Resonancia magnética para dummies
Una forma habitual de investigar la causa del dolor es someterse a una exploración. Puede tratarse de una radiografía, una ecografía, un TAC o una resonancia magnética. Por desgracia, las exploraciones no son infalibles y no cuentan toda la historia. Los resultados de las exploraciones pueden considerarse normales a pesar de la presencia de dolor continuo o pueden mostrar anomalías significativas a pesar de la ausencia de dolor. La tasa de falsos positivos es alta. Se han realizado muchos estudios científicos controlados en los que se han notificado las tasas de falsos positivos en exploraciones con muchos tipos diferentes de dolor, como el dolor de espalda, la ciática, el dolor de hombro y el dolor de cuello, entre otras afecciones. Entre el 30 y el 70% de las personas que nunca han tenido dolor de espalda presentan una exploración calificada de “anormal”, y las hernias discales, las protuberancias discales, la degeneración discal y los desgarros anulares son hallazgos frecuentes incluso en personas sin dolor de espalda. Los hallazgos de la exploración deben ser coherentes con los hallazgos de la exploración clínica para determinar si son relevantes para la afección dolorosa o si son un hallazgo que no guarda relación con la afección actual. Es importante destacar que las exploraciones no son una “imagen” del dolor. Son simplemente una imagen de una estructura corporal y el hecho de que ésta cause dolor estará relacionado con muchos otros factores.
¿Qué revela una resonancia magnética que no revelan las radiografías?
Por ejemplo, las radiografías se utilizan más para examinar huesos rotos, pero también pueden ayudar a detectar tejidos enfermos. Las resonancias magnéticas son mejores para evaluar tejidos blandos como lesiones de tendones y ligamentos, tumores cerebrales o lesiones de la médula espinal.
¿Una resonancia magnética muestra más detalles que una radiografía?
Las resonancias magnéticas son mucho más detalladas que las radiografías y suelen producir una imagen tridimensional de la zona examinada. Una RMN puede producir imágenes de los huesos, pero es más difícil diagnosticar la densidad ósea en una RMN.
¿Se puede leer mal una resonancia magnética?
Los exámenes de IRM, al igual que todos los exámenes radiológicos, pueden ser malinterpretados por el radiólogo por diversas razones. Un diagnóstico falso negativo puede llevar al médico remitente y a su paciente por el camino equivocado y retrasar un tratamiento crítico.
¿Cómo funcionan los rayos X?
Los haces de rayos X atraviesan el cuerpo y se absorben en cantidades diferentes según la densidad del material que atraviesan. Los materiales densos, como el hueso y el metal, aparecen en blanco en las radiografías. El aire de los pulmones aparece en negro. La grasa y los músculos aparecen en tonos grises.
En algunos tipos de radiografías, se introduce en el cuerpo un medio de contraste, como yodo o bario, para obtener imágenes más detalladas.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic
RiesgosExposición a la radiaciónA algunas personas les preocupa que los rayos X no sean seguros porque la exposición a la radiación puede causar mutaciones celulares que pueden provocar cáncer. La cantidad de radiación a la que se está expuesto durante una radiografía depende del tejido u órgano que se esté examinando. La sensibilidad a la radiación depende de la edad; los niños son más sensibles que los adultos.
No obstante, si está embarazada o sospecha que puede estarlo, informe a su médico antes de someterse a una radiografía. Aunque el riesgo de la mayoría de las radiografías diagnósticas para el feto es pequeño, el médico puede considerar la posibilidad de realizar otra prueba de diagnóstico por imagen, como una ecografía.
Informe de resonancia magnética cerebral
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La imagen médica es la técnica y el proceso de obtención de imágenes del interior de un cuerpo para el análisis clínico y la intervención médica, así como la representación visual de la función de algunos órganos o tejidos (fisiología). La imagen médica pretende revelar estructuras internas ocultas por la piel y los huesos, así como diagnosticar y tratar enfermedades. La imagen médica también establece una base de datos de anatomía y fisiología normales para poder identificar anomalías. Aunque la obtención de imágenes de órganos y tejidos extirpados puede realizarse por motivos médicos, estos procedimientos suelen considerarse parte de la patología y no de la obtención de imágenes médicas.
Las técnicas de medición y registro que no están diseñadas principalmente para producir imágenes, como la electroencefalografía (EEG), la magnetoencefalografía (MEG), la electrocardiografía (ECG) y otras, representan otras tecnologías que producen datos susceptibles de representación como un gráfico de parámetros en función del tiempo o mapas que contienen datos sobre los lugares de medición. En una comparación limitada, estas tecnologías pueden considerarse formas de imagen médica en otra disciplina de la instrumentación médica.
Radiografía médica
En el mundo actual, los médicos solicitan radiografías para diagnosticar todo tipo de problemas: un hueso roto, una neumonía, un fallo cardíaco y mucho, mucho más. La mamografía, el método estándar de detección del cáncer de mama, utiliza rayos X. Apenas pensamos en ello. Apenas pensamos en ello, es tan omnipresente. Pero no hace tanto tiempo, un hueso roto, un tumor o un objeto tragado no podían detectarse sin abrir a una persona.
Wilhelm Roentgen, profesor de física en Wurzburgo (Baviera), descubrió los rayos X en 1895 -accidentalmente- mientras probaba si los rayos catódicos podían atravesar el cristal. Su tubo catódico estaba cubierto de un pesado papel negro, por lo que se sorprendió cuando una luz verde incandescente escapó y se proyectó en una pantalla fluorescente cercana. Mediante la experimentación, descubrió que la misteriosa luz atravesaba la mayoría de las sustancias, pero dejaba sombras de objetos sólidos. Como no sabía qué rayos eran, los llamó rayos X, que significa “desconocidos”.
Roentgen no tardó en descubrir que los rayos X también atravesaban el tejido humano y dejaban a la vista los huesos y el tejido subyacente. La noticia de su descubrimiento se extendió por todo el mundo y, al cabo de un año, los médicos de Europa y Estados Unidos utilizaban los rayos X para localizar disparos, fracturas óseas, cálculos renales y objetos tragados. Su trabajo recibió numerosos galardones, entre ellos el primer Premio Nobel de Física en 1901.