Ejercicios para el dolor lumbar tras una histerectomía
Someterse a una histerectomía es una intervención quirúrgica importante y un punto de inflexión en su vida; si empieza a experimentar dolor en el suelo pélvico después de la intervención, puede que le cueste discernir la causa o comprender la mejor forma de tratarlo.
En un estudio nacional de 1.299 mujeres, el 31,9% experimentó dolor crónico un año después de la intervención. Los médicos identificaron varios factores de riesgo del dolor del suelo pélvico tras la histerectomía que pueden ser útiles para determinar por qué experimentaron estos síntomas y la mejor forma de tratarlos.
Entre el 2 y el 3% de las mujeres experimentan dolor en el suelo pélvico tras someterse a una histerectomía. Parte del dolor está relacionado con el desarrollo de tejido cicatricial, y puede parecer similar a los dolores menstruales.
No es infrecuente que las mujeres informen de cambios en su vejiga tras una histerectomía. Estos cambios incluyen cambios y duración de la micción, aumento del dolor antes de orinar y alivio después, sensación de fuertes ganas de orinar y sensación de no poder entrar lo suficiente en la vejiga.
¿Por qué me duele tanto la zona lumbar después de una histerectomía?
Con el tiempo, las investigaciones han demostrado que la histerectomía da lugar a dolor de espalda crónico debido al impacto directo y negativo en las zonas pélvicas, contribuyendo al colapso del órgano pélvico, normalmente en la región inferior del abdomen.
¿Cuánto dura el dolor lumbar tras una histerectomía?
¿Cuánto tiempo es normal tener dolor después de una histerectomía? Esto puede variar en función de cada persona y situación, pero nosotros damos un plazo general de 3 meses. Una histerectomía es una cirugía invasiva, por lo que naturalmente requiere tiempo de inactividad y vendrá con un poco de dolor y malestar residual.
¿Qué causa el dolor pélvico y de espalda años después de la histerectomía?
El dolor pélvico tras una histerectomía puede ser molesto y persistente; a menudo se debe a una afección denominada hipotonía. La hipotonía reduce el tono muscular de los músculos pélvicos, aunque siguen estando contraídos. La reducción del flujo sanguíneo a la zona puede aumentar la inflamación, lo que sólo empeora la irritación y los síntomas dolorosos.
Lumbalgia años después de una histerectomía
Para la mayoría de las mujeres, la histerectomía es un momento importante de su vida. Tanto si la extirpación quirúrgica del útero se realiza por endometriosis, fibromas o cáncer ginecológico, la vida después de una histerectomía cambia permanentemente algunos aspectos de su vida. Para la mayoría, significa el alivio de los síntomas que hicieron necesaria la intervención. Para otras, puede significar que ya no pueden quedarse embarazadas ni tener un ciclo menstrual.
La histerectomía es una intervención quirúrgica importante, y es importante que descanse mucho después. Los médicos te han dicho que “te lo tomes con calma”. Y es muy fácil excederse en las actividades cuando los medicamentos enmascaran los síntomas.
Muchas mujeres necesitan reposo en cama después de una histerectomía. La duración del periodo de recuperación depende del tipo de intervención quirúrgica a la que se haya sometido y de su edad. La recuperación también depende de su estado general de salud antes de la intervención.
El mejor ejercicio para empezar después de una histerectomía es caminar. Es uno de los mejores ejercicios funcionales para realizar después de una intervención quirúrgica importante, como una histerectomía, sin correr el riesgo de lesionar el suelo pélvico.
Lumbalgia 3 semanas después de una histerectomía
La histerectomía es una cirugía mayor que se realiza en algunas de las partes más profundas del cuerpo. Esta cirugía puede causar la formación de adherencias, creando dolor que dura mucho tiempo después de la cirugía. Clear Passage® Physical Therapy es líder mundial en el tratamiento no quirúrgico y sin fármacos del dolor pélvico y las adherencias, con más de 30 años de experiencia en el tratamiento del dolor poshisterectomía. Los estudios y las citas publicados en revistas médicas estadounidenses e internacionales revisadas por expertos demuestran que esta fisioterapia/fisioterapia disminuye significativamente el dolor pélvico relacionado con las adherencias.
Para algunas mujeres, el dolor comienza poco después de la operación; para otras, puede empezar meses o incluso años después de la intervención. Sin terapia, la mayoría de las mujeres descubren que el dolor nunca desaparece; permanece o empeora con el tiempo.
La técnica quirúrgica más habitual para la histerectomía es la cirugía abdominal. Para acceder al útero, el cirujano debe cortar primero varias estructuras, como la piel y el peritoneo (tejido que envuelve los órganos abdominales y pélvicos). Tras la intervención, todos los tejidos cortados deben cicatrizar.
Dolor de espalda 6 meses después de la histerectomía
Un prolapso de la cúpula vaginal se produce cuando la parte superior de la vagina (la cúpula) cae hacia la abertura vaginal. Un prolapso puede ser pequeño, o incompleto, con sólo un pequeño movimiento. También puede ser completo, con todo el órgano desplazándose y una parte del mismo sobresaliendo del cuerpo.
Esta afección se da hasta en el 40% de las mujeres que se han sometido a una histerectomía. Normalmente, el útero sostiene la parte superior de la vagina, de modo que cuando se extirpa el útero, se pierde ese soporte. Otro factor es el debilitamiento gradual relacionado con la edad de los músculos y otros tejidos que sostienen la vagina, lo que hace más probable un prolapso una vez extirpado el útero.
El diagnóstico correcto de esta afección requiere un examen en consulta. Es probable que el médico le pregunte por cualquier incontinencia que haya padecido, así como por cualquier dolor o sensación de plenitud en la zona pélvica. Si se sospecha de un prolapso de la cúpula vaginal, pueden ser necesarias pruebas adicionales para descartar un problema de vejiga como causa de los síntomas.
Las opciones de tratamiento variarán probablemente en función de la gravedad del prolapso. El plan de tratamiento también puede depender de factores como la edad, la actividad sexual y el estado general de salud. Algunas opciones de tratamiento no quirúrgico son: