Fases de la curación ósea

Aunque los huesos son rígidos, se doblan o ceden un poco cuando se les aplica una fuerza externa. Sin embargo, si la fuerza es demasiado grande, los huesos se rompen, igual que se rompe una regla de plástico cuando se dobla demasiado.

La gravedad de una fractura suele depender de la fuerza que la haya provocado. Si sólo se ha sobrepasado ligeramente el punto de rotura del hueso, éste puede agrietarse en lugar de romperse por completo. Si la fuerza es extrema, como la causada por un accidente de automóvil o un disparo, el hueso puede romperse.

Si el hueso se rompe de tal manera que sobresalen fragmentos de hueso a través de la piel, o una herida penetra hasta el hueso roto, la fractura se denomina fractura abierta. Este tipo de fractura es especialmente grave porque, una vez rota la piel, puede producirse una infección tanto en la herida como en el hueso.

Su médico le examinará detenidamente para evaluar su estado general y el alcance de la lesión. Hablará con usted sobre cómo se produjo la lesión, sus síntomas y su historial médico.

¿Cómo se cura un hueso fracturado?

Poco después de producirse una fractura, el organismo actúa para proteger la zona lesionada y forma un coágulo de sangre y un callo protectores alrededor de la fractura. Nuevos “hilos” de células óseas comienzan a crecer a ambos lados de la línea de fractura. Estos hilos crecen uno hacia el otro. La fractura se cierra y el callo se absorbe.

¿Puede el cuerpo curar por sí solo un hueso roto?

Con el tiempo, los “hilos” del nuevo tejido óseo se juntan en el centro y “tejen” juntos, y el hueso se cura. Esto puede tardar de unos meses a un año. Así pues, la respuesta a la pregunta central de este blog es sí, los huesos fracturados se curan solos.

Más Información
Fracturas de costillas: Consejos para ayudar en la recuperación

¿Qué es peor, una fractura o una grieta?

Una fractura significa una brecha en la integridad del hueso, y un hueso roto significa un hueso cuya integridad se ha roto. Ambos términos equivalen a una fisura, rotura o desgarro de un hueso.

Los huesos rotos curados son más fuertes

Cláusula de exención de responsabilidad sobre el contenido El contenido de este sitio web se ofrece únicamente con fines informativos. La información sobre una terapia, servicio, producto o tratamiento no respalda ni apoya en modo alguno dicha terapia, servicio, producto o tratamiento y no pretende sustituir el consejo de su médico u otro profesional sanitario colegiado. La información y los materiales contenidos en este sitio web no pretenden constituir una guía exhaustiva sobre todos los aspectos de la terapia, el producto o el tratamiento descritos en el sitio web. Se insta a todos los usuarios a que pidan siempre consejo a un profesional sanitario registrado para obtener un diagnóstico y respuestas a sus preguntas médicas y para determinar si la terapia, el servicio, el producto o el tratamiento concretos descritos en el sitio web son adecuados en sus circunstancias. El Estado de Victoria y el Departamento de Sanidad no asumirán responsabilidad alguna por la confianza depositada por cualquier usuario en los materiales contenidos en este sitio web.

Biología de la curación de fracturas

Los huesos son una especie de tejido conjuntivo reforzado con células óseas y calcio. Las células óseas son de cuatro tipos: osteoclastos, osteocitos, osteoblastos y células de revestimiento óseo. El organismo refuerza y remodela constantemente los huesos mediante la creación de nuevas células óseas. Ciertas enfermedades como el cáncer de huesos y la osteoporosis pueden debilitar los huesos y hacerlos quebradizos, por lo que estas personas se vuelven más vulnerables a las fracturas. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres que han pasado la menopausia y los ancianos con huesos débiles y menor masa muscular.

Más Información
Ejercicios de respiración

Además, las lesiones deportivas, los accidentes de tráfico, las caídas de altura y los accidentes laborales también pueden provocar fracturas. Los huesos son bastante resistentes, pero cuando la fuerza del impacto es superior a la que un hueso puede soportar, los tejidos ceden, creando una grieta, una hendidura profunda, un desplazamiento o una división del hueso. Los vasos sanguíneos del hueso en el lugar de la fractura también se rompen y provocan hemorragias.

Normalmente, el cuerpo humano puede curar o reparar una fractura ósea por sí solo. Sin embargo, es arriesgado hacerlo y siempre es necesaria la intervención de un médico, por leve que sea la fractura. Esto se debe a que, si se deja solo, el hueso que se está curando puede desplazarse de su posición original o doblarse. Puede producirse una cicatrización anormal (exceso o defecto de tejido óseo), pérdida de función o debilidad en ese hueso. Esto puede evitarse consultando a un médico ortopédico cualificado, que utilizará las técnicas adecuadas para manipular o “fijar” la cicatrización del hueso en la dirección correcta.

Tipos de fracturas

El esqueleto humano es realmente asombroso. Es un armazón móvil que protege los tejidos blandos y los órganos, al tiempo que almacena minerales y produce células sanguíneas e inmunitarias. Los huesos también tienen una capacidad asombrosa para reconstruirse y repararse a sí mismos. No hay que preocuparse mucho si te rompes un hueso porque, con el apoyo de tus médicos y terapeutas, el hueso debería curarse solo. Los huesos tienen una estructura flexible que sirve de andamiaje a los minerales que crean un esqueleto fuerte y estable. Por desgracia, la resistencia ósea puede disminuir con la edad o debido a deficiencias alimentarias u hormonales. Cuando experimente dolor, hinchazón o hematomas tras una caída, debe acudir al médico para ver si tiene una fractura ósea. Pero no te preocupes: ¡recuerda que los huesos pueden repararse solos! ¿Te has preguntado alguna vez cómo se curan los huesos? En este artículo encontrarás las respuestas.

Más Información
Alimentos perjudiciales para tu espalda: chocolate

¿Sabías que los seres humanos nacemos con unos 270 huesos? Sin embargo, durante la infancia y la adolescencia, algunos de ellos se fusionan y, como resultado, de adultos sólo tenemos 212 huesos. Por ejemplo, los recién nacidos tienen los huesos del cráneo sin fusionar, lo que hace que la cabeza sea más flexible y más fácil de apretar a través del canal de parto de la madre. A medida que el bebé crece, los huesos del cráneo se fusionan.