Resonancia magnética normal de la articulación facetaria
Las articulaciones facetarias son verdaderas articulaciones sinoviales, cuya inervación procede del nervio sinuvertebral o recurrente de Luschka, así como de la división primaria posterior del nervio espinal correspondiente. El diagnóstico del dolor lumbar originado en las articulaciones facetarias es difícil, y tradicionalmente se ha basado en pruebas invasivas. Para ayudar en el diagnóstico clínico de esta afección, el autor principal describió un nuevo signo clínico. El siguiente proyecto de investigación se diseñó para probar la utilidad de este signo en el diagnóstico del dolor de la articulación facetaria lumbar.
Se llevó a cabo una evaluación prospectiva de pacientes con sospecha de lumbalgia secundaria a la afectación de la articulación facetaria (síndrome de dolor de la articulación facetaria lumbar) durante un periodo de observación de doce meses; los pacientes candidatos fueron evaluados clínicamente mediante el nuevo signo diagnóstico, que luego se comparó con los hallazgos en las gammagrafías óseas con radionúclidos y los bloqueos diagnósticos de la rama medial. Se realizó un análisis de tablas de contingencia para calcular la sensibilidad, la especificidad, los valores predictivos positivo y negativo y la precisión del nuevo signo clínico.
¿Cuál es el diagnóstico diferencial del síndrome facetario?
Diagnóstico diferencial
En el contexto de la patología facetaria, también deben tenerse en cuenta las artritis inflamatorias, como la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante (espondiloartritis axial), la gota, la artritis psoriásica, la artritis reactiva y otras espondiloartropatías, así como la osteoartrosis y la sinovitis.
¿Cómo se trata el síndrome facetario?
En muchos casos, el síndrome facetario puede tratarse eficazmente mediante una combinación de métodos no quirúrgicos que incluyen antiinflamatorios y analgésicos, reducción de peso, fisioterapia, tracción, inyecciones facetarias, etc.
¿Qué es un síndrome facetario?
El síndrome de la articulación facetaria es una afección de la columna vertebral similar a la artritis que puede ser una fuente importante de dolor de espalda y cuello. Está causado por cambios degenerativos en las articulaciones entre los huesos de la columna vertebral. El cartílago del interior de la articulación facetaria puede romperse e inflamarse, desencadenando señales de dolor en las terminaciones nerviosas cercanas.
Artropatía de la articulación facetaria radiología resonancia magnética
El síndrome de la articulación sacroilíaca (ASI) es un trastorno relevante de estudiar debido a la alta prevalencia de las afecciones de dolor de espalda en personas en edad laboral. El síndrome de la articulación sacroilíaca es una causa de dolor en el 15-30% de las personas con dolor crónico en la columna lumbar inferior. Esta revisión describe la estructura anatómica de la articulación sacroilíaca y los factores etiológicos que pueden conducir a su disfunción. Los vínculos patogénicos en el desarrollo de esta afección se identifican por separado. La cuestión del diagnóstico diferencial con otros síndromes de dolor vertebrogénico se considera en detalle, y se presentan pruebas diagnósticas. Se describen los principales enfoques actuales para tratar el síndrome de la articulación sacroilíaca. Se describen en detalle los métodos intervencionistas para tratar la disfunción de la articulación sacroilíaca, incluida la neuroablación por radiofrecuencia como alternativa al tratamiento conservador.
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Síndrome facetario lumbar
Antiguamente, los médicos de atención primaria solían remitir a los pacientes con lumbalgia crónica a los cirujanos ortopédicos. Ahora, es más probable que se prueben desde el principio enfoques menos invasivos, dice el Dr. Peter Staats, profesor adjunto asociado de los departamentos de anestesiología, medicina de cuidados críticos y oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. Ello se debe en parte a que ahora se dispone de terapias más conservadoras, aunque eficaces, para el dolor lumbar crónico.
Por lo general, no tiene sentido enviar a los pacientes con lumbalgia crónica a los cirujanos de columna, porque pocos de ellos son realmente candidatos quirúrgicos, dice Staats, que fundó la División de Medicina del Dolor en la Universidad Johns Hopkins y ahora ejerce en Premier Pain Centers, con sede en Shrewsbury, Nueva Jersey. O eso, o no se han sometido al tratamiento conservador completo que se recomienda antes de recurrir a la cirugía, señala Frank Falco, MD, CEO y director de Mid Atlantic Spine and Pain Physicians en Elkton, MD. Encontrar el origen del dolor
Artropatía de la articulación facetaria: clasificación radiológica
En este debate se revisará el abordaje general de los pacientes con dolor de espalda. En un artículo del New England Journal se revisa muy bien el enfoque de la lumbalgia en atención primaria[1]. La idea clave es que, cuando se atiende a un paciente con lumbalgia, se piense más allá de las causas más frecuentes, se considere todo el espectro de posibles problemas subyacentes, se elijan los estudios más apropiados y rentables y, a continuación, se seleccione la terapia más segura y eficaz.
En el diagnóstico diferencial de la lumbalgia, lo principal es que el 97% de los casos son mecánicos (figura 1). Cuando un paciente presenta un problema que parece mecánico, es muy posible que así sea, pero también hay que tener en cuenta las afecciones inflamatorias, los problemas infecciosos, las fracturas y el dolor referido y funcional. Es importante no saltarse el paso de tenerlos en cuenta, ya que cada uno tiene su propia vía de trabajo y distintas opciones de tratamiento.
Existen directrices publicadas para el diagnóstico y el tratamiento de la lumbalgia[2]. Hay que tener en cuenta que esas directrices se elaboraron para la lumbalgia aguda y pueden no ser aplicables a la lumbalgia crónica o a la lumbalgia recurrente. Sin embargo, la lumbalgia aguda es frecuente y muchas de las conclusiones de esas directrices siguen siendo pertinentes.