Termoterapia ppt
La forma más común de calor suele ser una compresa de calor húmedo. Otras formas de termoterapia son los baños calientes de hidromasaje, las envolturas (que son como parches que emiten calor cuando se adhieren a la piel), los baños de parafina (cera caliente) y los ultrasonidos terapéuticos (para un calentamiento profundo). Sin embargo, los ultrasonidos terapéuticos sólo deben ser realizados por un profesional sanitario certificado. (Esta respuesta ha sido facilitada a la NATA por el Programa Educativo de Entrenamiento Atlético de la Universidad Estatal de Washington).
Existen tres tipos de terapia de calor: tratamientos locales, regionales y de cuerpo entero. En la terapia local, el calor se aplica desde sondas estériles a una zona pequeña. En la terapia regional se calienta una extremidad o un órgano. En la terapia de cuerpo entero se aplican mantas calientes, cera caliente o cámaras térmicas.
¿Cuáles son los 2 tipos de termoterapia?
Existen dos tipos de termoterapia: superficial y profunda. Los métodos para proporcionar calor superficial incluyen compresas calientes húmedas, fluidoterapia, hidromasaje y parafina (cera caliente). Los agentes térmicos superficiales elevan la temperatura de la piel y el tejido en un radio de 1 a 2 cm de la superficie cutánea.
¿En qué consiste el tratamiento de termoterapia?
La termoterapia consiste en aplicar calor o frío en las articulaciones para mejorar los síntomas de la artrosis y puede realizarse con compresas, toallas, cera, etc. El calor puede actuar mejorando la circulación y relajando los músculos, mientras que el frío puede adormecer el dolor, disminuir la hinchazón, contraer los vasos sanguíneos y bloquear los impulsos nerviosos a la articulación.
¿Cuáles son los 3 tipos de terapia caliente?
Existen tres tipos de terapia térmica: local, regional y de cuerpo entero. En la terapia local, el calor se aplica desde sondas estériles a una zona pequeña. En la terapia regional se calienta una extremidad o un órgano. En la terapia de cuerpo entero se aplican mantas calientes, cera caliente o cámaras térmicas.
Beneficios de la termoterapia
La termoterapia es un método de fisioterapia en el que se añade o retira calor de un organismo. Se utiliza para aliviar dolores agudos o crónicos, para tratar tumores o para reforzar la salud general del organismo.
Se aplican temperaturas comprendidas entre el punto térmico isotérmico y el punto de tolerancia. Estos puntos difieren en función del medio de calentamiento. El punto isotérmico se sitúa entre 34-36 °C para el agua y entre 24-29 °C para el aire. El punto de tolerancia térmica se sitúa en torno a 42 °C para el agua y hasta 130 °C para el aire (en una sauna con humedad cero). Las diferentes temperaturas vienen dadas por las diferentes tasas de intercambio de calor[2].
Otro uso es el tratamiento de infecciones y tumores mediante calor. Las células tumorales y muchas bacterias tienen mecanismos ineficaces para resistir los efectos fisiológicos del calor y son más propensas a la muerte inducida por el calor que las células normales. Estos mecanismos aún no se han explicado con claridad. Se denominan termosensibilidad primaria de la célula tumoral.
Uno de los métodos más modernos es la termoterapia por microondas. Su principal ventaja es la posibilidad de tratamiento ambulatorio sin necesidad de anestesia y sin sangrado. El efecto es mejor en las células menos sanguíneas y oxigenadas porque ralentizan la distribución del calor al organismo. Bajo la acción del calor, las enzimas se degradan gradualmente, el pH de la célula y la lisis cambian gradualmente. Se prefieren muchas dosis subletales para conservar el tejido circundante. [2]
Mecanismos y eficacia de las terapias de calor y frío para las lesiones musculoesqueléticas
La terapia con calor acelera la curación y la recuperación. La aplicación de una compresa o una bolsa de calor calma los espasmos musculares dolorosos. También reduce el dolor inducido por la tensión y la rigidez de los músculos. El calor también puede hacer más tolerables los ejercicios de fisioterapia al interrumpir la transmisión de señales de dolor en el cerebro.
Estar sentado durante muchas horas afecta al flujo sanguíneo de la parte inferior del cuerpo. Un flujo sanguíneo deficiente puede provocar dolores y tensiones en la parte baja de la espalda, las nalgas y los muslos. Una compresa caliente bajo nuestro asiento durante 10-20 minutos puede aliviar las molestias.
Un estudio de 1991 publicado en el Journal of Orthopaedic and Sports Physical Therapy, “The Effect of Therapeutic Modalities on Blood Flow in the Human Calf”, reveló que una compresa caliente provocaba un aumento “significativo” del flujo sanguíneo durante su aplicación. Relaja las venas anudadas, lo que hace que la sangre circule de forma más óptima, reduciendo así la inflamación y el dolor. Un buen flujo sanguíneo expulsa del organismo las toxinas y otros restos de la lesión.
Aunque parezca mentira, la termoterapia puede ayudarnos a dormir mejor. Un baño caliente o una sesión de sauna hacen que cualquiera duerma después como un bebé. Un estudio de 1985 publicado en la revista Electroencephalography and Clinical Neurophysiology, “Night-time sleep EEG changes following body heating in a warm bath”, apoya esta teoría. El estudio investigó cómo afectaban los baños fríos y calientes a nuestros patrones de sueño. Mientras que los baños fríos no mostraron ningún efecto destacado sobre nuestro sueño, los calientes produjeron un aumento significativo:
Tipos de termoterapia
Actividad y descanso: la gente necesita ambas cosas. Al fin y al cabo, nos sentimos cansados después de un esfuerzo físico. Entonces necesitamos encontrar alivio para restablecer el equilibrio. Esto funciona mediante la recuperación tanto física como mental. La recuperación es un requisito básico y la clave para restablecer el equilibrio.
Ya sea mental o después de hacer deporte, se puede fomentar y potenciar activamente la recuperación utilizando, por ejemplo, la termoterapia. Esto incluye tanto la terapia de calor como la de frío, también conocida como crioterapia. Ambos tipos de terapia tienen efectos diferentes en el cuerpo, incluida la piel, los ligamentos, los tendones, los músculos y la fascia. También es sensato utilizar tratamientos diferentes en momentos diferentes: a veces los músculos fatigados anhelan un baño caliente, otras veces una compresa fría hace maravillas. En cualquier caso, basta con conocer los efectos que tienen las distintas temperaturas y cómo se pueden potenciar los tratamientos de terapia de frío y calor.
01 Recuperación: ¿Cómo funciona la terapia de frío? Las temperaturas frías estimulan la recuperación, ya que el frío influye en la tensión muscular: un breve periodo de estímulo frío aumenta la tensión, mientras que uno más prolongado relaja los músculos. Por lo tanto, la terapia de frío, también conocida como crioterapia, puede ayudar a aliviar tensiones muy arraigadas.