Correr en supinación
Los artículos de Verywell Fit son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud especializados en nutrición y ejercicio. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y tras actualizaciones sustanciales. Más información.
La pronación es el movimiento natural del pie al caminar y correr. La marcha puede mostrar un patrón de pronación neutra, sobrepronación o supinación (subpronación). La sobrepronación se produce cuando la forma de caminar hace que los arcos se aplanen con el tiempo, provocando tensión en los músculos del pie y de la pierna. Las tensiones de la sobrepronación o la supinación se han relacionado con un mayor riesgo de lesiones.
Los zapatos con control de movimiento y las plantillas ortopédicas pueden ser recomendables si eres sobrepronador, mientras que los zapatos flexibles y acolchados son mejores para las personas que supinan. Infórmate sobre estos patrones de la marcha y qué puedes hacer para corregirlos si te causan dolor (muchas personas sobrepronan o supinan sin sufrir efectos adversos).
Sobre supinación
La supinación del pie es dolorosa pero controlableLa supinación, o pronación insuficiente, es un balanceo del pie hacia fuera que hace que las personas que la padecen desgasten a menudo las costuras exteriores de sus zapatillas. Tienen dificultades para correr debido al dolor adicional que se produce cuando todo el peso del cuerpo del corredor recae sobre la planta del pie antes de que éste ruede hacia dentro. La supinación del pie puede provocar incluso fracturas por sobrecarga.
El principal conjunto de ejercicios para corregir la supinación son los estiramientos de talón y pantorrilla. Combinados con una rutina de fortalecimiento de las pantorrillas y los muslos, permiten que el pie gire más libremente mientras se mantiene en su sitio con los músculos más fuertes. Entre estos ejercicios para el pie plano se incluyen:
Cuando se trata de estiramientos, incluso aquellos para corregir la supinación del pie, nunca rebote. En su lugar, aplique una presión suave y constante para conseguir el estiramiento. Las personas con subpronación también deben fortalecer los tobillos, y hay varios ejercicios de alineación del tobillo que también fortalecen, entre ellos:
Un tirón de toalla consiste en poner el pie descalzo en el centro de una toalla mientras se está tumbado en el suelo y agarrarla con los dedos de los pies. A continuación, coge los dos extremos de la toalla y levanta el talón mientras tiras de la toalla para tensarla. Mantén la posición durante 10 segundos. Si dispone de ellas, puede utilizar bandas elásticas para este ejercicio, pero una toalla es suficiente.
Pie de pronación
De marzo de 2000 a julio de 2006,42 pacientes de fracturas trimaleolares en rotación externa en pronación y supinación tratados con reducción abierta y fijación interna. Treinta y uno eran varones y 11 mujeres, con una edad media de 40,5 años (de 19 a 76 años). Cuatro casos fueron fracturas abiertas y 38 casos fracturas cerradas. Las fracturas se clasificaron como lesiones en pronación-rotación externa (grado IV) en 18 casos y en supinación-rotación externa (grado IV) en 24 casos, según el sistema de Lauge-Hansen. El tiempo transcurrido desde la lesión hasta la operación fue de 2 horas a 27 días. Los maléolos medial, lateral y posterior se expusieron mediante abordajes estándar anteromedial y de Gatellier-Chastang. La reducción y la fijación interna comenzaron por el maléolo posterior, luego el medial y el lateral y la sindesmosis tibiofibular distal en secuencia. Después de la operación se tomaron radiografías anteroposteriores, laterales y de mostise.
Se realizó un seguimiento de todos los pacientes durante una media de 13,5 meses (de 6 a 24 meses). El tiempo de unión fue de 12 a 16 semanas. Los resultados fueron excelentes en 20, buenos en 16, regulares en 4 y malos en 2 casos, según el sistema de puntuación de tobillo de Baird-Jackson, basado en el dolor, la estabilidad, la capacidad para caminar, la amplitud de movimiento y las manifestaciones radiológicas. La tasa de excelentes y buenos fue del 85,7%. No hubo infección, malunión ni no unión de las fracturas, salvo que el tornillo insertado en la sindesmosis tibiofibular distal se rompió en 1 caso.
Pronunciada
La amplia cobertura de noticias locales, estatales y federales sobre sanidad y medio ambiente de Angela Underwood incluye la póliza de indemnización de los primeros auxilios 911 al caso de contaminación del agua por Ciba-Geigy en Toms River, Nueva Jersey. Su cobertura adicional relacionada con la salud incluye la muerte y la agonía, el cuidado de la piel y el trastorno del espectro autista.
Supinación es un término utilizado para describir la rotación hacia arriba del antebrazo o del pie. Cuando la palma de la mano o la planta del pie están boca arriba, están en supinación. Es lo contrario de la pronación, que es la rotación hacia abajo del antebrazo o el pie.
Cuando se supina la mano, el antebrazo y la palma se giran hacia fuera, es decir, hacia la posición del pulgar hacia fuera. Esto hace que el pulgar esté en el lado más alejado del cuerpo y el dedo meñique más cerca del cuerpo.
Como todo el peso del cuerpo recae sobre el pie cuando éste está apoyado en el suelo, el pie se supina, girando hacia dentro y hacia abajo a medida que asume la carga y continúa supinándose durante la fase de empuje propulsivo.
Como tal, la supinación es una parte normal de cómo el pie se mueve a lo largo de un paso. Cuando el movimiento de pronación o supinación es excesivo, se convierte en un problema que debe abordarse o corregirse.