Hueso trabecular

Dosificación de fármacos: Los autores y el editor han hecho todo lo posible para garantizar que la selección y la dosificación de los fármacos que se exponen en este texto se ajusten a las recomendaciones y prácticas vigentes en el momento de la publicación. Sin embargo, en vista de las investigaciones en curso, los cambios en la normativa gubernamental y el flujo constante de información relacionada con la farmacoterapia y las reacciones a fármacos, se insta al lector a consultar el prospecto de cada fármaco para comprobar si se han producido cambios en las indicaciones y la posología y si se han añadido advertencias y precauciones. Esto es especialmente importante cuando el agente recomendado es un fármaco nuevo y/o de uso infrecuente.

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Hueso trabecular – deutsch

La resistencia del hueso cortical es un aspecto importante de la integridad y la salud del esqueleto. El hueso cortical comprende el 80% de la masa esquelética total y soporta una gran proporción de la transferencia de carga axial (1-3). Una mala cantidad y calidad del hueso cortical aumenta el riesgo de fractura ósea (4-8). Aunque muchos aspectos de la calidad ósea, como la geometría, la composición del tejido y la distribución de los minerales, pueden influir en las propiedades mecánicas del hueso cortical, la porosidad del hueso cortical, que se define como los huecos o poros óseos dentro del compartimento cortical, es un importante factor determinante de la resistencia, la rigidez y la tenacidad a la fractura del tejido cortical. La porosidad del hueso cortical aumenta de forma natural con la edad (9-11), pero puede verse acelerada por ciertas enfermedades como la diabetes de tipo 2 (12-15). Además, algunas intervenciones clínicas, como el tratamiento con hormona paratiroidea para la osteoporosis y la cirugía de bypass gástrico para la obesidad, aumentan la porosidad cortical (16-19). Comprender el impacto de la enfermedad y el tratamiento en la porosidad cortical patológica, así como los mecanismos del crecimiento patológico de los poros, será útil para desarrollar tratamientos que inhiban la expansión de los poros y disminuyan así el riesgo de fractura.

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Hueso cortical y trabecular

El hueso es un órgano rígido[1] que forma parte del esqueleto de la mayoría de los animales vertebrados. Los huesos protegen los demás órganos del cuerpo, producen glóbulos rojos y blancos, almacenan minerales, proporcionan estructura y soporte al cuerpo y permiten la movilidad. Los huesos tienen formas y tamaños muy variados y estructuras internas y externas complejas[2], son ligeros pero fuertes y duros, y desempeñan múltiples funciones.

El tejido óseo, también llamado hueso en el sentido incontable de la palabra, es un tejido duro, un tipo de tejido conectivo especializado. Internamente tiene una matriz en forma de panal, que contribuye a dar rigidez al hueso. El tejido óseo está formado por diferentes tipos de células óseas. Los osteoblastos y los osteocitos participan en la formación y mineralización del hueso; los osteoclastos participan en la resorción del tejido óseo. Los osteoblastos modificados (aplanados) se convierten en las células de revestimiento que forman una capa protectora en la superficie del hueso. La matriz mineralizada del tejido óseo tiene un componente orgánico de colágeno principalmente llamado oseína y un componente inorgánico de mineral óseo formado por diversas sales. El tejido óseo es un tejido mineralizado de dos tipos, hueso cortical y hueso esponjoso. Otros tipos de tejido que se encuentran en los huesos son la médula ósea, el endostio, el periostio, los nervios, los vasos sanguíneos y el cartílago.

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Hueso compacto

Fig. 1Tomografía vertebral cortical. a Selección de imagen vertebral axial. b Transformación en imagen binaria y generación de una máscara cortical mediante la delineación automática de la capa de hueso cortical realizada por el software Image J®. C – Máscara cortical superpuesta sobre la imagen original seguida de la medición automática de la densidad corticalImagen a tamaño completoHueso trabecularLa densidad ósea trabecular se evaluó al inicio y a los 24 meses seleccionando una región de interés situada en la parte media del cuerpo vertebral (Fig. 2) utilizando el software de la estación de trabajo Vitrea 2® (Vital Images Inc., Plymouth, MN) [7, 10].

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Tabla 1 Características de los pacientes al inicio del estudio y a los 24 meses (n = 70)Tabla completaDurante el seguimiento se observó una disminución de la función renal y un aumento de la proteinuria. Los niveles de colesterol total, LDL y HDL disminuyeron, mientras que los de triglicéridos se mantuvieron sin cambios. La fosfatasa alcalina y la PTHi no cambiaron con el tiempo, mientras que el calcio ionizado aumentó y los niveles de fosfato disminuyeron. Sin embargo, 49 de 70 pacientes (70%) perdieron hueso cortical o trabecular. En este sentido, 29 (41%) pacientes perdieron hueso cortical [- 4,4%/año (entre – 7,15 y – 0,5); (Fig. 3a)], mientras que 39 (56%) perdieron hueso trabecular [- 3,15%/año (entre – 13,7 y – 0,25); (Fig. 3b)], con el paso del tiempo. La figura 3c muestra los cambios en el hueso cortical y trabecular de cada paciente. Diecinueve (27%) pacientes perdieron hueso cortical y trabecular simultáneamente.