Dolor en la articulación sacroilíaca deutsch
La enfermedad osteoarticular es universalmente la complicación más frecuente de la brucelosis. La articulación sacroilíaca (ASI) es la localización osteoarticular más frecuente. La sacroileítis (SI) suele asociarse a la forma aguda de la enfermedad, por lo que la destrucción franca de la SIJ causada por la brucelosis es poco frecuente.
Comunicar el caso de una paciente que padecía dolor lumbar intenso y prolongado con ciática, refractario al tratamiento médico, en el que la causa correcta y mal diagnosticada de su dolor era una SI brucelar de larga evolución y desatendida.
¿Cuál es la mejor forma de curar la sacroileítis?
La fisioterapia, las inyecciones de esteroides en la articulación sacroilíaca y la ablación por radiofrecuencia son las opciones de tratamiento para esta enfermedad articular inflamatoria.
¿Cómo se alivia el dolor de la articulación sacroilíaca izquierda?
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden aliviar el dolor del SI. Estos medicamentos también reducen la inflamación, por lo que es posible que tu médico te pida que sigas tomándolos incluso después de que empieces a encontrarte mejor para asegurarse de que te curas del todo.
¿Qué ocurre si no se trata la sacroileítis?
Conclusiones: La sacroileítis como consecuencia de una infección por Brucella podría causar una degeneración articular grave si no se trata.
Articulación sacroilíaca deutsch
Las articulaciones sacroilíacas unen la pelvis y la parte inferior de la columna vertebral. Estas dos articulaciones están formadas por la estructura ósea situada por encima del coxis, conocida como sacro, y la parte superior de la pelvis, conocida como ilion. Las articulaciones sacroilíacas soportan el peso de la parte superior del cuerpo cuando se está de pie.
La sacroileítis es una enfermedad dolorosa que afecta a una o ambas articulaciones sacroilíacas. Estas articulaciones se encuentran en el punto de unión entre la parte inferior de la columna vertebral y la pelvis. La sacroileítis puede causar dolor y rigidez en las nalgas o en la parte baja de la espalda, y el dolor puede descender por una o ambas piernas. Estar de pie o sentado durante mucho tiempo o subir escaleras puede empeorar el dolor.
La sacroileítis puede ser difícil de diagnosticar. Puede confundirse con otras causas de lumbalgia. Se ha relacionado con un grupo de enfermedades que causan artritis inflamatoria de la columna vertebral. El tratamiento puede incluir fisioterapia y medicamentos.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic
SíntomasEl dolor de la sacroileítis se produce con mayor frecuencia en las nalgas y en la parte baja de la espalda. También puede afectar a las piernas, la ingle e incluso los pies. El dolor puede mejorar con el movimiento. Lo siguiente puede empeorar el dolor de la sacroileítis:
Disfunción de la articulación sacroilíaca
La aplicación de calor o frío en la zona aliviará el dolor local. La aplicación de una compresa fría ayudará a reducir la inflamación de la zona. La aplicación de calor, como una almohadilla térmica o una bañera de hidromasaje, ayudará a estimular el flujo sanguíneo y aportará nutrientes curativos a la zona.
Cambiar la postura al dormir puede ayudar a aliviar el dolor mientras se duerme y al despertarse. Para la mayoría de los pacientes es mejor dormir de lado, con una almohada entre las rodillas para mantener las caderas alineadas.
Para muchos, los analgésicos de venta libre, como el paracetamol, y/o los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, alivian suficientemente el dolor. Pueden recomendarse medicamentos con receta, como el tramadol (marca Ultram), o un tratamiento breve con analgésicos narcóticos, o relajantes musculares para ayudar a reducir los espasmos musculares dolorosos.
En caso de dolor intenso, puede recomendarse una inyección en la articulación sacroilíaca, tanto para confirmar que la articulación sacroilíaca es el origen del dolor como para introducir la medicación antiinflamatoria directamente en la articulación. La inyección se realiza con guía fluoroscópica, que es un tipo de radiografía en directo, para garantizar la correcta colocación de la aguja en la articulación. La inyección suele incluir un agente anestésico, como la lidocaína, y un esteroide, que es un potente antiinflamatorio.
Sacroileítis mri
¿Cómo se siente la disfunción de la articulación sacroilíaca? Las personas afectadas pueden tener dolor lumbar de leve a intenso. Otros síntomas son dolor en las nalgas, la cadera y la parte posterior del muslo. Puede sentirse rigidez en la zona lumbar. Algunas actividades que empeoran el dolor son caminar, estar sentado mucho tiempo, torcerse, agacharse, darse la vuelta en la cama, levantarse estando sentado, subir escaleras, toser y estornudar.
El dolor en esta articulación puede deberse a diversas enfermedades; la degeneración o el desgaste son las más comunes. Otras causas son las lesiones, la inflamación, la artrosis y la espondilitis anquilosante. El dolor originado en los ligamentos y músculos circundantes puede simular una disfunción de la articulación sacroilíaca.
Una buena historia clínica y una exploración física realizada por un médico cualificado suelen confirmar el diagnóstico. Las radiografías de la espalda pueden ayudar a detectar cambios degenerativos en la articulación sacroilíaca y descartar fracturas y tumores óseos. Dependiendo de la gravedad, el médico puede solicitar una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una gammagrafía ósea. Los médicos del Centro de Tratamiento del Dolor pueden administrar una inyección de anestesia local en las articulaciones sacroilíacas o los bloqueos nerviosos pertinentes con la guía continua de rayos X (fluoroscopia). Este puede ser un método muy preciso para diagnosticar la enfermedad de la articulación sacroilíaca. Si el paciente obtiene alivio, el tratamiento posterior de la articulación puede realizarse con mayor confianza.