Fractura bimaleolar
Antecedentes: Las fracturas de tobillo son frecuentes, con una incidencia de hasta 174 casos por 100 000 adultos al año. Su correcta clasificación y tratamiento tienen una importancia decisiva en la evolución clínica.Método: Revisión selectiva de la literatura.Resultados: Las fracturas de tobillo se evalúan inicialmente mediante exploración física y posteriormente radiográfica. Pueden clasificarse según la clasificación de la Fundación AO (Asociación para el Estudio de la Fijación Interna) o según la clasificación de Weber. Las fracturas luxadas requieren un tratamiento de emergencia con reducción inmediata; esto es crucial para prevenir la hipoperfusión y el daño nervioso. Las fracturas Weber A suelen tratarse de forma conservadora, mientras que las fracturas Weber B y C suelen tratarse con cirugía. La evaluación de la estabilidad de la sindesmosis es importante para la reconstrucción anatómica de la articulación. El hematoma de la herida y la necrosis del borde de la herida son las complicaciones más frecuentes, y la tasa de infección postoperatoria es del 2%. Hasta un 10% de los pacientes desarrollan artrosis de tobillo a medio o largo plazo.Conclusión: Con un tratamiento adecuadamente elegido se puede conseguir un buen resultado clínico. El objetivo a largo plazo es prevenir la artrosis postraumática del tobillo. El nivel de evidencia de las estrategias de tratamiento óptimas es bajo.
¿Cuál es la fisioterapia para una fractura de peroné?
La fisioterapia suele comenzar con ejercicios de fortalecimiento y movilidad del tobillo. Una vez que el paciente está lo suficientemente fuerte como para apoyar peso en la zona lesionada, es habitual realizar ejercicios de marcha y de paso. El equilibrio es fundamental para recuperar la capacidad de caminar sin ayuda. Los ejercicios con la tabla de equilibrio son una buena forma de trabajar el equilibrio.
¿Cómo se trata una fractura distal de peroné?
El proceso general de curación de una fractura de peroné es la inmovilización con una férula o yeso durante varias semanas, tras lo cual es posible que te coloquen una bota para ayudarte a caminar. El tiempo de recuperación depende de factores como: la gravedad de la lesión y la presencia de cualquier otra lesión al mismo tiempo.
¿Qué ejercicios puedo hacer con una fractura de peroné por estrés?
Un “entrenamiento cruzado” de bajo impacto que incluya natación, carrera en aguas profundas y ciclismo mantendrá una base aeróbica sin retrasar la curación. Una fractura de peroné por estrés no produce efectos a largo plazo, siempre que se trate adecuadamente y se identifique y aborde la causa.
Fractura de peroné deutsch
Una fractura por sobrecarga suele ser una lesión por uso excesivo. Se produce cuando los músculos se fatigan y son incapaces de absorber el impacto añadido. Finalmente, el músculo fatigado transfiere la sobrecarga de estrés al hueso causando una pequeña fisura llamada fractura por estrés. Las fracturas por estrés suelen ser el resultado de un aumento demasiado rápido de la cantidad o la intensidad de una actividad.
La bota que le han puesto no es necesaria para ayudar a la curación de la fractura, pero le aliviará los síntomas y deberá llevarla siempre que camine. Puede caminar con el pie apoyado siempre que la comodidad se lo permita. Puede que le resulte más fácil caminar con muletas en las primeras fases.
Un especialista en pie y tobillo le visitará unas seis semanas después de la lesión para comprobar su evolución. Le ofrecerá asesoramiento continuo sobre la rehabilitación. Es posible que le pidan más radiografías, lo que decidirá el especialista ese mismo día.
Compresas frías: Una compresa fría (hielo o guisantes congelados envueltos en una toalla húmeda) puede aliviar el dolor a corto plazo. Aplíquela en la zona dolorida durante un máximo de 15 minutos, cada pocas horas, asegurándose de que el hielo nunca esté en contacto directo con la piel.
Fractura de tobillo Orthobullets
La tibia y el peroné son los dos huesos largos situados en la parte inferior de la pierna. La tibia es un hueso más grande por dentro y el peroné es un hueso más pequeño por fuera. La tibia es mucho más gruesa que el peroné. Es el hueso que más peso soporta de los dos. El peroné sostiene a la tibia y ayuda a estabilizar el tobillo y los músculos de la parte inferior de la pierna.
Las fracturas de tibia y peroné se caracterizan por ser de baja energía o de alta energía. Las fracturas de baja energía, no desplazadas (alineadas), a veces denominadas fracturas del niño pequeño, se producen por caídas leves y lesiones por torsión. Las fracturas de alta energía, como las causadas por accidentes de tráfico graves o caídas importantes, son más frecuentes en niños mayores.
Existen varias formas de clasificar las fracturas de tibia y peroné. A continuación se indican algunas de las fracturas de tibia y peroné más comunes que se producen en los niños. A veces también pueden implicar la fractura del cartílago de crecimiento (fisis) situado en cada extremo de la tibia.
Estas fracturas se producen en el extremo de la rodilla de la tibia y también se denominan fracturas de la meseta tibial. Dependiendo de la localización exacta, una fractura proximal de tibia puede afectar a la estabilidad de la rodilla, así como al cartílago de crecimiento. Las fracturas proximales de tibia más comunes son:
Ejercicios tras una fractura de tobillo
¿Qué es la fisioterapia para la fractura de tibia? La tibia es uno de los dos huesos de la parte inferior de la pierna, el otro es el peroné. Es el más largo de los dos y es el hueso que soporta la carga y que con frecuencia se ve afectado por lesiones accidentales y fracturas. La tibia desempeña un papel integral en toda la mecánica corporal, ya que se Una fractura de tibia se produce con otros daños en los tejidos puede ocurrir con lesiones en los ligamentos, tendones o músculos. Para comprender el daño y recomendar un tratamiento adecuado, debe ser investigado y tratado a fondo por un médico ortopédico, además de un médico y un fisioterapeuta especializados en anomalías de la marcha.
Los ejercicios para una fractura de tibia tienen como objetivo acelerar el proceso de curación, así como mejorar la amplitud de movimiento del tobillo y las articulaciones circundantes. Dependiendo de la gravedad de la fractura, comenzará a realizar ejercicios y estiramientos de rehabilitación entre dos semanas y dos meses después del diagnóstico. Consulte a su médico antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios. Ejercicios de acondicionamiento – Se deben realizar ejercicios de acondicionamiento sólo después de que la fractura de tibia esté curada. Los ejercicios de acondicionamiento ayudan a prevenir futuras fracturas y daños en los ligamentos manteniendo el tobillo y el cuerpo en buena forma física. Para empezar, nade vueltas en una piscina para mejorar la resistencia, el aguante y el equilibrio sin ejercer mucho peso o presión sobre la pierna. Después de nadar, puede pasar a montar en bicicleta para ponerse en forma sin cargar todo el peso del cuerpo sobre la pierna o el tobillo lesionados. Correr y trotar son otros buenos ejercicios de acondicionamiento, aunque ejercen mucha presión sobre los tobillos. Asegúrate de que el hueso roto está completamente curado antes de empezar a correr o trotar.