Protrusión discal

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BMC Musculoskelet Disord 19, 290 (2018). https://doi.org/10.1186/s12891-018-2213-5Download citaCompartir este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Obtener enlace compartibleLo sentimos, actualmente no hay disponible un enlace compartible para este artículo.Copiar al portapapeles

¿Qué es la rotura anular?

El desgarro anular es un desgarro de la superficie externa del disco que puede producirse con el proceso de envejecimiento o con una lesión. El anillo puede adelgazarse, abultarse o debilitarse hasta el punto de que el material discal puede salir al canal raquídeo.

¿Qué es el anillo fibroso?

Fibrosis anular

El anillo es una estructura resistente similar a un neumático que recubre un centro gelatinoso, el núcleo pulposo. El anillo mejora la estabilidad rotacional de la columna vertebral y ayuda a resistir la tensión compresiva. El anillo es una estructura en capas formada por agua y resistentes fibras elásticas de colágeno.

¿Qué es un disco anular?

La rotura anular del disco es una rotura del anillo ligamentoso externo. Este ligamento se compone de fibras fuertes que están muy inervadas con receptores del dolor, por lo que cuando se produce un desgarro puede causar síntomas significativos.

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Desgarro del anillo fibroso radiopaedia

Ambas lesiones pueden estar relacionadas, pero son dos afecciones distintas. A continuación le explicamos cómo puede diferenciar entre un desgarro anular y una hernia discal, y qué puede esperar de la recuperación de cada una de ellas.

Para explicar qué es un desgarro anular, hagamos primero un pequeño recorrido por su columna vertebral. Tu columna está formada por unos huesos llamados vértebras y entre cada vértebra hay unos discos llamados discos intervertebrales. Cada disco intervertebral consta de una capa exterior dura -el anillo- y una interior llena de líquido.

Un desgarro anular se produce cuando hay un desgarro en esa cubierta exterior de las vértebras. Los desgarros son separaciones que pueden variar de tamaño entre las fibras o roturas reales en las propias fibras, y pueden afectar a múltiples capas a través del anillo.

Aunque un desgarro anular puede ser el resultado de una lesión o traumatismo de la columna vertebral, también se cree que puede producirse como resultado normal del envejecimiento. Los síntomas de un desgarro anular pueden ser:

Aunque una hernia discal es diferente a un desgarro anular, un desgarro anular puede indicar el inicio de una hernia discal. Una vez que se produce un desgarro anular, ya sea como resultado del envejecimiento o de una lesión, el líquido del interior del disco se moverá y se acumulará hasta que finalmente estalle. Esto puede hacer que el disco se salga de su sitio, dando lugar a la hernia discal. Una hernia discal también puede producirse como resultado de una lesión o distensión, la degeneración normal de la columna vertebral o una disposición genética.

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Fisura anular

Para algunos, cuando se menciona el término “escoliosis”, evoca recuerdos de la adolescencia. Y más concretamente, de la revisión de escoliosis que realizaba la enfermera del colegio… Cuando éramos más jóvenes, muchos de nosotros oímos hablar bastante de la escoliosis en las clases de salud o a nuestro médico. Tal vez algunos de nosotros incluso conocimos a una persona con escoliosis que llevaba un corsé para ayudar a enderezar y apoyar su espalda. Sin embargo, lo que algunas personas no saben es que la escoliosis puede aparecer en la edad adulta.

Sin ningún historial médico previo de escoliosis de niño o adolescente, la columna vertebral de un adulto puede desarrollar progresivamente una curvatura anormal. También es interesante señalar que la escoliosis del adulto afecta a más individuos que la escoliosis del adolescente. También se cree que la prevalencia de la escoliosis aumentará en el futuro, a medida que la población siga envejeciendo y viviendo aún más años.

Los desgarros anulares pueden presentar síntomas muy similares a los de los discos abultados o herniados. Sin embargo, los desgarros discales no suelen producir síntomas a menos que se dañe la parte externa del disco o se pince un nervio espinal.

Tratamiento de la protuberancia discal con desgarro anular

La hernia discal vertebral es una lesión del tejido amortiguador y conectivo entre las vértebras, normalmente causada por un esfuerzo excesivo o un traumatismo de la columna vertebral. Puede provocar dolor de espalda, dolor o sensibilidad en distintas partes del cuerpo e incapacidad física. La herramienta diagnóstica más concluyente para la hernia discal es la resonancia magnética, y el tratamiento puede ir desde analgésicos hasta cirugía. La mejor forma de protegerse de una hernia discal es fortalecer el tronco y conocer la mecánica corporal, incluida la postura[1].

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La hernia discal se asocia con frecuencia a la degeneración relacionada con la edad del anillo externo, conocido como anillo fibroso, pero normalmente se desencadena por un traumatismo o un esfuerzo al levantar peso o girar[2]. Los desgarros son casi siempre posterolaterales (en los lados posteriores) debido a la estrechez relativa del ligamento longitudinal posterior con respecto al ligamento longitudinal anterior[3]. Un desgarro en el anillo discal puede provocar la liberación de sustancias químicas que causan inflamación, lo que puede provocar dolor intenso incluso en ausencia de compresión de la raíz nerviosa.