Tiempo de recuperación de la fractura distal del peroné
Los médicos clasifican las fracturas de tobillo en función de la zona del hueso que se ha roto. Por ejemplo, una fractura en el extremo del peroné se denomina fractura de maléolo lateral, o si tanto la tibia como el peroné están rotos, se denomina fractura bimaleolar.
Fractura desplazada. Una fractura de tobillo desplazada es aquella en la que los fragmentos óseos rotos están separados. Puede haber roturas en una, dos o tres zonas, y también puede dislocarse la articulación del tobillo. La mayoría de las fracturas de tobillo con luxación requieren tratamiento quirúrgico.
Fractura abierta. Cuando los huesos rotos atraviesan la piel, la lesión se denomina fractura abierta o compuesta. Una fractura abierta es una urgencia y debe tratarse quirúrgicamente lo antes posible. Esto se debe a que una herida abierta permite que material externo, suciedad y restos contaminen la fractura, aumentando el riesgo de infección.
Radiografías. La mayoría de las fracturas de tobillo pueden diagnosticarse con radiografías. Las radiografías proporcionan imágenes de estructuras densas como el hueso. Pueden mostrar dónde están rotos los huesos y si alguno de ellos está fuera de su sitio (desplazado). También pueden mostrar cuántos trozos de hueso roto hay. El médico también puede tomar radiografías de la pierna y el pie para asegurarse de que no hay otras lesiones.
¿Qué es una fractura distal de peroné no desplazada?
No desplazados: Fractura en la que los huesos rotos permanecen alineados. Este tipo de fractura suele observarse en niños menores de cuatro años. Puede deberse a un traumatismo leve o a una lesión por torsión. A menudo, el primer síntoma es una cojera.
¿Cómo se trata una fractura de peroné no desplazada?
El proceso general de curación de una fractura de peroné es la inmovilización con una férula o yeso durante varias semanas, tras lo cual es posible que te coloquen una bota para ayudarte a caminar. El tiempo de recuperación depende de factores como: la gravedad de la lesión y la presencia de cualquier otra lesión al mismo tiempo.
¿Se puede caminar con una fractura de peroné no desplazada?
Dado que el peroné no es un hueso que soporte peso, es posible que su médico le permita caminar mientras se recupera de la lesión. También es posible que le recomiende utilizar muletas, evitando cargar peso sobre la pierna, hasta que el hueso se cure, debido al papel que desempeña el peroné en la estabilidad del tobillo. Fractura de tibia frente a fractura de peroné
Tratamiento de la fractura distal de peroné no desplazada
Una fractura por sobrecarga suele ser una lesión por uso excesivo. Se produce cuando los músculos se fatigan y son incapaces de absorber el impacto añadido. Con el tiempo, el músculo fatigado transfiere la sobrecarga de tensión al hueso, provocando una pequeña fisura denominada fractura por sobrecarga. Las fracturas por estrés suelen ser el resultado de un aumento demasiado rápido de la cantidad o la intensidad de una actividad.
La bota que le han puesto no es necesaria para ayudar a la curación de la fractura, pero le aliviará los síntomas y deberá llevarla siempre que camine. Puede caminar con el pie apoyado siempre que la comodidad se lo permita. Puede que le resulte más fácil caminar con muletas en las primeras fases.
Un especialista en pie y tobillo le visitará unas seis semanas después de la lesión para comprobar su evolución. Le ofrecerá asesoramiento continuo sobre la rehabilitación. Es posible que le pidan más radiografías, lo que decidirá el especialista ese mismo día.
Compresas frías: Una compresa fría (hielo o guisantes congelados envueltos en una toalla húmeda) puede aliviar el dolor a corto plazo. Aplíquela en la zona dolorida durante un máximo de 15 minutos, cada pocas horas, asegurándose de que el hielo nunca esté en contacto directo con la piel.
¿Qué es una fractura distal de peroné?
DescripciónLas fracturas de tobillo son roturas de la parte distal de la tibia o del peroné (cerca o en el llamado maléolo) que afectan a la articulación tibiotalar (tobillo). En ocasiones, afectan también al eje del peroné. Las fracturas de tobillo van desde lesiones simples de un solo hueso a otras complejas que afectan a varios huesos y ligamentos. La torsión con el pie apoyado en el suelo y el cuerpo girando a su alrededor es el mecanismo más común de lesión. La carga por compresión (por ejemplo, en una caída) es más propensa a producir una fractura de la superficie de apoyo de la tibia distal (el plafón). Estas fracturas se denominan “fracturas de pilón” y se consideran lesiones claramente diferentes. Las fracturas de tobillo pueden dividirse en lesiones estables o inestables. Las fracturas estables suelen curarse con inmovilización y carga protegida, mientras que las fracturas desplazadas o inestables suelen requerir tratamiento quirúrgico. Las fracturas de tobillo afectan directa o indirectamente a la articulación del tobillo. Por lo tanto, no es infrecuente que quede algo de artrosis residual en el tobillo, aunque el hueso se cure perfectamente.
Tiempo de consolidación de una fractura de peroné no desplazada
Un varón de 25 años está corriendo y tropieza con un bordillo, sufriendo una lesión por torsión del tobillo. Presenta una deformidad evidente en el tobillo. Es trasladado en ambulancia al centro de traumatología más cercano, donde se comprueba que la lesión está cerrada y que su estado neurovascular está intacto. Las radiografías revelan una fractura/dislocación trimaleolar del tobillo. Tras la reducción cerrada y el entablillado en el servicio de urgencias, se programa una reducción abierta y fijación interna para el día siguiente. Se obtiene un TAC del tobillo y, basándose en estos hallazgos, usted planea colocar al paciente en decúbito prono y realizar abordajes posterolaterales y mediales duales para tratar todos los fragmentos de la fractura. La reducción y la fijación estable del maléolo posterior son importantes para restaurar la función de la estructura que se ve en las figuras A/B?
La figura A es la radiografía de una mujer de 55 años de edad, diabética mal controlada, con neuropatía y enfermedad vascular periférica (EVP), a la que se practicó una fijación interna con reducción abierta del tobillo (ORIF) hace dos años en un centro externo. No cumplió las instrucciones postoperatorias inmediatas para soportar peso y la fijación fracasó. Posteriormente se sometió a una ORIF de revisión con injerto óseo poco después, como se ve en la figura B. Hace un año, se le retiró el hardware debido a una irritación. Las radiografías actuales se muestran en la figura C. Se queja de dolor continuo en el tobillo que no se puede controlar con tratamientos no quirúrgicos y le gustaría seguir con el tratamiento quirúrgico. Pregunta si la recuperación de la extremidad es una opción para ella. ¿Qué cirugía está más indicada en este momento?