Cirugía ortopédica y enfermedad de Parkinson
A partir del 16 de febrero, tendremos actualizaciones planificadas del sistema que pueden causar tiempos de espera más largos si usted está programando una cita por teléfono. También puede haber retrasos al llegar para las citas programadas o admisión, así como la interacción con los servicios financieros de los pacientes.
Con la medicina actual, aún no hemos encontrado una cura para la enfermedad de Parkinson. No obstante, en función de la gravedad de los síntomas y del perfil médico, el médico establecerá un protocolo de tratamiento adecuado. El tratamiento de la enfermedad de Parkinson puede incluir lo siguiente:
Existen varios tipos de intervenciones quirúrgicas que pueden ayudar a los pacientes con enfermedad de Parkinson. La mayoría de los tratamientos están dirigidos a aliviar el temblor o la rigidez que acompañan a la enfermedad. En algunos pacientes, la cirugía puede reducir la cantidad de medicación necesaria para controlar los síntomas.
¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico del Parkinson?
La cirugía suele reservarse para quienes han optimizado y agotado la medicación para el temblor de Parkinson o experimentan profundas fluctuaciones motoras. En la actualidad, los dos tratamientos quirúrgicos más comunes disponibles para las personas con EP son la estimulación cerebral profunda (ECP) y Duopa™.
¿Cuáles son los dispositivos y enfoques de lesión para el tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson?
Los tratamientos quirúrgicos han transformado el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (EP). Las opciones terapéuticas disponibles para el tratamiento de las complicaciones motoras de la EP incluyen la estimulación cerebral profunda (ECP), los procedimientos ablativos o lesivos (palidotomía, talamotomía, subtalamotomía) y los dispositivos de infusión de medicación dopaminérgica.
¿Se puede curar el Parkinson con cirugía?
No existe ningún tipo de cirugía que pueda curar la enfermedad de Parkinson (EP). Sin embargo, los métodos quirúrgicos pueden aliviar los síntomas de la EP en algunas personas. Los procedimientos quirúrgicos para la EP suelen considerarse después de haber agotado otros tratamientos, como los medicamentos.
Cirugía de Parkinson Estimulación cerebral profunda
ResumenLa enfermedad de Parkinson (EP) puede ser tratada de manera óptima con una terapia modificadora de la enfermedad para ralentizar su progresión. Comparamos los datos subyacentes a los enfoques quirúrgicos propuestos para impartir la modificación de la enfermedad en la EP: (1) terapia de trasplante celular con neuronas dopaminérgicas derivadas de células madre para reemplazar las células dañadas; (2) ensayos clínicos de factores de crecimiento para promover la supervivencia de las neuronas dopaminérgicas existentes; (3) estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico temprano en el curso de la EP; y (4) vagotomía abdominal para disminuir el riesgo de una potencial propagación de la enfermedad del intestino al cerebro. Aunque se dirigen a los mecanismos potenciales de la EP, estos enfoques quirúrgicos siguen siendo experimentales, lo que indica la dificultad de trasladar los conceptos terapéuticos a la práctica clínica. La elección de las medidas de resultado para evaluar la modificación de la enfermedad aparte del beneficio sintomático será crítica para evaluar el efecto de la intervención modificadora de la enfermedad en la carga de la enfermedad a largo plazo, incluyendo estudios de imagen y escalas de calificación clínica, por ejemplo, la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson. Las intervenciones terapéuticas requerirán largos períodos de seguimiento (es decir, de 5 a 10 años) para analizar la modificación de la enfermedad en comparación con los tratamientos sintomáticos. La promesa de tratamientos invasivos y quirúrgicos para lograr la modificación de la enfermedad a través de enfoques mecanicistas se ha visto limitada por la realidad de traducir estos conceptos en ensayos clínicos eficaces.
Tratamiento médico de la enfermedad de Parkinson
ResumenLos tratamientos quirúrgicos han transformado el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (EP). Las opciones terapéuticas disponibles para el tratamiento de las complicaciones motoras de la EP incluyen la estimulación cerebral profunda (ECP), los procedimientos ablativos o lesivos (palidotomía, talamotomía, subtalamotomía) y los dispositivos de infusión de medicación dopaminérgica. La decisión de seguir estas opciones de tratamiento avanzado suele tomarla un equipo multidisciplinar teniendo en cuenta factores como las características clínicas del paciente, la eficacia, la facilidad de uso y los riesgos de la terapia con el objetivo de mejorar los síntomas y la calidad de vida de la EP. La ECP se ha convertido en la terapia quirúrgica más utilizada, aunque está resurgiendo el interés por los procedimientos ablativos con la introducción del ultrasonido focalizado guiado por RM. En este artículo, revisamos la ECP y los procedimientos de lesión para la EP, incluyendo indicaciones, proceso de selección y estrategias de manejo.
Neurotherapeutics 17, 1525-1538 (2020). https://doi.org/10.1007/s13311-020-00939-xDownload citationCompartir este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkLo sentimos, actualmente no hay disponible un enlace compartible para este artículo.Copy to clipboard
Tasa de éxito de la cirugía de Parkinson
El tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson (EP) fue popular en la década de 1950, cuando se observó que las lesiones talámicas reducían en gran medida el temblor. Sin embargo, con la introducción de la levodopa en la década de 1960, las intervenciones quirúrgicas se realizaron con menos frecuencia, hasta principios del siglo XXI, cuando se ha producido un resurgimiento de las intervenciones quirúrgicas para la EP.
La selección de pacientes y el tratamiento pre y postoperatorio implican a un equipo multidisciplinar formado por un neurólogo especializado en trastornos del movimiento, un neurocirujano estereotáctico y funcional y un neuropsicólogo. El neurólogo especializado en trastornos del movimiento garantiza un diagnóstico y un tratamiento farmacológico adecuados, y que los resultados probables de la intervención quirúrgica se ajusten a los objetivos del paciente. El neurocirujano evalúa los riesgos quirúrgicos con respecto a las comorbilidades del paciente y revisa las posibles complicaciones de la cirugía con el paciente. El neuropsicólogo realiza pruebas exhaustivas para determinar qué dominios cognitivos podrían estar alterados y se asegura de que se identifiquen y traten los trastornos conductuales. Otros miembros del equipo pueden ser fisiatras, terapeutas de rehabilitación, psiquiatras, neurorradiólogos, neurofisiólogos y trabajadores sociales.