.
Las prótesis de cadera están diseñadas para imitar la acción esférica de la articulación de la cadera. Durante la operación de prótesis de cadera, el cirujano extrae las partes enfermas o dañadas de la articulación de la cadera e inserta la articulación artificial.
Una de las razones más frecuentes para someterse a una artroplastia de rodilla es el dolor intenso causado por el desgaste de la articulación, también llamada artrosis. Una articulación de rodilla artificial tiene tapas metálicas para el fémur y la tibia, y plástico de alta densidad para sustituir al cartílago dañado. Cada una de estas partes artificiales se denomina prótesis.
Estilo de vida y remedios caserosAprenda todo lo que pueda sobre su enfermedad y cómo controlarla, especialmente sobre cómo los cambios en el estilo de vida pueden afectar a sus síntomas. Hacer ejercicio y perder peso si tiene sobrepeso son formas importantes de reducir el dolor y la rigidez articulares de la artrosis.
Rehabilitación de la artrosis
Para garantizar que este programa sea seguro y eficaz para usted, debe realizarse bajo la supervisión de su médico. Hable con su médico o fisioterapeuta sobre los ejercicios que mejor le ayudarán a alcanzar sus objetivos de rehabilitación.
Tras una lesión o intervención quirúrgica, un programa de acondicionamiento físico le ayudará a retomar sus actividades cotidianas y a disfrutar de un estilo de vida más activo y saludable. Seguir un programa de acondicionamiento bien estructurado también le ayudará a volver a practicar deporte y otras actividades recreativas.
Flexibilidad: Estirar los músculos que se fortalecen es importante para recuperar la amplitud de movimiento y prevenir lesiones. Estirar suavemente después de los ejercicios de fortalecimiento puede ayudar a reducir el dolor muscular y mantener los músculos largos y flexibles.
Duración del programa: Debe continuarse durante 4 a 6 semanas, a menos que su médico o fisioterapeuta especifique lo contrario. Tras su recuperación, estos ejercicios pueden continuarse como programa de mantenimiento para la protección y salud de sus rodillas de por vida. Realizar los ejercicios dos o tres días a la semana mantendrá la fuerza y la amplitud de movimiento de las rodillas.
Protocolo de tratamiento fisioterapéutico de la artrosis de rodilla
En la actualidad, existen múltiples opciones terapéuticas, como la farmacoterapia, la fisioterapia, la cirugía y la rehabilitación, para tratar la osteoartritis de rodilla en la clínica (Michael et al., 2010). Sin embargo, la farmacoterapia tiene muchos efectos secundarios, como insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión y toxicidad renal (Kan et al., 2019). La fisioterapia tiene sus limitaciones, que deben combinarse con la cirugía. Una fisioterapia adecuada antes y después de la cirugía puede restaurar la fuerza del cuádriceps y mejorar la propiocepción de los pacientes con KOA después de la cirugía (Henderson et al., 2018). La cirugía no es adecuada para pacientes con KOA en estadio temprano. Es muy necesario encontrar un tratamiento no quirúrgico para aliviar eficazmente los síntomas de los pacientes con KOA.
El entrenamiento con ejercicios tiene como objetivo mejorar cualquier parte de las funciones corporales a través de la propia fuerza del paciente o la operación asistida del terapeuta o con la ayuda de equipos (Sheikh y Vissing, 2019). Una revisión sistemática de ensayos aleatorizados de ejercicio terapéutico en pacientes con KOA indicó que el ejercicio puede reducir significativamente el dolor, mejorar la función física y la calidad de vida (Fransen et al., 2015). Además, el entrenamiento con ejercicio puede mejorar la función cardiorrespiratoria, aumentar la fuerza muscular, estabilizar la postura y mejorar la salud psicológica (Garber et al., 2011). Por lo tanto, el entrenamiento con ejercicios es una terapia complementaria eficaz y desempeña un papel importante en el tratamiento de pacientes con KOA. Sin embargo, hay pocos artículos de revisión sobre el entrenamiento con ejercicios para la KOA, y carecen de la exploración de sus mecanismos.