La comida es medicina y la medicina es comida
El trillón de células del organismo se enfrenta a amenazas formidables, desde la falta de alimento hasta la infección por un virus. Otra amenaza constante proviene de unas sustancias químicas llamadas radicales libres. En niveles muy elevados, son capaces de dañar las células y el material genético. El cuerpo genera radicales libres como subproductos inevitables de la transformación de los alimentos en energía. Los radicales libres también se forman tras el ejercicio o la exposición al humo del tabaco, la contaminación atmosférica y la luz solar. [1]
Los radicales libres tienen muchas formas, tamaños y configuraciones químicas. Lo que todos comparten es un apetito voraz por los electrones, robándoselos a cualquier sustancia cercana que se los ceda. Este robo de electrones puede alterar radicalmente la estructura o función del “perdedor”. El daño causado por los radicales libres puede cambiar las instrucciones codificadas en una cadena de ADN. Puede hacer que una molécula circulante de lipoproteína de baja densidad (LDL, a veces llamada colesterol malo) tenga más probabilidades de quedar atrapada en la pared de una arteria. O puede alterar la membrana de una célula, cambiando el flujo de lo que entra en la célula y lo que sale de ella. Una cantidad crónica excesiva de radicales libres en el organismo provoca un trastorno llamado estrés oxidativo, que puede dañar las células y provocar enfermedades crónicas. [2]
¿Cuál es la relación entre la alimentación y la salud?
Los adultos que siguen una dieta sana viven más tiempo y tienen menos riesgo de padecer obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Una alimentación sana puede ayudar a las personas con enfermedades crónicas a controlarlas y evitar complicaciones.
¿Qué decía Hipócrates sobre la alimentación?
Hipócrates, un famoso médico griego, dijo en el año 440 a.C.: “Que el alimento sea tu medicina y que tu medicina sea el alimento”.
¿Cómo se llama cuando estás obsesionado con estar sano?
La ortorexia nerviosa quizá se resuma mejor como una obsesión por una alimentación sana con conductas restrictivas asociadas. Sin embargo, el intento de alcanzar una salud óptima mediante la atención a la dieta puede conducir a la desnutrición, la pérdida de relaciones y una mala calidad de vida.
¿Cómo mantendría los alimentos seguros y limpios?
Lo que los niños comen y beben durante sus primeros años puede afectar a su salud durante muchos años. Los hábitos alimentarios generales se forman en los primeros años de vida, por lo que es importante animar a los niños a comer alimentos nutritivos.
Se recomienda que los niños no tomen más de cuatro raciones de pescado azul a la semana, y las niñas no más de dos, porque el pescado azul puede contener un bajo nivel de contaminantes que pueden acumularse en el organismo.
La carne procesada (como las salchichas, el beicon, la carne curada y los productos cárnicos reformados) y los productos de pollo suelen ser los favoritos de los niños. Deben limitarse, ya que tienen un alto contenido en grasa y sal.
No des a los niños leche desnatada o con un 1% de grasa como bebida principal hasta que tengan al menos cinco años, porque ninguna de ellas contiene suficiente vitamina A y la leche desnatada no contiene suficientes calorías.
La leche entera de cabra y oveja, siempre que esté pasteurizada, puede utilizarse como bebida a partir del año de edad. A partir de los seis meses, se pueden utilizar para cocinar en alimentos como la salsa de queso y las natillas.
Ejemplos de riesgos sanitarios
La forma más fácil y eficaz de tratar las alergias es eliminar o evitar la causa. Cuando sea inevitable, algunos cambios en el estilo de vida pueden reducir los síntomas de la alergia. Por ejemplo, si es alérgico a los ácaros del polvo, haga un esfuerzo por mantener su habitación limpia y libre de polvo aspirando, limpiando el polvo y lavando la ropa de cama con frecuencia.
Ambas enfermedades son infecciones de las vías respiratorias altas, es decir, afectan a la nariz, la garganta y los pulmones. Los virus causan tanto el resfriado como la gripe al aumentar la inflamación de las membranas de la nariz y la garganta.
Es probable que la gripe sólo sea contagiosa durante los tres primeros días de la enfermedad, y el periodo de incubación es de 24-72 horas, lo que significa que es posible que no aparezcan síntomas hasta tres días después de contraer el virus. Es raro contraer un virus del resfriado a través del aire; la mayoría de las transmisiones se producen por contacto de mano a mano. Para prevenir los resfriados, la gripe y otras enfermedades, siga estos consejos:
La conjuntivitis, una inflamación de la membrana transparente (conjuntiva) que recubre los párpados y parte de los globos oculares, tiene varias causas posibles. Puede ser una infección bacteriana o vírica, una reacción alérgica al polen o a la caspa de los animales, o el resultado de irritantes químicos (humo, cloro, solución para lentillas, etc.).
¿Cuáles son los riesgos para la salud?
Una buena nutrición es esencial para mantener sanas a las generaciones actuales y futuras a lo largo de toda la vida. Una dieta sana ayuda a los niños a crecer y desarrollarse adecuadamente y reduce su riesgo de padecer enfermedades crónicas. Los adultos que siguen una dieta sana viven más tiempo y tienen menos riesgo de padecer obesidad, cardiopatías, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Una alimentación sana puede ayudar a las personas con enfermedades crónicas a controlarlas y evitar complicaciones.
Sin embargo, cuando no se dispone de opciones saludables, las personas pueden conformarse con alimentos más calóricos y de menor valor nutricional. Las personas de comunidades con bajos ingresos y algunos grupos raciales y étnicos a menudo carecen de acceso a lugares prácticos que ofrezcan alimentos asequibles y más saludables.
La mayoría de los estadounidenses no siguen una dieta sana y consumen demasiado sodio, grasas saturadas y azúcar, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Por ejemplo, menos de 1 de cada 10 adolescentes y adultos come suficiente fruta o verdura. Además, 6 de cada 10 jóvenes de 2 a 19 años y 5 de cada 10 adultos consumen al menos una bebida azucarada en un día cualquiera.