Tengo dolor en el sacro tras caída ¿Qué podría ser?

Ejercicios para el dolor de la articulación sacroilíaca

El sacro es un hueso triangular situado en el extremo inferior de la columna vertebral y se une al hueso de la pelvis. Cuando el sacro se fractura, suele ser como consecuencia de una tensión o presión continuas ejercidas sobre el hueso. Aunque algunas fracturas no pueden evitarse, una medida preventiva que puede tomar es acudir al médico cuando sienta dolor en la parte baja de la espalda, ya que la causa del dolor puede estar relacionada con una fractura del sacro o, con el tiempo, puede crear una fractura.

Una fractura en el sacro se crea cuando se ejerce una presión continua sobre el hueso. Los huesos débiles son especialmente susceptibles de fracturarse, sobre todo a lo largo de la columna vertebral. Otras causas de fractura del sacro son:

Para determinar si el hueso sacro tiene una fractura, el médico repasará su historial médico y le preguntará por los síntomas. Un examen físico ayudará al médico a identificar las zonas inflamadas o sensibles. Una radiografía de la zona ayudará al médico a confirmar una fractura por sobrecarga o, si la radiografía no es clara, pueden solicitarse las siguientes pruebas:

Dado que el hueso sacro es de difícil acceso, el control del dolor mediante medicación y reposo suelen ser las únicas opciones de tratamiento. Si el dolor no remite o la fractura es grave, puede sugerirse una intervención quirúrgica que ayude a fortalecer el hueso para una amplia curación.

¿Cómo sé si me he dañado el sacro por una caída?

Una fractura en el sacro puede provocar diversos síntomas, entre ellos: Dolor intenso en la zona de la pelvis o la cadera, así como en la zona lumbar. Dolor cerca de las nalgas. Intensificación del dolor durante actividades físicas o ejercicios.

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¿Cuánto tarda en curarse un sacro lesionado?

Una fractura sacra tarda entre 8 y 12 semanas en curarse y se han registrado tasas de fusión tras fracturas sacras del 85-90%.

¿Puede fracturarse el sacro por una caída?

Los daños en la columna sacra son poco frecuentes y sólo pueden producirse con una lesión grave, como una caída o un traumatismo directo en la zona. Las personas que padecen osteoporosis o artritis pueden desarrollar fracturas del sacro por estrés.

Disfunción de la articulación sacroilíaca

AbstractStudy design:A retrospective study was performed.Objectives:To analyze the outcome of two neglected sacral fractures who presented late to us after 6 weeks of injury with main complaints of incontinence and numbness in sacral region. No existen directrices para el tratamiento de las fracturas complejas del sacro que se presentan tardíamente, y la bibliografía disponible es igualmente desconcertante.Métodos:Se evaluó a los pacientes y se realizaron investigaciones radiológicas. Se observó una fractura en U con desplazamiento anterior entre S2 y S3 con fragmentos óseos que invadían el canal. Se realizó una descompresión con laminectomías sacras amplias sin fijación.Resultados:El caso 1 mostró una recuperación completa de la vejiga y las sensaciones perineales 6 meses después de la cirugía. El segundo paciente (caso 2) recuperó parcialmente el control de la vejiga, pero el entumecimiento persistió hasta el último seguimiento a los 6 meses.Conclusión:Las fracturas del sacro que se presentan más tarde de las 6 semanas tras la lesión con síndrome de cauda equina pueden someterse a descompresión si las imágenes muestran invasión del canal con fragmentos óseos. La fijación de la fractura puede no ser necesaria en todas las fracturas inestables del sacro después de 6 semanas.

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Síndrome de la articulación sacroilíaca

El sacro es un hueso situado en el extremo inferior de la columna vertebral, en la cavidad pélvica. Cuando somos jóvenes, el sacro son en realidad 5 vértebras adicionales en la base de la columna vertebral. Al final de la adolescencia o a los veinte años, estas cinco vértebras se fusionan y forman un solo hueso, el sacro.

Varios huesos forman articulaciones con el sacro. Justo encima del sacro, en la columna vertebral, se encuentra la última vértebra lumbar, llamada L5. En la base del sacro se une con el cóccix o coxis. La porción ilíaca del hueso de la cadera se une con el sacro en los lados izquierdo y derecho. Las articulaciones donde el sacro y el hueso de la cadera se unen a cada lado se denominan articulaciones sacroilíacas o articulaciones SI.

Los síntomas de una fractura de sacro pueden incluir dolor, disfunción intestinal o vesical, entumecimiento y debilidad en las piernas. Una fractura de sacro no detectada puede causar afecciones graves. Si ha sufrido un accidente o una caída recientemente y experimenta estos síntomas, debe buscar tratamiento médico rápidamente.

*Nota: La información contenida en este sitio o en cualquiera de los sitios recomendados no debe utilizarse como diagnóstico ni como sustituto de la consulta con su médico. Hable siempre con su médico sobre el diagnóstico y el tratamiento.

Dolor de sacro

Las articulaciones sacroilíacas son las articulaciones que unen la parte inferior de la columna vertebral (sacro) con la pelvis. Hay dos articulaciones sacroilíacas, una a cada lado, con ligamentos en cada articulación que mantienen unidos los huesos.

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El dolor de la articulación sacroilíaca puede ser difícil de diagnosticar, ya que otras afecciones pueden causar síntomas similares. El dolor de la articulación sacroilíaca se suele sentir en la parte baja de la espalda y las nalgas, pero también puede referirse al muslo y la pierna. Si hay entumecimiento, hormigueo o debilidad, debe considerarse un diagnóstico alternativo. El dolor sacroilíaco puede agravarse al permanecer mucho tiempo sentado o de pie, al ponerse de pie sobre una pierna, al subir escaleras, al pasar de estar sentado a estar de pie y al correr.

Entre las causas potenciales del dolor sacroilíaco se incluyen la artritis, las lesiones traumáticas, el embarazo y el posparto, las afecciones inflamatorias sistémicas y las infecciones. Otros posibles factores son la escoliosis vertebral, la discrepancia en la longitud de las piernas y una fusión lumbar previa. A veces, el dolor sacroilíaco no tiene una causa clara.