Vitamina c y dolor articular
Todo el mundo experimenta dolor en algún momento, pero en las personas con depresión o ansiedad, el dolor puede llegar a ser especialmente intenso y difícil de tratar. Las personas que sufren depresión, por ejemplo, tienden a experimentar un dolor más intenso y duradero que otras personas.
La superposición de ansiedad, depresión y dolor es especialmente evidente en los síndromes de dolor crónico y a veces incapacitante como la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, la lumbalgia, las cefaleas y el dolor nervioso. Por ejemplo, aproximadamente dos tercios de los pacientes con síndrome del intestino irritable que son remitidos para recibir atención de seguimiento presentan síntomas de malestar psicológico, con mayor frecuencia ansiedad. Alrededor del 65% de los pacientes que buscan ayuda para la depresión también refieren al menos un tipo de síntoma de dolor. Los trastornos psiquiátricos no sólo contribuyen a la intensidad del dolor, sino también a aumentar el riesgo de discapacidad.
Los investigadores pensaban que la relación recíproca entre dolor, ansiedad y depresión se debía principalmente a factores psicológicos más que biológicos. El dolor crónico es deprimente, y del mismo modo la depresión mayor puede sentirse físicamente dolorosa. Pero a medida que los investigadores han ido conociendo mejor el funcionamiento del cerebro y la interacción del sistema nervioso con otras partes del cuerpo, han descubierto que el dolor comparte algunos mecanismos biológicos con la ansiedad y la depresión.
¿Puede el estrés emocional causar dolor muscular y articular?
El estrés puede hacer que los músculos se tensen y, con el tiempo, provocar dolor y molestias en prácticamente cualquier parte del cuerpo. Los dolores más frecuentes relacionados con el estrés son los del cuello, la espalda y los hombros.
¿Pueden el estrés y la ansiedad causar dolor muscular y articular?
Los dolores musculares y articulares pueden deberse a la tensión, así como a una mala salud general. La ansiedad hace que los músculos se tensen, lo que puede provocar dolor y rigidez en casi cualquier zona del cuerpo.
¿Puede el estrés provocar dolores musculares?
Una aparición repentina o periodos prolongados de estrés pueden provocar tensión y dolor muscular, u otros dolores asociados como cefaleas provocadas por la tensión muscular en las zonas cercanas de los hombros, el cuello y la cabeza.
Cómo afecta el estrés al organismo
El dolor articular puede deberse a varias causas y, por desgracia, a veces no es fácil descubrirlas. Hoy voy a echar un vistazo a todas las formas en que nuestras emociones pueden alterar nuestros niveles de nutrientes y hormonas y contribuir a nuestro dolor articular.
Tus articulaciones son extremadamente complejas y hay muchos componentes, incluyendo los ligamentos, cartílagos y tendones que rodean la articulación, que pueden ser la fuente o la víctima del dolor articular. Una articulación es la conexión entre dos huesos del cuerpo y están diseñadas para permitir diferentes tipos y rangos de movimiento. Pueden dividirse funcionalmente dependiendo del rango de movimiento que permiten o estructuralmente dependiendo del tipo de material del que están hechas.
Nuestros huesos son más gruesos y fuertes al principio de nuestra vida adulta y su densidad aumenta hasta los 20 años, después de los 35 empezamos a perder densidad ósea gradualmente. Se trata de un proceso completamente normal y nos ocurre a todos, aunque el ritmo de pérdida de densidad ósea puede ser mucho más rápido en unas personas que en otras.
Dolor psicógeno
OverviewLa fibromialgia es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado acompañado de fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones dolorosas al afectar a la forma en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales dolorosas y no dolorosas.
Los síntomas suelen comenzar tras un acontecimiento, como un traumatismo físico, una intervención quirúrgica, una infección o un estrés psicológico importante. En otros casos, los síntomas se acumulan gradualmente a lo largo del tiempo sin que haya un único acontecimiento desencadenante.
Las mujeres son más propensas a desarrollar fibromialgia que los hombres. Muchas personas con fibromialgia padecen también cefaleas tensionales, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), síndrome del intestino irritable, ansiedad y depresión.
Aunque la fibromialgia no tiene cura, diversos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas. El ejercicio, la relajación y las medidas para reducir el estrés también pueden ayudar.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic
CausasMuchos investigadores creen que la estimulación nerviosa repetida provoca un cambio en el cerebro y la médula espinal de las personas con fibromialgia. Este cambio implica un aumento anormal de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro que señalan el dolor.
Causas del dolor muscular y articular
El dolor articular suele estar relacionado con el envejecimiento y el ejercicio físico. Por eso sorprende un poco que el dolor articular pueda estar causado por cambios en la salud mental. Sin embargo, muchas personas experimentan dolor articular a causa de la ansiedad de forma habitual y, en algunos casos, ese dolor articular puede ser suficiente para alterar los movimientos cotidianos de una persona.
El dolor articular es un síntoma complejo de la ansiedad y puede ser tanto mental como físico. Pero el dolor es auténtico y, en muchos casos, se trata de un tipo de dolor difícil de controlar y de superar.
La ansiedad y el dolor articular disfrutan de una relación complicada, y que no es tan simple como decir “la ansiedad causa dolor articular”. La realidad es que la ansiedad causa problemas que afectan a la creación y la experiencia del dolor articular. Algunas personas padecerán dolor articular a causa de la ansiedad, pero no todas las personas que afirman padecer dolor articular experimentan necesariamente el dolor que creen.
El dolor y las molestias articulares pueden ser increíblemente complejos, y es posible que la relación entre su propio dolor articular y la ansiedad no sea tan simple como la enumerada anteriormente. El estrés y la ansiedad afectan a la nutrición, afectan a las hormonas, afectan al funcionamiento de los órganos: afectan a todo lo que interviene en el funcionamiento del organismo. Por eso es posible que la relación entre el dolor articular y la ansiedad no esté nunca del todo clara.