Fractura distal de tibia
La tibia, uno de los huesos más largos del cuerpo, es también el que se fractura con más frecuencia. Puede fracturarse como consecuencia de un traumatismo y dar lugar a hematomas acompañados de dolor intenso en la parte inferior de la pierna. Una fractura de tibia puede adoptar diversas formas e implicar largos periodos de inactividad e inmovilidad. También puede incluir un largo periodo de recuperación, dependiendo de la magnitud del daño causado al hueso. El médico aconsejará un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico en función de la gravedad de la fractura.
La tibia, también conocida comúnmente como espinilla, se extiende a lo largo de la espinilla, entre el tobillo y la rodilla. Puede palparse al pasar la mano por la parte delantera de la pierna. Es uno de los huesos del cuerpo que se lesionan con más frecuencia debido a su uso excesivo en todas las actividades que realiza una persona. Las fracturas de tibia pueden ser muy dolorosas y requerir meses de recuperación en los que no se puede cargar peso sobre la pierna lesionada. En casos graves, es posible que también tenga que someterse a una cirugía para tratar la fractura en caso de que sea irreparable a través de los métodos de tratamiento no quirúrgico.
¿Se puede seguir andando con una fractura de tibia?
¿Se puede seguir andando con una fractura de tibia? En la mayoría de los casos, la respuesta es no. Caminar después de una fractura de tibia puede empeorar la lesión y causar más daños en los músculos, ligamentos y piel circundantes. Además, caminar con una tibia fracturada puede resultar muy doloroso.
¿Cuál es la norma para el uso de muletas?
Cuando camine con muletas, adelantará las muletas a la pierna débil. Coloca las muletas a unos 30 centímetros delante de ti, con una separación ligeramente mayor que la de tu cuerpo. Apóyate en las empuñaduras de las muletas y mueve el cuerpo hacia delante. Utiliza las muletas como apoyo.
¿Cuándo puedo empezar a caminar tras una fractura de tibia?
Si le han operado de la fractura de la meseta tibial, puede poner un poco de peso en la pierna a las 6 semanas con el objetivo de caminar con normalidad a la 10ª semana. Si no te operaron de la fractura de la meseta tibial, puedes empezar a caminar con seguridad con una rodillera en 4-6 semanas.
Cuando sea viejo y lleve muletas en una rodilla
La tibia es la espinilla, el mayor de los dos huesos de la parte inferior de la pierna. La parte superior de la tibia conecta con la articulación de la rodilla y la inferior con la del tobillo. Aunque este hueso soporta la mayor parte del peso del cuerpo, necesita el apoyo del peroné.
El peroné, a veces llamado hueso de la pantorrilla, es más pequeño que la tibia y discurre a su lado. El extremo superior del peroné se encuentra debajo de la articulación de la rodilla, pero no forma parte de la articulación. El extremo inferior del peroné forma la parte externa de la articulación del tobillo. El peroné ayuda a estabilizar la tibia pero no soporta mucho peso.
Aunque la tibia y el peroné pueden romperse independientemente el uno del otro, al estar tan juntos es más frecuente que ambos huesos se rompan a la vez. Esto se denomina fractura combinada de tibia y peroné.
Después de que el médico haya corregido la posición de los huesos fracturados, una radiografía también puede ayudar a confirmar que los huesos están bien alineados. En las citas de seguimiento, las radiografías pueden ayudar al pediatra a ver si los huesos se están curando correctamente.
Cómo caminar con bastón
La amplia cobertura informativa de Angela Underwood sobre sanidad y medio ambiente a nivel local, estatal y federal incluye la póliza de indemnización de los primeros auxilios 911 y el caso de contaminación del agua por Ciba-Geigy en Toms River, Nueva Jersey. Su cobertura adicional relacionada con la salud incluye la muerte y la agonía, el cuidado de la piel y el trastorno del espectro autista.
Este artículo le ayudará a saber cómo medir las muletas y comprobarlas antes de usarlas. También explica cómo utilizar las muletas para levantarse de una silla, subir escalones o simplemente caminar mientras esperas a que se cure tu lesión.
El uso seguro y adecuado de las muletas requiere una buena fuerza y flexibilidad de la parte superior del cuerpo. También requiere que tu lesión esté aislada en una sola pierna. Si no es tu caso, necesitarás otro tipo de apoyo.
Sin embargo, la mayoría de la gente utiliza muletas estándar que deben llegar a unos dos o tres centímetros por debajo de la axila cuando estás de pie y recto. Las empuñaduras deben quedar a la altura de la muñeca, de modo que los codos queden ligeramente flexionados al agarrarlas.
Fractura de peroné
Si se rompe un hueso de la pierna o el pie, se somete a una intervención en la rodilla o la pantorrilla o sufre un derrame cerebral, es posible que su médico le recomiende utilizar un andador mientras se recupera. El uso de muletas, un bastón o un andador puede ayudarle a descargar el peso de la pierna lesionada o débil, ayudarle a mantener el equilibrio y permitirle realizar sus actividades cotidianas con mayor seguridad.
La primera vez que aprenda a utilizar el andador, quizá le convenga tener cerca a un amigo o familiar que le ayude a estabilizarse y le preste apoyo. Al principio, todo lo que haga puede parecerle más difícil. Sin embargo, con unos pocos consejos y un poco de práctica, la mayoría de las personas son capaces de ganar confianza rápidamente y aprender a utilizar un andador de forma segura.
Si se ha sometido a una operación de sustitución total de rodilla o cadera, o tiene algún otro problema importante, es posible que necesite más ayuda para mantener el equilibrio y caminar de la que puede obtener con muletas o un bastón. Un andador con cuatro patas le proporcionará la mayor estabilidad. Un andador te permite mantener todo o parte de tu peso en la parte inferior del cuerpo mientras das pasos. Con un andador, utilizas los brazos para soportar parte del peso de tu cuerpo. A medida que mejore tu fuerza y resistencia, podrás soportar gradualmente más peso en las piernas.