Junta plana

Cada articulación sinovial del cuerpo está especializada para realizar determinados movimientos. Los movimientos permitidos vienen determinados por la clasificación estructural de cada articulación. Por ejemplo, una articulación de rótula multiaxial es capaz de realizar más acciones que una articulación de bisagra uniaxial. Sin embargo, los ligamentos y músculos que soportan una articulación pueden imponer restricciones a la amplitud total de movimiento disponible. La articulación esférica del hombro tiene poco soporte ligamentoso, lo que le confiere una gran amplitud de movimiento. Por el contrario, los movimientos de la articulación de la cadera están restringidos por ligamentos tensos, que reducen su amplitud de movimiento pero confieren estabilidad durante la bipedestación y la carga de peso.

En esta sección se examina la anatomía de algunas articulaciones sinoviales del cuerpo. Los nombres anatómicos de la mayoría de las articulaciones se derivan de los nombres de los huesos que se articulan en esa articulación, aunque algunas articulaciones, como las del codo, la cadera y la rodilla, son excepciones a este esquema general de nomenclatura.

Además de mantenerse unidas por sínfisis en los discos intervertebrales, las vértebras adyacentes también se articulan entre sí en articulaciones sinoviales formadas entre las apófisis articulares superior e inferior denominadas articulaciones cigapofisarias (articulaciones facetarias) (véase la Figura 9.1.2 del Capítulo 9.1). Se trata de articulaciones planas que sólo permiten movimientos limitados entre las vértebras. La orientación de las apófisis articulares en estas articulaciones varía en las distintas regiones de la columna vertebral y sirve para determinar la amplitud de movimiento disponible en cada región vertebral; las regiones cervical y lumbar tienen las mayores amplitudes de movimiento.

¿Qué tipo de articulación es la articulación troclear?

La articulación humeroulnar (articulación ulnohumeral o troclear) forma parte de la articulación del codo. Está compuesta por dos huesos, el húmero y el cúbito, y es la unión entre la escotadura troclear del cúbito y la tróclea del húmero.

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¿Qué articulaciones son articulaciones de bisagra?

Las articulaciones en bisagra, como las de los dedos de las manos, las rodillas, los codos y los pies, sólo permiten movimientos de flexión y enderezamiento.

¿Es el fémur una articulación de bisagra?

La rodilla es una articulación en bisagra formada por la tibia (hueso de la espinilla), el fémur (hueso del muslo) y la rótula (rótula). Los extremos de los huesos de la articulación están cubiertos de cartílago, un tejido duro y lubricante que ayuda a amortiguar los huesos durante el movimiento.

Junta de silla

Articulación en bisagra1: Articulación esférica; 2: Articulación condiloide (elipsoide); 3: Articulación en silla de montar; 4 Articulación en bisagra; 5: Articulación pivotante;Articulación metacarpofalángica y articulaciones del dedo. Aspecto cubital.DetallesIdentificadoresLatínArticulatio ginglymusTA98A03.0.00.046TA21558FMA75296Terminología anatómica[editar en Wikidata]

Una articulación en bisagra (ginglymus o ginglymoide) es una articulación ósea en la que las superficies articulares están moldeadas entre sí de tal manera que sólo permiten el movimiento en un plano. Según un sistema de clasificación, se dice que son uniaxiales (tienen un grado de libertad)[1].

La dirección que toma el hueso distal en este movimiento rara vez está en el mismo plano que el eje del hueso proximal; suele haber una cierta desviación de la línea recta durante la flexión.

Los mejores ejemplos de articulaciones ginglimoides son las articulaciones interfalángicas de la mano y las del pie y la articulación entre el húmero y el cúbito. Las articulaciones de la rodilla y del tobillo son menos típicas, ya que permiten un ligero grado de rotación o de movimiento de lado a lado en determinadas posiciones de la extremidad. La rodilla es la articulación de bisagra más grande del cuerpo humano.

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Rótula

La rodilla es una estructura de dos articulaciones compuesta por la articulación tibiofemoral (articulación en bisagra modificada) y la articulación femororrotuliana (articulación en silla de montar) y es la articulación más grande del cuerpo. Se sitúa entre los dos brazos de palanca más largos del cuerpo, es decir, la tibia y el fémur, lo que la hace propensa a las lesiones.

La rodilla tiene tres articulaciones: tibiofemoral medial y lateral y patelofemoral. Las articulaciones tibiofemorales unen el fémur distal a la tibia. El fémur distal se ensancha para formar los cóndilos femorales medial y lateral. La tibia es relativamente plana, pero los meniscos inclinados permiten una articulación estrecha con la convexidad de los cóndilos femorales. Los cóndilos femorales están separados por una fosa intercondilar, también conocida como surco femoral o tróclea femoral. Las líneas articulares están formadas por los cóndilos femorales y las mesetas tibiales.

La rótula tiene forma sesamoidea y está incrustada en el tendón del cuádriceps que se articula con el surco troclear del fémur. Aumenta la ventaja mecánica del cuádriceps. La cabeza del peroné se encuentra dentro de la cápsula de la rodilla, pero normalmente no interviene como superficie de apoyo del peso.

Articulación condiloidea

Las articulaciones sinoviales son el tipo de articulación más común del organismo (Figura 9.4.1). Una característica estructural clave de una articulación sinovial que no se observa en las articulaciones fibrosas o cartilaginosas es la presencia de una cavidad articular. Este espacio lleno de líquido es el lugar de contacto entre las superficies articulares de los huesos. En las articulaciones sinoviales, las superficies articulares de los huesos están cubiertas de cartílago articular liso. Esto confiere a los huesos de una articulación sinovial la capacidad de moverse suavemente unos contra otros, permitiendo una mayor movilidad articular.

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Cavidad cotiloidea del hueso coxal

Figura 9.4.1 – Articulaciones sinoviales: Las articulaciones sinoviales permiten movimientos suaves entre los huesos adyacentes. La articulación está rodeada por una cápsula articular que define una cavidad articular llena de líquido sinovial. Las superficies articulares de los huesos están cubiertas por una fina capa de cartílago articular. Los ligamentos sostienen la articulación manteniendo unidos los huesos y resistiendo los movimientos articulares excesivos o anormales.

Las articulaciones sinoviales se caracterizan por la presencia de una cavidad articular. Las paredes de este espacio están formadas por la cápsula articular, una estructura de tejido conjuntivo fibroso que está unida a cada hueso justo fuera de la zona de la superficie articular del hueso. Los huesos de la articulación se articulan entre sí dentro de la cavidad articular.