Fractura del arco cigomático ct
Fig. 4Efectos del haplotipo fundador. Coeficientes fenotípicos específicos de la cepa fundadora CC (arriba) y puntuaciones LOD del escaneo de todo el genoma (abajo) para la asociación significativa entre haplotipo y a longitud del proceso cigomático del maxilar y b longitud del hueso cigomático a través del cromosoma 17. Los coeficientes fenotípicos son el efecto de tener un determinado genotipo de cepa fundadora en una localización genómica específica sobre una medidaImagen a tamaño completo
Fig. 5Resultados del escaneo del cromosoma 17 de la muestra de validación. Los resultados del escaneo específico del cromosoma 17 utilizando un modelo aditivo de haplotipos para identificar regiones genómicas significativamente asociadas con a la longitud del arco cigomático completo (punto de referencia 3-33), b la longitud del proceso cigomático del maxilar (punto de referencia 3-24), y c la longitud del hueso cigomático (punto de referencia 24-33). La línea roja es una puntuación LOD significativa de 5,75 basada en permutaciones (1000 iteraciones).
El mapeo de asociación a través del intervalo de soporte del segundo pico asociado con la variación del arco cigomático en el cromosoma 17 (85.30648-85.88324 Mb) indica que hay 19 genes conocidos o predichos en esta región (Fig. 6). Estos incluyen tres genes codificadores de proteínas (Six2, Six3, Camkmt) y un ARN no codificante bien estudiado (Six3os1). Observamos que los haplotipos fundadores WSB y A/J se asocian con efectos fenotípicos opuestos para las longitudes del hueso cigomático y del proceso cigomático del maxilar, mientras que el efecto del haplotipo C57 es intermedio (Fig. 4). Por lo tanto, si las diferencias en el nivel de expresión de un gen codificador de proteínas fueran responsables de la variación asociada al haplotipo fundador en la longitud del hueso cigomático, esperaríamos que los niveles de expresión de la cepa A y WSB fueran los más diferentes, mientras que la expresión de C57 sería intermedia.Fig. 6Resultados del mapeo de asociación. Resultados del mapeo de asociación bajo el pico significativo que se encuentra en los resultados del escaneo de todo el genoma tanto para la longitud del hueso cigomático como para la longitud del proceso cigomático del maxilar.
Apófisis cigomática
En anatomía, el arco cigomático, o pómulo, es una parte del cráneo formada por la apófisis cigomática del hueso temporal (un hueso que se extiende hacia delante desde el lateral del cráneo, sobre la abertura de la oreja) y la apófisis temporal del hueso cigomático (el lateral del pómulo), estando ambos unidos por una sutura oblicua (la sutura cigomaticotemporal);[1] el tendón del músculo temporal pasa medial a (es decir. El tendón del músculo temporal pasa medialmente (es decir, por el medio) del arco, para insertarse en la apófisis coronoides de la mandíbula.)
El punto yugal es el punto situado en el extremo anterior (hacia la cara) del borde superior del arco cigomático, donde los bordes masetérico y maxilar se encuentran en ángulo, y donde se une con la apófisis del hueso cigomático[aclaración necesaria].
Los pómulos altos son arcos cigomáticos pronunciados, que hacen que la parte superior de las mejillas sobresalga y forme una línea cortada en los lados de la cara. Los pómulos altos, que forman una forma simétrica de la cara, son muy comunes en los modelos de moda y pueden considerarse un rasgo de belleza tanto en hombres como en mujeres dentro de los estándares de belleza eurocéntricos[3].
Hueso cigomático
El cigoma es un hueso que contribuye de forma vital tanto a la estructura como a la estética del tercio medio facial y se articula con varios huesos del esqueleto craneofacial. El cigoma y sus articulaciones forman el complejo cigomático-axilar (CZM). Las fracturas del arco cigomático (ZA) o de cualquiera de sus articulaciones óseas pueden causar una importante morbilidad funcional y estética. El tratamiento de las fracturas del arco cigomático y del ZMC debe ser específico para cada paciente, pero va desde la simple observación hasta la reducción abierta con fijación interna (ORIF).
El cigoma es la proyección más anterolateral del tercio medio facial. Desempeña un papel estructural clave, ya que absorbe y disipa las fuerzas de la base craneal. El cigoma también comprende una parte significativa de las paredes orbitarias inferior y lateral; por lo tanto, las fracturas del cigoma justifican la investigación de las fracturas de la órbita.
NOTA: Las fracturas del complejo ZMC pueden denominarse erróneamente “fractura en trípode”, aunque la terminología correcta es, de hecho, “fractura en tetrápode”, dadas las cuatro articulaciones del cigoma como se ha indicado anteriormente.
Fractura cigomática
El arco cigomático o pómulo está formado por la apófisis cigomática del hueso temporal y la apófisis temporal del hueso cigomático (el lado del pómulo), estando ambos unidos por una sutura oblicua (sutura cigomaticotemporal); el tendón del Temporal pasa medial al arco para ganar inserción en la apófisis coronoides de la mandíbula. El punto yugal es el punto en el extremo anterior del borde superior del arco cigomático donde los bordes masetérico y maxilar se encuentran en ángulo. El punto yugal es el extremo anterior del borde superior del arco cigomático donde se une con la apófisis del hueso cigomático.
El abordaje órbito-cigomático (OZA) requiere la extirpación adicional del reborde orbitario y el arco cigomático, además de la craneotomía pterional estándar, lo que aumenta la invasividad, el riesgo de parálisis del nervio facial, la atrofia del músculo temporal y la deformidad tras la cirugía, además de prolongar el tiempo quirúrgico. La selección adecuada de la OZA requiere indicaciones que aún no se han establecido. Se ha sugerido que la trayectoria de los aneurismas del ápex basilar BX en las cisternas interpeduncular o prepontina está relacionada no sólo con la altura del ápex de la arteria basilar (BA), sino también con la altura y la amplitud lateral de la bifurcación de la arteria carótida interna (ACI).