Dolor en la parte posterior del tobillo por encima del talón
Las personas con bursitis retrocalcánea pueden beneficiarse del uso de zapatillas con una muesca en el tendón de Aquiles, una ranura en el cuello de la parte posterior de la zapatilla para proteger el tendón de Aquiles. (La mayoría de las zapatillas para correr están diseñadas con una muesca en el tendón de Aquiles.) Además, las zapatillas que proporcionan soporte para el arco pueden aliviar la tensión del tendón de Aquiles, haciendo que sea menos probable que el tendón roce incómodamente contra la bursa retrocalcánea.
Los estiramientos y ejercicios pueden mejorar la salud del tendón de Aquiles y aliviar la presión sobre la bursa. Para prevenir futuros brotes de bursitis, se recomienda a los pacientes que continúen con estos estiramientos y ejercicios en casa incluso después de que desaparezca el dolor de talón.
Mediante ondas sonoras, el ultrasonido terapéutico produce una vibración a través de la piel que puede estimular el flujo sanguíneo y la curación. Este tratamiento de la bursitis del talón suele ser indoloro y la mayoría de los pacientes no lo sienten. El tratamiento con ultrasonidos puede ser realizado por un médico, un podólogo o un fisioterapeuta.
La extracción de líquido de la bursa puede aliviar la presión en la parte posterior del talón y disminuir el dolor. El líquido se extrae de la bursa inflamada con una aguja y una jeringa. Este procedimiento se denomina aspiración de la bursa.
¿Se puede tener bursitis durante años?
La bursitis suele durar sólo días o semanas, pero puede prolongarse meses o años, sobre todo si no se identifica o modifica la causa, como el uso excesivo.
¿Qué se usa para la bursitis?
El uso de plantillas en el calzado, como cuñas en el talón, puede favorecer una mejor mecánica del pie y reducir la irritación de la bursa retrocalcánea. Ma, CB. Bursitis del talón. MedlinePlus, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
¿Cuáles son los distintos tipos de bursitis de tobillo?
La bursitis de tobillo incluye la bursa de Aquiles, la bursa del maléolo medial y la bursa retrocalcánea, que pueden aparecer de forma independiente o estar asociadas a una tendinitis.
Imágenes de la bursitis del tendón de Aquiles
La bursitis del pie es una afección que consiste en la inflamación y acumulación de líquido del saco de la bursa. Una bursa es un pequeño saco resbaladizo lleno de líquido; imagínese un globo de agua que se forma sobre una articulación para disminuir la fricción y actuar como lubricante entre los huesos y la piel, los músculos, los ligamentos y los tendones circundantes (o tejidos blandos para abreviar).
El saco de la bursa está formado por una membrana de paredes finas (llamada membrana sinovial o sinovio) que produce y contiene líquido (conocido como, lo ha adivinado, líquido sinovial). La bursa puede irritarse e inflamarse debido a un movimiento repetitivo excesivo de la articulación, una lesión, una deformidad ósea e incluso debido a afecciones médicas subyacentes como la artritis.
Parte posterior del talón: La bursa retrocalcánea se encuentra en la parte posterior del hueso del talón, entre el hueso y el tendón de Aquiles. Esta bursa reduce la fricción y la presión del hueso del talón sobre el tendón de Aquiles cuando se está de pie.
Parte inferior del talón: La bursa subcalcánea se encuentra entre el hueso del talón y la fascia plantar (el ligamento grueso que conecta el talón con la parte delantera del pie). Los síntomas de la bursa subcalcánea suelen ser muy similares a los de la fascitis plantar.
Bursitis y tendinitis del tendón de Aquiles
La bursitis es la inflamación de una bursa. Es una afección común que suele producirse cuando se sobrecarga una articulación, como al lanzar una pelota de béisbol o pintar una pared. Más raramente, la bursitis puede estar causada por la gota o una infección. La bursitis es más frecuente en personas con sobrepeso, ancianas o diabéticas, aunque también se desarrolla en personas más jóvenes y sanas sin un motivo claro.
Tras revisar sus síntomas y actividades recientes, su médico le examinará y presionará la zona dolorida para determinar si el dolor se localiza sobre una bursa. Normalmente, el médico podrá mover la articulación en su amplitud normal de movimiento, pero si intenta moverla usted mismo, es posible que no pueda hacerlo tanto debido al dolor. El médico también puede solicitar radiografías para detectar otras afecciones. Si padece bursitis, las radiografías suelen ser normales, aunque puede haber un pequeño depósito de calcio. Si su médico sospecha que la causa de la bursitis es la gota o una infección, puede recomendarle que se someta a una prueba en la que se extrae una muestra del líquido de la bursa para analizarla. Se trata de un procedimiento menor.
Síntomas de la bursitis aquilea
La bursitis se produce cuando una bursa, o pequeño saco lleno de líquido que actúa como amortiguador para reducir la fricción en muchas articulaciones, se inflama debido al uso excesivo de la articulación. La bursitis es más frecuente en el hombro, el codo, la cadera y la rodilla, pero también puede producirse en la muñeca, el tobillo, la parte superior de la espalda, el dedo gordo del pie y otras articulaciones que realizan movimientos repetitivos frecuentes.
Los síntomas más comunes de la bursitis son dolor e hinchazón en la articulación afectada. El dolor puede ser agudo e intenso al principio, y más tarde convertirse en un dolor sordo y profundo que se extiende por una zona más amplia. El dolor puede ser más intenso tras someter la articulación a tensiones o presiones repetidas, o al utilizarla por primera vez tras periodos de reposo. La hinchazón visible es más frecuente en las articulaciones en las que las bursas están más cerca de la superficie, como el codo o la rótula. Los síntomas de la bursitis pueden incluir:
Artritis reumatoide, gota o pseudogota: Estas enfermedades inflamatorias pueden hacer que el sistema inmunitario ataque las articulaciones y aumentar el riesgo de padecer bursitis. También pueden agravar una bursitis ya existente.