Recuperación de la fractura acetabular sin cirugía
La artroplastia de cadera es un procedimiento quirúrgico para tratar el dolor de cadera. La intervención sustituye partes de la articulación de la cadera por implantes artificiales. La articulación de la cadera consta de una bola (en la parte superior del fémur, también conocido como hueso del muslo) y una cavidad (en la pelvis, también conocida como hueso de la cadera). La cirugía de prótesis de cadera incluye la sustitución de una o ambas partes. El objetivo de la intervención es permitirle reanudar sus actividades cotidianas y hacer ejercicio con menos dolor.
Al principio, su médico puede recomendarle otros tratamientos, como medicamentos para el dolor o la inflamación, ayudas para caminar, inyecciones en la articulación y fisioterapia. Si estas medidas no alivian el dolor y la rigidez, puede ser necesaria una artroplastia de cadera para recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida.
La artroplastia de cadera mínimamente invasiva pretende minimizar el impacto de la cirugía en los tejidos sanos, como los músculos y los vasos sanguíneos. Aunque la artroplastia anterior de cadera se ha comercializado como un abordaje mínimamente invasivo, hoy en día los cirujanos ortopédicos utilizan técnicas mínimamente invasivas con todos los abordajes quirúrgicos para acceder a la cadera. Su cirujano le explicará qué abordaje puede ofrecer el mejor resultado.
¿Cuál es el tratamiento del acetábulo?
Tratamiento quirúrgico. La mayoría de las fracturas acetabulares se tratan con cirugía. Dado que las fracturas acetabulares dañan la superficie cartilaginosa del hueso, un objetivo importante de la cirugía es restaurar una superficie lisa y deslizante de la cadera.
¿Cuánto dura el dolor tras una fractura acetabular?
La mayoría de las personas con fracturas acetabulares tardan entre 4 y 6 meses en curarse. Si se ha conseguido la alineación anatómica en la operación y no se producen complicaciones, los pacientes pueden volver a sus actividades y funciones anteriores. A las seis semanas, los pacientes se sienten bastante cómodos.
¿Cuáles son las complicaciones de la cirugía acetabular?
Las complicaciones de la cirugía de fractura acetabular incluyen infección, lesión nerviosa, osificación heterotópica, problemas tromboembólicos, malunión y no unión.
La vida después de una fractura acetabular
ResumenLas fracturas acetabulares son fracturas que se extienden hasta la articulación de la cadera y suponen un reto para los traumatólogos ortopédicos. Las primeras descripciones conocidas de la fijación quirúrgica de fracturas acetabulares fueron informes de casos en 1943. En 1964, Robert Judet, Jean Judet y Émile Letournel publicaron un artículo histórico en el que describían un sistema de clasificación y abordajes quirúrgicos para tratar las fracturas acetabulares. Estas enseñanzas tuvieron un efecto significativo en los resultados clínicos tras la fijación quirúrgica de las fracturas acetabulares. En 1980, Letournel demostró un 80% de resultados entre buenos y excelentes en 492 caderas, y en 2012, Joel Matta demostró un 79% de supervivencia en 816 pacientes tras la fijación quirúrgica acetabular. Tanto Letournel como Matta han demostrado definitivamente que la reducción anatómica de la fractura es el factor más influyente para predecir el resultado clínico. El objetivo de esta revisión es resumir los factores más destacados que afectan a los resultados clínicos tras el tratamiento quirúrgico de las fracturas acetabulares.
“Un único factor parece primordial: la reubicación de la cabeza bajo un sector de techo de extensión suficiente debe ser adecuada. Éste es el prerrequisito práctico de todo buen resultado. Sin embargo, no debe considerarse que la obtención de este resultado obvie la necesidad de una buena reducción de las columnas que sostienen el acetábulo.”
Cirugía de fractura de acetábulo
Una fractura acetabular es una rotura de la cavidad de la cadera. Estas fracturas suelen ser el resultado de lesiones de alta energía, como accidentes de tráfico en pacientes jóvenes y, con mayor frecuencia, de caídas en pacientes de edad avanzada. La cavidad de la cadera puede romperse en muchos pedazos o sólo agrietarse ligeramente dependiendo de la calidad del hueso y del tipo de lesión. Estas fracturas se describen en función de dónde y cómo se rompe el hueso y se clasifican en diez tipos diferentes. La diferenciación de estas lesiones puede ser compleja y estas lesiones deben ser tratadas por un traumatólogo ortopédico.
La articulación de la cadera es una articulación esférica formada por el acetábulo y la cabeza femoral. El acetábulo es la cavidad o copa, mientras que la cabeza femoral es la bola. El acetábulo forma parte de la pelvis. Si el acetábulo se rompe y las piezas se desplazan, la cadera puede ser inestable y dislocarse o causar dolor e incapacidad importantes. Como cualquier articulación, estas superficies están cubiertas de cartílago. Un cartílago liso es importante para que una articulación se deslice con suavidad. La irregularidad del cartílago puede provocar artritis.
Tratamiento de fracturas acetabulares en ancianos
Las fracturas de la pelvis o del acetábulo de la articulación de la cadera figuran entre las lesiones más graves tratadas por los cirujanos ortopédicos. A menudo consecuencia de un incidente traumático como un accidente de automóvil o una mala caída, las fracturas pélvicas y acetabulares requieren un tratamiento rápido y preciso y, en algunos casos, uno o más procedimientos quirúrgicos. Personas de todas las edades son vulnerables a estas lesiones. Además, algunos pacientes de edad avanzada con huesos frágiles debido a la osteoporosis desarrollan fracturas pélvicas y fracturas del acetábulo con una caída de menor impacto.
La compleja naturaleza de estas fracturas puede comprenderse mejor si se observa la anatomía implicada. La pelvis está formada por varios huesos (íleon, isquion y pubis) que crean un anillo óseo, reuniéndose en la sínfisis púbica por delante y en el sacro (hueso situado en el extremo inferior de la columna vertebral) por detrás. Junto con una serie de ligamentos y músculos, los huesos de la pelvis soportan el peso de la parte superior del cuerpo y descansan sobre las articulaciones de la cadera. La pelvis protege los órganos abdominales, incluidos los intestinos y la vejiga, así como los principales nervios y vasos sanguíneos. Las fracturas de pelvis pueden producirse en cualquier punto de los huesos, dependiendo de la naturaleza del accidente y de las zonas de impacto.