Abordaje de Keen para la fractura del arco cigomático

El cigoma es un hueso que contribuye de forma vital tanto a la estructura como a la estética del tercio medio facial y se articula con varios huesos del esqueleto craneofacial. El cigoma y sus articulaciones forman el complejo cigomático-axilar (CZM). Las fracturas del arco cigomático (ZA) o de cualquiera de sus articulaciones óseas pueden causar una importante morbilidad funcional y estética. El tratamiento de las fracturas del arco cigomático y del ZMC debe ser específico para cada paciente, pero va desde la simple observación hasta la reducción abierta con fijación interna (ORIF).

El cigoma es la proyección más anterolateral del tercio medio facial. Desempeña un papel estructural clave, ya que absorbe y disipa las fuerzas de la base craneal. El cigoma también comprende una parte significativa de las paredes orbitarias inferior y lateral; por lo tanto, las fracturas del cigoma justifican la investigación de las fracturas de la órbita.

NOTA: Las fracturas del complejo ZMC pueden denominarse erróneamente “fractura en trípode”, aunque la terminología correcta es, de hecho, “fractura en tetrápode”, dadas las cuatro articulaciones del cigoma como se ha indicado anteriormente.

¿Qué es una fractura del arco cigomático?

Las fracturas cigomáticas representan el 20% de todas las fracturas óseas faciales. Sus uniones al maxilar y a los huesos frontal y temporal son vulnerables y pueden romperse. Cuando el cigoma se desplaza, puede producirse una alteración de la pared lateral y del suelo de la órbita. Las lesiones orbitarias suelen ir asociadas a traumatismos del tercio medio facial.

¿Cómo se trata una fractura del arco cigomático?

La mayoría de las fracturas del complejo cigomático pueden tratarse únicamente mediante un abordaje intraoral y una fijación rígida en el contrafuerte cigomático-maxilar. En las fracturas muy desplazadas es necesario exponer más la unión cigomaticofrontal o el reborde orbitario inferior, lo que requiere una fijación adicional.

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Musculatura antagonista

¿Cuáles son los signos de fractura del arco cigomático?

La deformidad escalonada del margen óseo, el aplanamiento de la mejilla, la equimosis periorbitaria, la asimetría facial, el edema, la epistaxis y la equimosis subconjuntival fueron los signos más frecuentes. El dolor, la anestesia infraorbitaria y el dolor al abrir la boca fueron los síntomas más frecuentes.

Fractura aislada del arco cigomático

El propósito de este artículo es describir un caso de fractura del arco cigomático derecho en un Labrador Retriever macho de 5 años de edad diagnosticado con ayuda de una reconstrucción por Tomografía Computarizada 3D. Debido a la depresión de la fractura y a la interferencia con el globo ocular, se realizó una reparación quirúrgica de la fractura del arco cigomático derecho mediante reducción abierta y estabilización con una placa de corte veterinaria de 11 orificios y 2,7 mm. Las radiografías tomadas 60 días después de la cirugía revelaron que la fractura había cicatrizado sin complicaciones, con una mejora de la función y del aspecto estético. Noventa días después de la intervención, el paciente fue dado de alta clínicamente.

Vista lateral del cráneo de un labrador macho de 5 años. Se puede observar una fractura mínimamente desplazada que se extiende desde el aspecto rostromedial del hueso cigomático, entre las raíces mesial y distal del 1er molar superior y hasta el aspecto caudolateral del hueso maxilar derecho (flecha) y una fractura ligeramente conminuta dentro del hueso cigomático. El aspecto rostral del hueso cigomático derecho está ligeramente desplazado medialmente, lo que provoca una leve compresión del aspecto ventrolateral del globo y un estrechamiento de la órbita.

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Síntomas de fractura aislada del arco cigomático

ResumenLa fractura del arco cigomático suele tratarse con métodos ciegos. Como las líneas de fractura no pueden visualizarse directamente en la reducción cerrada, la exploración digital y el ruido de crepitación o las imágenes radiográficas convencionales se utilizan clínicamente como guía para reposicionar los fragmentos. Las reducciones cerradas con éxito suelen ser difíciles de evaluar clínicamente debido a la gran inflamación que suele acompañar a estas fracturas. Las radiografías postoperatorias suelen ser la única forma de evaluar la idoneidad de la reducción. En este artículo se describe una técnica que utiliza el arco en C para evaluar de forma rápida y precisa la reducción intraoperatoria, de modo que puedan realizarse las correcciones adecuadas. Se presenta el caso de un paciente que sufrió una fractura deprimida en forma de w del arco cigomático izquierdo y fractura del complejo cigomático-maxilar.

Br Dent J 199, 275-277 (2005). https://doi.org/10.1038/sj.bdj.4812652Download citationShare this articleCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard

Tratamiento de la fractura del arco cigomático

ResumenPropósitoLas fracturas aisladas del arco cigomático (IZAF) se reducen habitualmente a distancia, mediante un abordaje temporal. No se recomiendan las reducciones abiertas debido a la morbilidad y las complicaciones asociadas. Sin embargo, la realización de reducciones cerradas dificulta determinar si se ha hecho de forma satisfactoria. Este estudio pretende determinar si la adquisición de imágenes intraoperatorias con un arco en C para evaluar las reducciones IZAF es una técnica útil en el tratamiento de dichas fracturas.MétodosNuestra hipótesis es que la adquisición de imágenes intraoperatorias con un arco en C reduce la necesidad de una segunda cirugía. Entre 2009 y 2012, 50 pacientes diagnosticados de IZAF que requirieron cirugía fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos: 25 pacientes formaron parte del grupo experimental, en el que se realizó la reducción de la fractura y se corroboró intraoperatoriamente de forma inmediata un resultado adecuado mediante un arco en C, y 25 pacientes fueron asignados a un grupo control en el que se controló la reducción de la fractura con imágenes postoperatorias.ResultadosLos resultados no revelaron diferencias significativas entre ambos grupos (p = 0,5). No obstante, el grupo experimental tenía la ventaja de poder volver a reducir inmediatamente la fractura si el resultado no era satisfactorio.ConclusionesA pesar de que los resultados no son estadísticamente significativos (p = 0,5), los autores recomiendan realizar un análisis de imagen intraoperatorio en las zonas en las que no estemos seguros de la reducción.

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